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10N | Elecciones Generales

Tres escenarios para el desbloqueo después del 10N

Pedro Sánchez, en un reciente acto de campaña en Granada.

El bloqueo político condujo a estas elecciones y ahora los partidos políticos se conjuran contra él. Las promesas contra el desbloqueo y el reparto de culpas por la repetición electoral va a ser uno de los ejes de esta campaña junto al frenazo económico, la situación en Cataluña a raíz de la sentencia del procés y la parece que cercana exhumación del cadáver del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.

El presidente del Gobierno en funciones avivó este miércoles el debate tras anunciar, en una entrevista concedida a El Programa de Ana Rosa (Telecinco), que el próximo fin de semana propondrá al resto de partidos políticos un plan para "vencer el bloqueo", donde el eje será que se comprometan a la formación de un nuevo Gobierno en el mes de diciembre.

El líder de los socialistas dio algunas pistas de por dónde va a ir ese plan para vencer el bloqueo. Entre otras cuestiones, propuso suspender las vacaciones parlamentarias para que los meses de diciembre y enero sean hábiles en las Cortes y el nuevo Gobierno pueda presentar un techo de gasto "a principios de enero", como paso previo para contar con unos nuevos Presupuestos aprobados "cuanto antes". Las cuentas públicas en vigor llevan todavía el sello del Partido Popular. Partido Popular

El Congreso y el Senado de la XIV Legislatura, los que resulten de los comicios del 10N, se constituirán el 3 de diciembre.

Aunque el tema de qué va a pasar el día después del 10N, de los posibles pactos, ya lleva sobre la agenda política desde que se disolvieron las Cortes, PP y Unidas Podemos no perdieron la oportunidad de responder de forma directa a la oferta de Sánchez para dejar clara cuál va a ser su posición en las próximas semanas.

Pese a las evidentes diferencias ideológicas entre ambos partidos, tanto PP como UP recibieron a la propuesta con críticas y con escepticismo.

Para el Partido Popular, el plan de Sánchez es una "broma de mal gusto". Su líder, Pablo Casado, consideró que Sánchez es "sinónimo de bloqueo" y recordó que pudo haber pactado "con cuatro partidos para ser investido"

Mientras, para el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, el mejor plan que puede darse tras las elecciones del 10 de noviembre para evitar el bloqueo político es que el PSOE "acepte el mandato de la ciudadanía" y se pliegue a que haya un Gobierno de coalición.

En un contexto como el actual, en el que la posibilidad de que una formación logre mayoría absoluta –ubicada en 176 diputados– es remota, tal y como muestran todas las encuestas, sólo hay tres escenarios posibles de desbloqueo: una coalición, un pacto de legislatura o un acuerdo de investidura.

infoLibre repasa estos tres escenarios y la disposición de los partidos a cada uno de ellos.

  Gobierno de coalición o gran coalición

No hay sondeo preelectoral que no otorgue al Partido Socialista el primer puesto en intención del voto de cara al 10N. En este contexto, tendría que ser primero Pedro Sánchez el que estuviese dispuesto a que el desbloqueo llegase por la vía de abrir las puertas de la Moncloa a otro partido, a compartir el Ejecutivo.

Sánchez no quiere un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Tras una primera sesión de investidura fallida en la que la formación morada se abstuvo tras rechazar una oferta de entrada en el Ejecutivo, los socialistas no hicieron más propuestas a Pablo Iglesias en este sentido. Rota toda posibilidad de entendimiento, la ronda de contactos de los grupos parlamentarios con el rey culminó sin candidato a la investidura propuesto. 

Poco antes de la disolución de las Cortes para la convocatoria electoral, Sánchez describió de forma muy gráfica su desconfianza de Unidas Podemos. Dijo que ni él, ni el 95% de los españoles podrían dormir tranquilos con dirigentes morados en el Ejecutivo.

Echenique recuperó esta expresión este miércoles para criticar el plan de desbloqueo del presidente en funciones. "Pedro Sánchez no ha querido hacer lo que otros líderes hacen, y explicó en vivo y en directo que nunca quiso aceptar el mandato de la ciudadanía porque iba a dormir mal", lamentó en declaraciones en la Cámara Baja.

Sánchez no quiere una coalición con Unidas Podemos, pero una gran coalición con el Partido Popular tampoco es un escenario que contemple. "La gran coalición es el trampantojo que usan Podemos y PP antes de las elecciones"trampantojo, señaló recientemente en una entrevista concedida a Antena 3.

El socialista metía al PP en la ecuación de las coaliciones porque en los últimos días voces del partido conservador, como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, han apostado por esta vía como vacuna contra el bloqueo.

Aunque Feijóo no está sólo en esta idea, la dirección nacional del Partido Popular no quiere agitar más este debate al considerar que les ubica en el lado de los perdedores en un momento en el que la idea a trasladar es que Pablo Casado tiene las mismas opciones de ganar que Sánchez.

En este contexto, defienden que no tendrán problemas a la hora de plantear una gran coalición si ellos son los vencedores. Pero de ahí no se mueven por mucho de que en el PP empieza ya ha haber un clima a favor de hacer todo lo posible para que no vuelva a haber otras elecciones.

"Sánchez podría haber llegado a un acuerdo de legislatura con Ciudadanos, con 180 [diputados en el Congreso], una mayoría amplia, absoluta", como también "podría haber llegado a un acuerdo con Podemos, Compromís e Izquierda Unida, como el que hay en la Generalitat Valenciana y él ha bendecido". Pero, según él, "no quiso porque quería ir a elecciones para gobernar solo".

Hasta la fecha, ni Más Madrid ni Ciudadanos han entrado en profundidad en este debate. No obstante, Casado sí ha incluido a Ciudadanos, junto al PSOE, en esa hipotética gran coalición que propondría si el PP resulta ser la fuerza más votada. Y Albert Rivera, que rechazó ir en la coalición España Suma a las generales junto al PP, ha asegurado que su primera opción, tras el 10N, será pactar con el PP.

  Pacto de legislatura

Una segunda opción para el desbloqueo sería el pacto de legislatura. Esta vía intermedia, que implica negociar un programa de legislatura entre el candidato a la Presidencia del Gobierno y la formación cuyos apoyos busca, era el escenario favorito de Pedro Sánchez después de la primera investidura fallida. Pero Unidas Podemos se negó a negociar cualquier tipo de acuerdo si en el mismo paquete no iba la entrada de miembros de su formación en el Ejecutivo.

De las declaraciones vertidas en los últimos días por los líderes de Ciudadanos y Más Madrid puede concluirse que este es un escenario que no descartan a prioiri. Otra cosa es que las condiciones que impongan a cambio de sus votos en la investidura sean asumibles por el candidato.

En un sorprendente giro de estrategia, el pasado sábado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, levantó el veto a Sánchez.

En caída libre en las encuestas, el líder de Cs aseguró que, pese a que su prioridad es el PP, si la suma PP-Cs no da para el desbloqueo, contactará con el líder del PSOE para impulsar juntos una serie de reformas y evitar así un nuevo bloqueo político.

El anuncio no pasó inadvertido porque Rivera no ha acudido a la Moncloa las últimas veces que el presidente del Gobierno el funciones le ha convocado.

"Me comprometo a convencer al PSOE de que rectifique, de que vuelva al constitucionalismo, al consenso y a los grandes pactos de Estado, de que vuelva a sentarse con nosotros para apoyar o para liderar, dependiendo de lo que digan los españoles, estas reformas", dijo tras enumerar diez reformas prioritarias para Cs, entre las que figuran medidas en materia de educación, sanidad y de reforma de la ley electoral.

Por su parte, la formación de Íñigo Errejón se ha mostrado repetidamente dispuesta a facilitar un "gobierno progresista", ubicando a Más País como "parte de la solución al bloqueo político". No obstante, ya ha advertido de que el PSOE no podrá contar con sus votos si dirige la mirada hacia el PP o hacia Ciudadanos.

En el PP instan a esperar al día después de las elecciones para que quede claro qué candidato tiene la responsabilidad de formar Gobierno. No obstante, recuerdan que Casado ha ofrecido en numerosas ocasiones a Sánchez "grandes acuerdos" y el presidente nunca ha cogido el guante.

En 2016, Mariano Rajoy fue investido presidente gracias en parte a los votos de Ciudadanos después de acordar ambas formaciones un documento de 150 puntos.

  acuerdo de investidura

Las condiciones de Rivera para levantar el veto a Sánchez son las mismas que en mayo no le servían

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El tercer escenario es el que Sánchez ha reclamado en los últimos meses al Partido Popular y Ciudadanos: que permitiesen su investidura como presidente por sentido de Estado para que España "siguiese avanzando" en las reformas legislativas que tiene pendiente. Es el escenario más sencillo y el que menos implicaciones tiene entre bloques políticos, aunque no garantiza ningún tipo de estabilidad a la legislatura. Simplemente es un acuerdo para permitir la elección del presidente.

En 2016, Mariano Rajoy no sólo pudo ser investido con el acuerdo al que llegó con Albert Rivera, precisó de la abstención de 68 diputados socialistas, una decisión que provocó la renuncia de su escaño del hoy presidente del Gobierno en funciones.

Ahora, en el PP, los dirigentes que piden una gran coalición creen que Pablo Casado se decantaría antes por una abstención para permitir que la legislatura eche a andar. "Nadie podría llamarle irresponsable de nuevo y él podría hacer oposición desde el minuto después a la investidura", considera un líder regional. "No nos llamemos a engaño, este puede ser el escenario más posible. No veo la forma de combinar las propuestas del PP con las del PSOE en un acuerdo de legislatura", añade.

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