El candidato del PSOE a la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha dimitido este lunes como secretario general de los socialistas extremeños, pero no renuncia a su acta de diputado autonómico, algo que, según ha dicho, nadie le ha pedido. La salida ocurre tras las elecciones celebradas en la región este domingo, en las que el PSOE obtuvo el peor resultado de su historia en Extremadura, perdiendo diez escaños.
Como consecuencia de la dimisiñon, la Secretaría de Organización del PSOE nombrará en los próximos días una Comisión Gestora para dirigir el PSOE extremeño. Así lo han indicado fuentes de Ferraz, que han reconocido el trabajo y el compromiso de Gallardo y de todo el PSOE extremeño en la pasada campaña electoral y han indicado que en esta nueva etapa "continuará trabajando para reforzar" el proyecto socialista en Extremadura. La nueva gestora coordinará la actividad del partido en Extremadura hasta la celebración del congreso regional.
La dimisión de Gallardo como secretario general llega después de que el PSOE haya obtenido los peores resultados de su historia, bajando de 28 a 18 escaños, en unas elecciones convocadas de manera anticipada por la candidata del PP y presidenta de la Junta en funciones, María Guardiola, que solo ha ganado un escaño, mientras que Vox y Podemos han salido reforzados con 11 y 7, respectivamente.
Aunque la noche del domingo Gallardo reconoció los malos resultados de su formación, prefirió convocar a su Ejecutiva regional para analizar los datos y llevar a cabo una reflexión conjunta en la que tomar la mejor decisión para el partido. Ferraz no había querido manifestarse públicamente sobre lo que debía hacer Gallardo tras estas elecciones y hasta el momento habían señalado que correspondía al PSOE extremeño tomar la decisión sobre su futuro político.
Un candidato con casi todo en contra
Gallardo tenía ante si retos como sustituir la alargada figura de Guillermo Fernández Vara, remontar unas encuestas con el PSOE claramente a la baja, como se ha demostrado, y su procesamiento en el caso David Sánchez, por la contratación del hermano del presidente del Gobierno, cuyo juicio está previsto para finales de mayo de 2026.
Este desfavorable escenario contrastaba con el modelo de éxito electoral con el que se presentó a las primarias del PSOE extremeño, ya que en su hoja de servicios sobresalían seis mayorías absolutas consecutivas como alcalde de Villanueva de la Serena (Badajoz).
El resultado de las autonómicas de 2023 precipitó la renovación en el partido. Los socialistas ganaron por 6.843 votos de diferencia al PP, pero gracias al apoyo de Vox la candidata popular María Guardiola fue investida presidenta.
A la vista del pacto alcanzado en el bloque de la derecha y la imposibilidad de formar gobierno, Fernández Vara, recientemente fallecido, que había sido presidente en tres ocasiones, en dos etapas, declinó continuar como jefe de la oposición y anunció su salida de la secretaría general del partido después de quince años en el cargo.
Mientras Fernández Vara se convertía en senador por designación autonómica, el PSOE abría un proceso extraordinario de renovación que culminaba con la victoria de Gallardo en las primarias con un 55,71% de apoyo frente a la vicepresidenta primera de la Asamblea de Extremadura, Lara Garlito.
Su labor al frente del partido fue contestada meses después y tuvo que enfrentarse a unas nuevas primarias con motivo del congreso ordinario, otra vez contra una oponente mujer y cacereña. Con sólo 315 días de diferencia ganó por segunda vez y con un respaldo superior -61,78%- a la vicepresidenta primera de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez.
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Gallardo perdió en la provincia de Cáceres en ambos procesos y entre medias se coló su imputación por la contratación en la Diputación de Badajoz de David Sánchez. Con el desarrollo de la instrucción, Gallardo fue procesado y en mayo se sentará en el banquillo junto a David Sánchez y otras nueve personas más, en una causa que el candidato socialista achaca a una maniobra de la ultraderecha.
Nacido en Villanueva de la Serena en 1974, es el único que ha presidido la Diputación de Badajoz en tres legislaturas, aunque abandonó el cargo para entrar en la Asamblea, en un polémico movimiento que la justicia consideró un fraude de ley en busca del aforamiento.
Tras la convocatoria electoral, el Comité Regional del PSOE ratificó su candidatura por unanimidad, aunque con voces en contra, como la del presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Angel Gallardo, que había pedido hoy mismo que se apartara de la dirección.
El candidato del PSOE a la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha dimitido este lunes como secretario general de los socialistas extremeños, pero no renuncia a su acta de diputado autonómico, algo que, según ha dicho, nadie le ha pedido. La salida ocurre tras las elecciones celebradas en la región este domingo, en las que el PSOE obtuvo el peor resultado de su historia en Extremadura, perdiendo diez escaños.