Jordi Hereu, a Industria: el exalcalde de Barcelona y único ministro del PSC en el Gobierno

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Tres años después de abandonar la primera línea, allá por 2015, el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu daba la receta para una buena jubilación política: marcharse con un proyecto ilusionante bajo el brazo y sin nostalgia. El primero de los ingredientes lo encontró durante largo tiempo en el sector privado, pero el segundo, en cambio, parece haber vuelto a aflorar ahora, cuando se le ha encomendado la sorpresiva misión de pilotar el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez.

Jordi Hereu (Barcelona, 1965) pone fin así a tres años al frente de la operadora de satélites de telecomunicación Hispasat y toma el relevo del canario Héctor Gómez, que aceptó el cargo hace tan sólo nueve meses. Asume, además, una cartera con tradición socialista catalana, que ocupó durante el mandato de Felipe González Joan Majó (1985-1986), y en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente de la Generalitat José Montilla (2004-2006) y, posteriormente, Joan Clos (2006-2008), su predecesor en el Ayuntamiento de Barcelona.

De hecho, fue el salto de Clos a Madrid lo que precipitó en 2006 que Hereu se hiciera con el mando del consistorio barcelonés, donde había aterrizado en 1997 como gerente del distrito de Les Corts para abrazar, más tarde, los asuntos de Seguridad y Movilidad. En 2007 pudo revalidar el cargo y, cuatro años después, salió victorioso de las primeras primarias a las que se sometía un alcaldable socialista en Barcelona. Su perfil se impuso al de Montserrat Tura, pero la buena racha tocó fondo. La derrota sin paliativos en las municipales de 2011 llevó al PSC a perder la hegemonía de una institución que lideraba desde la restauración de la democracia. Si bien Hereu había sido uno de los principales impulsores de las nuevas políticas de movilidad urbana, le pasaron factura proyectos como la construcción del tranvía de la Diagonal y el desgaste de un partido que llevaba 32 años en el poder. El alcalde tuvo que ceder la vara a Xavier Trias (entonces CiU, ahora Junts) sin saber que, más de una década después, el apoyo de la formación que le arrebató la posición sería clave para que pudiera regresar a la arena política.

Durante todos esos años, Hereu acumuló varios cargos orgánicos: secretario de organización entre 2011 y 2008, secretario de Política Municipal entre 2008 y 2011 y miembro del comité Federal del PSOE. Sin embargo, tras la derrota electoral y unos meses en la oposición, dejó su carrera política para adentrarse en el sector privado, convencido de que la fórmula de éxito pasa por las colaboraciones público-privadas. Licenciado en Administración de Empresas y Máster en Administración y Dirección de Empresas (MBA) en ESADE, creó la consultora IdenCity Consulting, especializada en políticas urbanas, con la que estuvo viajando por múltiples países, especialmente en Latinoamérica. 

También ha participado en la consultora Fledge Barcelona de Barcelona Plataforma Empresarial, centrada en la internacionalización de empresas, y es consultor en Barcelona Centre Logístic BCL, así como patrono de la Plataforma Fórum Ambiental Barcelona. Entre otros, ha sido miembro del consejo de administración de AENA y del consejo asesor de AGBAR.

En todo este tiempo, nunca ha dejado de militar en el PSC, partido al que se afilió cuando tenía 22 años, empujado por los ideales de Josep Pallach que tanto admiraba. En estos años, ha logrado mantener las buenas relaciones con el partido y también con su actual líder, Salvador Illa. Los lazos vienen de lejos y es que ambos llegaron a trabajar juntos en 2010 cuando el actual dirigente del PSC fue fichado como director de servicios del ayuntamiento que encabezaba Hereu. De hecho, el pasado mayo participó en la campaña electoral de las municipales para apoyar a Jaume Collboni en su carrera a la alcaldía de Barcelona, un gesto que Illa ha sabido apreciar al proponerlo como ministro una vez recuperado el preciado feudo socialista.

Y aunque con este nombramiento Sánchez reconoce el peso del PSC, cuyo apoyo se encuentra disparado —las últimas encuestas lo sitúan como primera fuerza política en Cataluña—, así como su papel clave en las elecciones del 23J, lo cierto es que el partido pierde cuota de poder en el nuevo gobierno. La sorpresa no ha sido menor, dado que las quinielas apuntaban a que, como mínimo, el PSC retendría el mismo número de carteras que hasta ahora. Lo que no se veía venir es que, después del triunfo electoral del pasado julio, crucial para apuntalar la candidatura de Sánchez, los socialistas catalanes vieran mermada la creciente implicación que han tenido en el Gobierno central en los últimos años. Especialmente a las puertas de una legislatura en la que está previsto que entre en vigor la Ley de Amnistía pactada con ERC y Junts.

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Con el nuevo organigrama, el PSC gana la cartera de Industria, pero se ve obligado a ceder las de Cultura y Transportes, que estaban en manos de su presidente, Miquel Iceta, y de la exalcaldesa de Gavà Raquel Sánchez, respectivamente. Tampoco tienen la presidencia del Congreso, que ha pasado a la balear Francina Armengol en sustitución de Meritxell Batet, quien renunció a la política el pasado septiembre pese al éxito cosechado en los comicios generales, en los que fue cabeza de cartel. Eso sí, aún está por ver qué ocurre con el denominado “sottogoverno”, el conjunto de altos cargos donde radica gran parte del poder. Hasta la fecha, el PSC tenía a nombres como el de Francesc Vallès al frente de la secretaría de Estado de Comunicación y el de Víctor Francos en la de Deporte, así como figuras de peso en empresas públicas: Mauri Lucena en AENA, Marc Murra en Indra, Antonio Llardén en Enagás o Raül Blanco en Renfe.

Sea como sea, Hereu entra en el Ministerio de Industria en un contexto en el que se pronostica cierto desaceleramiento de la economía española y con el gran reto de gestionar los fondos europeos Next Generation. Entre sus principales misiones está hacer frente al Perte Chip, el Perte Naval, el Perte de Descarbonización o el del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), con la mirada puesta en la planta de baterías de Volkswagen en Sagunto o el hub mediterráneo del coche eléctrico. También estará en sus manos impulsar una nueva ley que regule el sector industrial. Su antecesor en el cargo, Héctor Gómez, se comprometió a aprobar esta norma en el Consejo de Ministros para llevarla al Congreso de los Diputados, pero el adelanto electoral y la disolución de las Cortes frustraron estos planes.

Cuando se convirtió en alcalde, Hereu prometió “proximidad y diálogo”, “escuchar antes de decidir”. Han pasado casi dos décadas de esas declaraciones y el encargo ahora es mucho mayor. Habrá que ver si, lejos del consistorio y en su nuevo despacho de ministro, reedita esta máxima.

Tres años después de abandonar la primera línea, allá por 2015, el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu daba la receta para una buena jubilación política: marcharse con un proyecto ilusionante bajo el brazo y sin nostalgia. El primero de los ingredientes lo encontró durante largo tiempo en el sector privado, pero el segundo, en cambio, parece haber vuelto a aflorar ahora, cuando se le ha encomendado la sorpresiva misión de pilotar el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez.

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