Congreso PP
Del congreso de Rajoy al de Feijóo: el PP completa su viraje hacia la ultraderecha ocho años después
Al Partido Popular le ha costado ocho años actualizar su ideario —el último data de 2017 bajo la presidencia de Mariano Rajoy— y la huella de Vox está en todas partes. La extrema derecha ha logrado desplazar el marco ideológico del PP en materias como la migración, el cambio climático, la vivienda, el maltrato animal, la ley trans o la propia relación con los ultras, que hace casi una década eran definidos por el PP como "populistas" y que en las últimas elecciones municipales y autonómicas pasaron a ser sus aliados en más de cien ayuntamientos y seis comunidades autónomas. Una decisión que el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, avaló. El borrador presentado este martes dibuja a un PP que no es partidario "ni de cordones arbitrarios" ni de "mayorías incoherentes", abriendo la puerta a pactar con los de Santiago Abascal, pero también con otros partidos de corte nacionalista como Junts o el PNV, de los que el PP actualmente está muy alejado.
Así consta en el documento presentado este martes en Sevilla por el presidente andaluz, Juanma Moreno, su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, —ambos alineados con Feijóo— la eurodiputada y coordinadora de la fundación Reformismo 21, Alma Ezcurra y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. El líder del PP les encargó plasmar sobre el papel la renovación ideológica del PP, que ha resultado en un documento de 39 páginas y cuatro bloques: política institucional, social, económica e internacional. Se trata, sin embargo, de un borrador que puede sufrir cambios hasta su aprobación el próximo julio.
Los ponentes han evitado cuidadosamente pronunciarse sobre cuestiones que generan debate interno en el partido como el aborto, los vientres de alquiler, la prostitución o la eutanasia. Y lo han hecho, precisamente, para no desairar a ninguna de las almas que se integran dentro del PP y que aparecen reflejadas en el documento. "A partir de la tradición ideológica del liberalismo, la democracia cristiana y el conservadurismo, quiere representar a todos los españoles que creen en la democracia liberal, en la economía social de mercado, en la libertad, la justicia y la igualdad, en una Europa fuerte y en una España unida y plural, a cuyo futuro quieren contribuir", señala el texto. Génova quiere impedir que se genere un choque que ponga de manifiesto las contradicciones en el seno del partido.
Una decisión que no comparte la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que recientemente defendió en una entrevista con ABC la necesidad de abrir este tipo de debates: "Un partido no solo tiene que defender una forma de gobernar, sino una forma de ver la vida en torno a unos valores. Tenemos que denunciar la situación que estamos viviendo, si están interviniendo la vida pública y la privada, desde aspectos personales como la sexualidad o la religión; hasta la tenencia de animales, la pretendida lucha de clases para enfrentarnos todos. O acabar con esa ingeniería social que se hace a través de los subsidios de la educación. Hay tanto por rehacer y hay tanto desguace institucional", señalaba al periódico conservador. Cabe esperar que el PP de Madrid presente, por tanto, enmiendas al documento. Más allá de las ausencias, son igualmente llamativos los giros a la derecha del PP si se comparan con el documento presentado hace ocho años.
Cambio climático
El texto presentado por el PP de Feijóo no niega el cambio climático —como sí hace Vox— pero defiende abordarlo "desde un diagnóstico exclusivamente científico". "Las políticas climáticas no pueden construirse a costa del bienestar y las oportunidades de la gente y la transición económica debe ser ordenada, realista y justa. Los ciudadanos no pueden ser los que soporten económicamente el peso de unas políticas climáticas basadas en plazos muchas veces irrealizables, que generen un aumento desproporcionado del coste de la vida. Ellos deben ser parte del futuro, no víctimas del cambio", señala el borrador. No hay, tampoco, ninguna mención específica a la 'Agenda 2030, a diferencia del documento de 2017, que la defendía "para el desarrollo sostenible".
El PP de Mariano Rajoy señalaba que el cambio climático influía en "las variaciones bruscas (desastres naturales), en la situación hídrica", agudizaba los "problemas de seguridad alimentaria", provocaba "migraciones masivas" y acentuaba "la vulnerabilidad de millones de personas, así mismo los conflictos violentos echan por tierra el esfuerzo de muchos años de comunidades que luchan por un desarrollo justo, o perpetúan situaciones objetivas que imposibilitan el desarrollo de programas para un desarrollo humano". Así, concluía que "el compromiso de todas las administraciones" debía "ser mayor, especialmente en materia de formación, información y sensibilización desde edades tempranas que impulsen hábitos de actuación mucho más comprometidos con la defensa del medio ambiente". Un compromiso que nada tiene que ver con los recientemente alcanzados por los presidentes autonómicos del PP para contentar a Vox.
Migración
El PP de Feijóo también va a rebufo de la extrema derecha en lo que respecta a la migración. "Eliminaremos la relación entre el empadronamiento y el acceso de los inmigrantes en situación irregular a las prestaciones económicas no contributivas, porque la irregularidad no puede generar derechos, y condicionaremos la residencia de larga duración a la contribución efectiva al sistema de Seguridad Social, al conocimiento del idioma y de la cultura española", reza el texto. Sobre este fenómeno, también señala que "es urgente establecer vías efectivas de entrada legal y ordenar la entrada de personas, primando la llegada de aquellos culturalmente cercanos, que cubren necesidades en el mercado laboral y anhelan ser partícipes de nuestro sistema de valores" y defiende el "control de fronteras".
En el documento del 2017, la palabra frontera se utiliza para hablar de "las situaciones de pobreza fuera de nuestras fronteras", como aparece en el texto de la ponencia social de Rajoy. "Uno de cada cinco habitantes del mundo vive en situación de pobreza. Por esta razón, nos comprometemos a mejorar en la medida de lo posible nuestras aportaciones presupuestarias a la cooperación al desarrollo, tomando como referencia el 0,7", señalan. También tienen espacio para los fenómenos migratorios y hace ocho años se mostraban más sensibilizados, calificando la inmigración como una "oportunidad" para la "sostenibilidad del propio sistema público de pensiones": "No queremos ni debemos permanecer insensibles ante el drama humanitario que estamos viviendo a raíz de la crisis de los refugiados. Europa tiene que estar a la altura del momento y de sus valores fundacionales dentro de un contexto internacional inestable, donde deben primar fundamentalmente los criterios de solidaridad sin menoscabar los criterios de seguridad, capacidad efectiva y los acuerdos con nuestros socios europeos".
Vivienda
El PP, a través de Chueca, reconoció este martes que la vivienda es uno de los "principales problemas" que tiene España. Sus recetas, sin embargo, son las de siempre. "Hay que ampliar el suelo edificable, eliminar burocracia, reducir impuestos —muy en especial a los jóvenes— , generar incentivos para que los pisos vacíos se pongan en alquiler con seguridad jurídica y acelerar la construcción de nuevas viviendas para aumentar rápidamente la oferta disponible. Debemos impulsar un programa especial de formación en los oficios vinculados a la construcción y convocar a las empresas a un gran proyecto de colaboración con el sector público para aumentar el número de viviendas disponibles en el mercado", señala el documento, que también se detiene en la "ocupación e inquiocupación" como una problemática, pese a que afecta a un porcentaje muy reducido de la ciudadanía. "Nuestra prioridad es acabar con estos comportamientos incívicos endureciendo las penas, impidiendo a los ocupas empadronarse y agilizando el desalojo. La atención prioritaria a las víctimas, el apoyo a los propietarios, la defensa del patrimonio público, que es de todos, deben ser ejes de una defensa real de la propiedad", señalan.
En 2017, la situación de la vivienda era preocupante, pero no había escalado tanto. Entonces, sin embargo, el PP se comprometía "a aumentar la oferta de viviendas a precios adecuados a las posibilidades de todos los españoles, así como a aumentar significativamente el parque de vivienda pública destinado al alquiler asequible". Además, también le dedicaban atención al "acceso a la vivienda a través del alquiler social o el apoyo a las familias que no pueden hacer frente a sus deudas hipotecarias o de alquiler si tienen menores a su cargo" proponiendo medidas como "la dación en pago en la firma de escrituras a la hora de adquirir una vivienda y a arbitrar las medidas oportunas para evitar que ninguna persona o familia sin recursos sea desahuciada sin disponer de una alternativa previa ofrecida, entre otros, por los servicios sociales competentes". Otra de las cuestiones en las que se detenían era en la situación de las personas sin hogar. "Son también un objetivo de atención prioritaria para el Partido Popular, por lo que consideramos necesario apoyar la existencia de los servicios y recursos especializados necesarios, con itinerarios personalizados de inserción social y de acceso a los medios y derechos sociales".
Maltrato animal
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El maltrato animal, que aparecía reflejado en la ponencia de 2017 como una de las cuestiones que no son tolerables, sí tiene cabida en 2025. Con la tauromaquia pero también con la caza. "La cultura es un pilar fundamental de nuestra sociedad", recalca la ponencia. "España es un país de tradiciones centenarias y tiene un acervo cultural inmenso que es reflejo de nuestra identidad y la mejor imagen de nuestro país en el mundo". "La tauromaquia es una expresión cultural con profundas raíces históricas y merece todo el respeto. Defenderla es defender la libertad individual y el derecho a elegir nuestras raíces sin imposiciones". En definitiva, el PP apuesta por "una cultura capaz de respetar su pasado, pero que también sea capaz de evolucionar para ser vanguardia", apunta el texto, que también se detiene en "el turismo rural y la caza" como actividades avaladas por los conservadores.
El PP de Rajoy defendía que "el ser humano puede tener el derecho a la explotación justificada de los animales por razones básicas de alimentación, vestido o defensa de la salud, pero en ningún caso al maltrato": "Los animales son seres dotados de sensibilidad física y psíquica. Que el ser humano sea más inteligente que el resto de los animales no le otorga el derecho a la explotación o el maltrato. Muy al contrario tenemos la obligación moral de respetar a todos los seres vivos y muy especialmente a los animales de compañía con los que tenemos una relación especial ya que aportan importantes valores a nuestra calidad de vida".
Personas trans
El PP se detiene en 2025 en el debate trans, que ignoró por completo en 2017. Y lo hace advirtiendo de los peligros del "borrado de las mujeres", especialmente en las prácticas deportivas. "La igualdad no consiste en negar la realidad biológica, sino en garantizar las mismas oportunidades y derechos para cada individuo. La autodeterminación de género no puede ser una opción revisable a diario porque profundiza en el borrado de las mujeres. En las competiciones deportivas femeninas, el sexo biológico es el que debe ordenar las categorías", apuntan. También defienden que no se le puede dar potestad a los menores para realizar el cabio de género por estar "en una etapa del desarrollo marcada por las dudas" lo que, a juicio de los conservadores, "pueden llegar a conclusiones erróneas con graves consecuencias": Es fundamental retrasar al máximo cualquier tratamiento de cambio de sexo, para que este tipo de decisiones se tomen sólo con plena madurez y con el acompañamiento psicosocial y médico adecuado", zanjan.