Motosierra Milei

José Félix Sánchez-Satrústegui Fernández

Ignoro si el presidente de Argentina toma drogas, como insinuaba Óscar Puente. Yo opino, empero, que Motosierra Milei las produce en su organismo; es decir, que segrega estupefacientes que, como es lógico, provocan estupefacción y, en demasiados casos, grave adicción nazifascista.

Acostumbra a gritar acompañado de aspavientos coléricos, mirada agresiva y dedo acusador. Presumo que su «despeinado» habitual está en consonancia con lo que por debajo debe ser el movimiento estrambótico de sus neuronas.

«Hola a todos. Yo soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida. Lloran los zurdos sin entender, Panic Show a plena luz del día», comenzó el discurso durante la cita de la internacional neofascista en Madrid. Intentaba cantar con esta letra adaptada en la que dejaba ver, además de su voz rugiente, tanto su vesania como su odio al socialismo. 

«¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, es excremento humano», vomitó. Insultó a Pedro y Begoña llamándoles cobarde y corrupta, respectivamente. Antes ya lo había hecho con todo el que se le ha cruzado. A Petro le llamó asesino terrorista y comunista; a Boric, empobrecedor; a López Obrador, ignorante; a Lula, comunista corrupto; al papa, representante del maligno en la tierra, hijo de puta que predica el comunismo o sorete mal cagado… Cuando alguien insulta así, más que al que pretende injuriar se está definiendo a sí mismo.

Cuando alguien insulta así, más que al que pretende injuriar se está definiendo a sí mismo

Vino en viaje privado, aunque para justificarse quiso hacerlo público y consiguió reunirse con empresarios españoles del más alto nivel. Garamendi encabezaba el grupo de patronos machotes al hispánico modo. Las sonrisas del sumo piraña (si se me permite el cheli) parecían indicar coincidencias con la política económica y los valores del «baranda latinoché».

Este pocacrisma fascista, que afirma que «la justicia social es aberrante» y, por tanto, se alinea con la injusticia social, ha sido elegido presidente de Argentina; aprovechando la situación desesperada de una sociedad hundida tras crisis continuadas y sin esperanzas de futuro ha vencido frente a los fracasos de las políticas económicas en su país. No olvidemos, tampoco en nuestro entorno europeo y español, qué puede pasar en estos casos de frustraciones: que llegue un presunto salvador fantoche y de extrema derecha que, después de fracasar con sus recetas ultraliberales, se dedica a lo que mejor sabe: insultar y destruir, sobre todo, a las clases sociales medias y bajas. No olvidemos que muchos de los judíos que fueron gaseados por Hitler le habían votado en las elecciones.

Ha ocurrido en las elecciones catalanas, pero pasa en otras muchas: el partido de Abascal ha ganado en algunos de los barrios con renta más baja y con mayor porcentaje de parados. En las condiciones de crisis económica y de futuro, los jóvenes se inclinan hacia la extrema derecha. 

Hagan política, señores y señoras de la izquierda, mientras se defienden de bulos e insultos de los Milei, Abascal, Ayuso, Feijóo y adláteres de similar jaez. No dejen de hacer políticas sociales, o sea.

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José Félix Sánchez-Satrústegui Fernández es socio de infoLibre.

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