Lula: se puede ganar al fascismo
El fascismo fue derrotado hace muchos años por el comunismo exceptuando en España, donde fue al revés. El comunismo emprendió un camino distinto desde aquella destrucción del muro de Berlín. El fascismo se silenció y tuvo su islote en el franquismo español durante demasiados años. Pero estuvo muy atacado de verdad en países europeos como Alemania que lo vivieron en primera persona y, con el aprendizaje, lo anularon en tiempo de paz. En España todo ha sido algo distinto porque en tiempos de la llamada transición, algunos la llaman democracia, no se impuso la batalla silenciosa a su “ideología”, porque la amenaza estuvo siempre presente. Por eso, quizá hoy nos damos cuenta de que el gobierno de Felipe González, pese a sus mayorías absolutas, no pudo actuar libremente, cosa que supo muy bien su antecesor Adolfo Suárez. Quizá criticarle ahora no sea justo si sabemos que vivió con un arma virtual en la nuca por si se atrevía a cruzar algunas montañas prohibidas. Unas montañas que estaban insertas hasta en su propio partido siempre que hubiera acuerdos con aquellos valedores de la España UNA, que en aquella época estuvo algo devaluada por mor de los tiempos, pero que vemos hoy su resurrección debido a que Sánchez ha intentado aquello a lo que nunca se atrevió nadie: conectar con una Catalunya en parte secesionista que puede hacer peligrar ese sacrosanto calificativo de unidad. Y, válgame dios, incluso tener de socios a rojos malísimos y filoetarras, como ellos llaman ahora a cualquier persona que piensa distinto.
En Brasil, Bolsonaro llevó al desastre al país en muchos aspectos y eso ha valido para que Lula consiguiera votos. Aquí podemos tener el mismo caso, con una derecha que lo único que persigue es anular lo hecho por Sanchez
Pero Lula, en montañas lejanas como diría un tal Aznar, nos ha despertado la posibilidad de vencer al neofascismo de despachos que se ha impuesto en España de la mano de Ayuso, válgame dios qué líder, y de todo el grupo de esa derecha de Vox-PP, por orden ideológico y real político, que aplauden todo lo que sea el insulto y la provocación para estar cada día en la tv, pero que parece ser que da muy buenos resultados. Y algo tan poco consistente como una lideresa que no lo es y sus segundos que le siguen debido también a su falta de argumentos que convenzan a la sociedad normal, deberían ser la causa principal para que la izquierda española se uniera de una vez por siempre para poder vencer a algo con tan poco valor.
En Brasil, Bolsonaro llevó al desastre al país en muchos aspectos y eso ha valido para que Lula consiguiera votos. Aquí podemos tener el mismo caso, con una derecha que lo único que persigue es anular lo hecho por Sánchez y a seguir viviendo del enfrentamiento con Catalunya y Euskadi salvando al PNV, que cuando les interesa, le liberan del insulto y el desprecio. Porque su Unidad de España es su única estrategia. No hay más, y competir con inteligencia con esa pulserita de muñeca; debería ser sencillo vencerles si esta izquierda es capaz, por una vez, de entenderlo.
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César Moya Villasante es socio de infoLibre