El indie lo peta: no, no son canciones de los 80, son de ahora pero suenan igual

Portada de la canción "Bisexual" de Cariño.

Fotos de carrete, discos de vinilo y ¿lo último? Música que se escucha como sonaría en el madrileño Rockola, hace mucho ya cerrado, pero que tanto le dio a la contracultura en la Movida. En infoLibre te proponemos la playlist "En analógico" para que descubras y bailes con canciones que podrían haberse convertido en clásicos hace treinta años. Podrían ser de los Hombres G o Mecano, pero están hechas por artistas jóvenes y emergentes. A algunos de ellos, seguramente, no los habrás oído nunca. Ya. Bueno, es lo que tiene el indie.

Bravo Murillo de La Paloma tiene detrás toda la nostalgia de Los Secretos. El grupo encapsula en su EP de debut Una idea, pero es triste cinco pildorazos de guitarra en el estudio de Tetuán al que rinde homenaje en esta canción. De la mano del sello La Castanya, el cuarteto, inmerso en el pop ruidoso, da rienda suelta al sentimiento de apatía de una generación. "He perdido la paciencia, he perdido el interés", cantan en un preestribillo invadido por los pedales de distorsión y las cuerdas berreantes.

En la misma vibración está Vómito, de la banda interrogación amor, que con apenas trece mil oyentes, cuenta con canciones que suman más de quinientas mil reproducciones. La canción da nombre a sus dos últimos álbumes, Mariposas y vómito, que rebosan de un sonido potente pasado por amplificador.

Bisexual de Meca... no, del grupo Cariño. Un himno para quien así quiera que sea. Puede que si la escuches, tengas la sensación de haberla oído antes, pero es culpa de lo acostumbrados que estábamos a los sintetizadores de los 80. Toda su letra es un descaro dulce y orgulloso hacía la libertad sexual, sin complicaciones. La canción es un paseo por un videojuego sonoro, que ya es sello de las artistas. Si quieres es igualmente de arcade, ochentera y azucarada, pero inesperadamente única por lo fiel que es a su generación. Otra de este grupo, Aún me acuerdo de todo, también está dentro del pack ochentero, esta vez por sus percusiones.

No se ha colado. Este Limón y sal no es de Julieta Venegas, es de Daniel Sabater y María Blaya. Los jóvenes artistas han colaborado para versionar un Te quiero melódico que tiene todo lo representativo para entender qué está pasando con las covers de viejos temazos que se están recuperando ahora. Voces íntimas, una reducción del tempo, menos instrumentos, solamente la esencia y alguna que otra experimentación es lo que tiene esta versión. María Escarmiento también hizo suyo otro icono musical de hace unos años, Puedes contar conmigo, de La Oreja de Van Gogh, pero en clave hyperpop (acelerada y discotequera).

¿Y si volvemos a hacer casetes para los viajes por carretera?

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Bolero de desamor, otra de Sabater, también está en esta lista. Efectivamente es un bolero, pero por supuesto no iba a ser al uso. Los tintes de Delirio de Grandeza de Rosalía y de otras composiciones de MotoMami dibujan esta canción.

Las ‘guitarras sucias y letras cursis’ (lo dicen ellos), meten de cabeza a Karavana en la playlist. Qué Putada es un canto madrileño y recuerda a Ojos De Perdida de Los Secretos. La banda -¡sorpresa!- también tiene una cover y está en el top tres de sus más escuchadas. Tití me preguntó, que trae al reguetón hacía el pop rock, tiene casi un millón de reproducciones, una cifra justa de los éxitos indies.

Algunos artistas más conocidos también están en esta lista de reproducción. El nuevo pop de Belén Aguilera y algunas del último disco de Guitarricadelafuente, La Cantera, no le quitan lo alternativo de esta playlist. El de Benicàssim ha viajado, junto al productor de Los Ángeles, el primer disco de Rosalía, al folk español cubriendo con las melodías todas sus raíces y consiguiendo junto a Raül Refree la renovación. Como fundir una cadena para sacar de los mismos materiales otra completamente nueva.

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