Un cártel colombiano extraía cocaína de pélets en un laboratorio de Madrid
Una investigación desarrollada por la Sección Tercera de la Brigada Central de Estupefacientes y el Greco Galicia, ambos dependientes de la Udyco Central del Cuerpo Nacional de Policía, sirvió para poner fin a las actividades clandestinas de un cártel colombiano que se había asentado en España para producir cocaína a gran escala.
Lo hacía gracias a un laboratorio instalado en el interior de una parcela que le cedían dos vecinos de Fuentidueña del Tajo, en el límite de las provincias de Madrid, Cuenca y Toledo, no lejos del lugar en el que se localizó hace ahora un año otra estructura de producción de cocaína, en aquel caso bajo el tendido de una plaza de toros. Posteriormente, ese hallazgo se vinculó con la red del inspector jefe corrupto y de Alejandro Salgado alias El Tigre, del que infoLibre habló en la investigación Dubai Unlocked.
Las dos mismas unidades que operaron para desarticular el mayor laboratorio de todos los tiempos en Europa, el de Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) cuya sentencia se ha conocido recientemente, están detrás de esta reciente operación en la que han sido detenidas catorce personas, doce de ellas de nacionalidad colombiana y las dos restantes, españolas, que daban cobertura a la actividad a través de la cesión del inmueble dentro de su propia parcela.
Una vez más, la colaboración de la estadounidense Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) fue clave para detectar la llegada de los 'cocineros' de la cocaína desde Colombia, lo que permitió a la Policía Nacional seguirles el rastro hasta una estructura que resultó ser colosal. No en vano, además de 160 kilos de cocaína base —el último paso antes de su conversión en clorhidrato—, se localizaron 19 toneladas de productos químicos que ya habían sido utilizados y otros 6.000 litros para su uso, así como todos los elementos para la elaboración de la sustancia, tales como cubas y depósitos para realizar las mezclas.
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En este caso concreto, según pudieron determinar los investigadores, el laboratorio iba a ser desmontado para su instalación en otro punto cercano. Madrid y sus inmediaciones, en el extrarradio, son lugares predilectos para ellos, por la cercanía al aeropuerto y la facilidad a la hora de trasladar a los colombianos a su centro de 'trabajo'.
Otro aspecto de interés era el modus operandi, y es que los colombianos, mediante un complejo proceso químico, extraían la cocaína base de pélets. Ese era el método de transporte, que hacía saltar cualquier control aduanero. Ningún escáner puede discriminar si los pélets están o no impregnados con droga, como era el caso. Algo similar a lo que se detectó hace escasas fechas en Vigo con la llegada de unos 400 kilos impregnados en arena para gatos.
En la fase de explotación de la operación, desarrollada hace escasas fechas, se desplegaron más de 100 policías de distintas especialidades, todo ello para conseguir atrapar a todos los sospechosos y realizar los registros en las mejores condiciones de seguridad.
