Muchos discos después, dos muñecos 'cabezones' con gorro y flequillo presiden una de las paredes de su estudio: “Queríamos transmitir que estábamos en la música para sentirnos libres, de la forma más directa posible y con los mínimos intermediarios”.

Muchos discos después, dos muñecos 'cabezones' con gorro y flequillo presiden una de las paredes de su estudio: “Queríamos transmitir que estábamos en la música para sentirnos libres, de la forma más directa posible y con los mínimos intermediarios”.

Muchos discos después, dos muñecos 'cabezones' con gorro y flequillo presiden una de las paredes de su estudio: “Queríamos transmitir que estábamos en la música para sentirnos libres, de la forma más directa posible y con los mínimos intermediarios”.

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