Librepensadores

Los excesos verbales del ministro

Amador Ramos Martos

Reconozco que, sin ser jurista, –mis conocimientos jurídicos son mínimos– me han resultado inquietantes en extremo las declaraciones del ministro de Justicia en funciones, el señor Catalá, quién en un silogismo singular y exquisitamente torticero como hilo conductor, y a saltitos argumentales, pasa de Podemos –calificado por el ministro como un “entorno político” que tiene cercanías con el movimiento independentista y al que considera igualmente cercano al movimiento terrorista etarra– a ETA.

Resumiendo y en roman paladino para que quede claro. Lo que Catalá –ministro de Justicia en funciones, sí, pero no lo olvidemos, ministro de Justicia todavía de todos los ciudadanos españoles sean del pelaje político que sean- viene a sugerirnos con su no sé si, duda, insinuación, sospecha o acusación es que: ¿el “entorno político” Podemos es lo mismo que el “entorno terrorista” de ETA?

Si no es así, ¿cuál es el objetivo final de su argumento cuajado en su frase : "Podemos está rodeado de terroristas con los que se reúne".

Creo que desde mi ignorancia jurídica pero analizando lo dicho por Catalá con mi razonable sentido común, la sugerencia o acusación del ministro tiene tintes de aberración no ya jurídica sino racional, fruto una vez más, de los calentamientos verbales de los que últimamente hacen gala y a los que desgraciadamente nos tienen acostumbrados tanto Catalá como otros ministros y significados personajes políticos del PP.

Si Catalá en su acusación pública a Podemos al que considera “próximo” a ETA ha utilizado como argumentario “juicios de valor” que son aquellos basados en valores y opiniones exclusivamente personales, morales o ideológicos, lo que tenía que haber hecho prudente y sencillamente, es cerrar el pico jurídicopico  y callarse.

Si lo que ha hecho –lo dudo- es un “juicio de hecho” neutro, del que está convencido racional y jurídicamente y tiene pruebas de lo que insinúa o acusa, debería investigarlo y juzgarlo si es posible en sus actuales circunstancias de ministro en funciones.

En cualquiera de ambas situaciones por su irresponsable ligereza en el primer caso o injustificable negligencia en el segundo, creo honestamente que el ministro de Justicia Catalá no reúne las mínimas cualidades para haber ocupado, ocupar o seguir ocupando la cartera que ostenta aún estando como está en funciones.

Si es posible cesar al ministro en las circunstancias actuales, ¿se ha planteado –lo dudo- el responsable de su nombramiento Rajoy el desaparecido cesarlo?

Si no lo hace, que no lo hará, esperemos que, en el corto espacio tiempo político futuro que se avecina, el ministro Catalá ministro actualmente en funciones, pase a ser “ministro difunto”… eso sí, que quede claro… en el estricto sentido político del término, que hay muchos con la piel política muy sensible y la boca… muy caliente. _______________________

Amador Ramos Martos es socio de infoLibre

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