Ellos no se jubilan

Julián Lobete Pastor

El Círculo de Empresarios ha hecho pública una carta abierta a los futuros gobernantes y legisladores con una serie de propuestas sobre asuntos económicos y sociales diversos, pero que ha causado impacto en los medios de comunicación sobre todo por una propuesta de jubilación a los 68 años con la posibilidad de alargamiento en la actividad hasta los 72 años.

La verdad es que la propuesta concreta sobre las edades no figura en el documento escrito que se puede leer en la página web del Círculo, pero ha sido explicada posteriormente por el presidente de la institución.

El Círculo de Empresarios se constituyó en 1977 por iniciativa del ministro de industria con Franco y posterior gobernador del Banco de España, José María López de Letona, junto a destacados empresarios o directivos de empresa de la época como Claudio Boada, presidente del INI, Rafael del Pino ( Ferrovial) o José Luis Ballvé (Campofrío).

Fueron el equivalente económico a los aperturistas políticos del régimen, porque ellos también eran del régimen. “El cambio de régimen político propició el económico, la transición económica” dice Carlos Rodríguez Braum en su obra “25 años del Circulo de Empresarios, debate socioeconómico 1977-2002” que recoge la historia y el papel de la organización en esos años.

Los impulsores del Círculo se dieron cuenta, frente a otros empresarios con menos visión, de que la nueva realidad política, que aceptaban, les obligaba a jugar otro papel al que habían jugado durante el franquismo y a organizarse de manera diferente, para defender los mismos intereses.

La continuidad de apellidos de la oligarquía económica del franquismo en el Círculo hasta hoy se puede apreciar por la cantidad de apellidos de sagas e individuales que han presidido la entidad: Foncillas, Isasi-Isasmendi, Espinosa de los Monteros, Oriol, Vega de Seoane, Azpilicueta. Invito al lector a un recorrido por la página web de la institución. No estoy diciendo que el Círculo hoy sea franquista, digo que hay una continuidad indudable entre los que dirigían la economía franquista y los que hoy tienen un gran peso en la dirección de la economía.

Grupo de presión y lobby

El Círculo se presenta como un centro de reflexión, un Think-Tank, de ideas liberales, que defiende ideas y no intereses. Basta ver la composición de sus miembros y las empresas a las que pertenecen y los criterios sobre materias concretas y no sobre ideas que defienden, para que sea evidente que no es así. Es un grupo organizado de presión que defiende intereses concretos de determinados sectores, por supuesto legítimos, pero no los intereses generales que dice defender.

Tiene organización de grupo de presión, con secciones especiales dedicadas al parlamento, la judicatura, la administración pública, la defensa, y la educación. En el caso de los parlamentarios cuenta con el Programa de Empresas Parlamentarios (PEP) mediante el cual 28 promociones de parlamentarios y senadores (un total de 1.733 según la Memoria de 2022) han pasado por empresas y cursos de formación empresarial y a los que se otorga un diploma. Nada que objetar a que los parlamentarios visiten empresas y aprendan economía, pero cabe preguntar ¿qué ven y con quién hablan los parlamentarios cuando van a las empresas, también con los trabajadores, ven cómo éstos trabajan, con sus representantes; examinan las condiciones laborales y de seguridad e higiene en el trabajo?

Hay personas que pueden trabajar hasta los 72 años sin problema, pero otros muchos llegarán a los 68, si llegan, con una salud muy quebrantada

La propuesta sobre jubilación

El Círculo hace una propuesta sobre jubilación cuando muchos de sus integrantes no se jubilan, al menos del poder, que siguen sustentando ellos mismos o sus descendientes, a través de las sagas.

Además, la posesión del poder y del dinero debe ser un acicate muy fuerte para alargar la edad de jubilación hasta que la salud lo permita, aunque esperen unas jubilaciones muy generosas imposibles de alcanzar para los trabajadores normales. Y nadie dice que no trabajen, porque pasan fácilmente de un puesto directivo a otro, además de pertenecer a varios consejos de administración al mismo tiempo. No, los directivos del Círculo no saben lo que supone la jubilación para los trabajadores de a pie, ni siquiera los de sus empresas.

La propuesta de jubilación del Círculo se basa en el sistema de cuentas nacionales sueco fundado en una cotización mixta del trabajador. Un 16% de la base de su salario va a la cuenta nocional propiamente dicha a la que será su futura pensión pública, y otro 2,5 a cuentas financieras que gestionarán entidades privadas. Sin perjuicio de abordar en otro momento con más profundidad el sistema, llama la atención que éste abre un amplio campo a las empresas aseguradoras y financieras. Será casualidad que varios de los directivos del Círculo son a su vez directivos de aseguradoras y financieras? Defensa de ideas o defensa de intereses?

Por otra parte, se fija la edad de jubilación a los 68 años para todos, que puede llegar hasta los 72 con un sistema de incentivos. Hay personas que pueden trabajar hasta los 72 años sin problema, pero otros muchos llegarán a los 68, si llegan, con una salud muy quebrantada. Hay trabajadores y trabajadoras cuya vida laboral es durísima y que debería acabar como mucho a los 60 años. Cualquier sistema de jubilación debería tener en cuenta las realidades laborales y de salud de cada persona. Tanto como nos importa el respeto a la libertad individual, y obligamos a seguir trabajando a personas que no pueden seguir haciéndolo.

Derogar la reforma laboral

La carta abierta a los futuros gobernantes y legisladores critica la reforma laboral vigente aunque ésta ha logrado dos de los objetivos que el Círculo dice perseguir; la disminución de la contratación temporal y el aumento de la contratación fija. Lo que están diciendo al nuevo gobierno es que derogue la reforma laboral. Los objetivos del Círculo en esta materia no han variado desde su fundación por López de Letona: abaratamiento del despido, flexibilidad en la contratación, negociación de empresa y no sectorial, rebajar las cotizaciones empresariales.

En materia de vivienda solicitan hacer compatible el derecho a la propiedad con los derechos de los ciudadanos más vulnerables. Más apropiado sería hacer compatible el derecho de propiedad con el derecho a la vivienda.

En materia sanitaria, solicitan despolitizar el sistema sanitario e intensificar la colaboración público - privada, sin definir en qué consiste ésta. Una adecuada colaboración no puede significar deteriorar el sistema público para favorecer al privado, ni que éste se sustente en gran medida en la aportación de lo público.

El Círculo se erige en defensor de la figura del empresario, a lo que no hay nada que objetar, figura que por otra parte está consolidada en la sociedad española, sin perjuicio de que se puedan producir desafortunados comentarios por algún responsable público: el respeto debe ser mutuo, la sociedad al empresario y éste con la sociedad; y ello empieza por reconocer lo que cada uno es. El Círculo de Empresarios es un grupo de presión que defiende, legítimamente, repito, intereses sectoriales.

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Julián Lobete Pastor es socio de infoLibre.

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