Librepensadores

Huérfanos de la socialdemocracia

Amador Ramos Martos

Los hechos lamentables provocados, el pasado sábado 1 de octubre, en Ferraz, por la crisis brutal y cainita del PSOE, han venido a demostrarnos de forma reiterada que el problema de fondo y verdadero determinante de la crisis del Partido (ahora sarcásticamente más “partido” que nunca) Socialista (versión descafeinada del término) Obrero (el adjetivo resulta hilarante) Español (único calificativo verosímil de sus centenarias siglas) es solo un botón de muestra más de la grave crisis de credibilidad que ha conducido al hundimiento del modelo socialdemócrata a nivel global.

Mientras la socialdemocracia tanto a nivel nacional como europeo, no recapacite en profundidad con espíritu radicalmente autocrítico sobre las causas originarias de su actual decadencia –fruto de la degradación de su discurso ideológico, la dejadez por colaboracionismo pasivo de su función de avalista del contrato social garante del equilibrio y bienestar comunitarios que la versión aberrante neoliberal del capitalismo ha hecho añicos- seguirá su proceso imparable de degradación, carente como lo está, de un discurso creíble y adaptado al convulso tiempo histórico que estamos viviendo.

Sin discurso, sin credibilidad, me atrevería incluso a afirmar que sin dignidad por su ausencia de respuesta alternativa al “genocidio neoliberal”, la tan respetada por consenso socialdemocracia europea se apaga lentamente en un proceso quizás irreversible, que nos deja desarmados humana, social y éticamente a las puertas de una futuro de inquietante incertidumbre.

Pero lo más lamentable, la socialdemocracia, ignorante a sabiendas del malestar provocado por su deriva y de las desastrosas consecuencias sociales de sus políticas, se mantiene en su actitud engreída y soberbia –sigue sin entender el mensaje- ante los nuevos partidos de distinto pelaje ideológico, ¡cuidado con algunos! que crecen como setas por Europa y que han recogido y aglutinado la frustración, el desencanto, el sufrimiento y el miedo de tantos ciudadanos que fruto de las tibiezas, servidumbres, debilidades e incongruencias socialdemócratas, se quedaron políticamente huérfanos y... en la calle.

Volviendo al patio de Monipodio en que el PP –con la inhibición del PSOE– ha convertido a esta maltrecha España en los últimos años y obviando sus responsabilidades, el Comité Federal del PSOE jaleado por el coro de barones palmeros y con la perversa baronesa del nacionalismo andaluz del partido como estrella, para contribuir a la regeneración del partido y a la del país, no buscará la natural salida por la izquierda. No recurrirá a terceras elecciones, serían su tumba.

De forma congruente, mirando hacia otro lado e ignorando a sus bases, con su abstención y bajando un peldaño más en su proceso de degradación, la élite del PSOE elevará “democráticamente” por la vía rápida y por la puerta de atrás, otra vez a la Presidencia del Gobierno... al ejemplar y como ellos regenerador Mariano Rajoy.

Probablemente, confiarán –tras el secuestro de la voluntad democrática de militantes y votantes– en que el tiempo y un discurso sutil y marrullero pero bien engrasado ideológicamente y amplificado por sus altavoces mediáticos y diseñado a la medida de los verdaderos poderes ocultos vaya calando, difuminando y puliendo el actual cabreo de ciudadanos, votantes y militantes del partido hasta controlarlo.

Luego que no vengan las élites serviles del PSOE arrodilladas hoy ante sus mentores a lamentarse –si deciden investir como presidente del Gobierno a un candidato éticamente desnudo como Rajoy– si los hoy “huérfanos de la socialdemocracia”, sin olvidar el golpe y progromo políticos protagonizado por los viejos elefantes del partido, los ponen llegado el momento –que llegará más tarde o más temprano en forma de nuevas elecciones-, esta vez a ellos, “sin techos ideológicos”, políticamente, en la calle.

Amador Ramos Martos es socio de infoLibre

Más sobre este tema
stats