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FRENTE A LA CRISPACIÓN, LOS DATOS

El PSOE, sumido en la incertidumbre, confía en su respuesta masiva para que Sánchez se quede

Miles de personas durante una concentración en la calle de Ferraz en apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sede del PSOE.

“Esto es como con una pareja. Sabe que la quieres. Pero hay veces que lo tienes que decir”. Así resume una de las personas con más poder del PSOE lo que pasó este sábado en la calle Ferraz, donde todo el partido unido (con su cúpula y más de diez mil simpatizantes) mandó un mensaje sin precedentes y multitudinario a su secretario general: “Quédate”. Con palabras y hasta bailes con Quevedo de fondo.

Los socialistas confían en que esta movilización histórica sirva para que Sánchez incline la balanza hacia el ‘sí’ después de estos días de reflexión. El presidente no emite señales, ni conversa con nadie. Sigue encerrado junto a su esposa. En el partido todos son conscientes de que la decisión que anunciará este lunes será tomada desde el lado más profundo y humano de Pedro Sánchez. 

El PSOE está sumido en la total incertidumbre, nadie se atreve a hacer un pronóstico. “La decisión la tomará él junto a su mujer, solo ellos lo sabrán”, comenta una fuente del Consejo de Ministros. Por eso todo el partido se afana en evidenciar el total respaldo y se lanzan mensajes de que merece la pena: “No pueden ganar los malos”. El PSOE aguanta la respiración en su interior y como señala una de las personas del núcleo duro del presidente: “Crucemos los dedos”.

Nadie quiere imaginarse el escenario de una renuncia y se rechaza que se esté diseñando un plan B por si hay que organizar una sucesión exprés. “Esa sería otra pantalla, no estamos en eso, confiamos en que siga”, resumen en la dirección del partido. La reunión del Comité Federal del sábado sirvió precisamente para hacer ese ejercicio de fortaleza socialista con la idea de tocar esa tecla para que Sánchez se quede. Siempre, como dicen, con el respeto personal por delante.

A la espera de un "renacimiento" de Sánchez

El partido vivió una movilización que ni en las noches electorales con más de diez mil personas en los aledaños de la calle de Ferraz. Allí se bailó al ritmo del remix de Pedro, Pedro de Raffaela Carrá o de Perra de Rigoberta Bandini, todo sazonado con cánticos como “Pedro valiente, Pedro presidente”, “Ista, ista, España es socialista” o “Fascismo no, democracia sí”. De hecho, de forma simbólica la reunión terminó sobre las 12.15 horas y los dirigentes del partido y del Gobierno salieron a la calle para fundirse con los simpatizantes. Siempre con la cabeza visible de María Jesús Montero, vicepresidenta primera y vicesecretaria general del partido, que gritó con los desplazados hasta allí “fuerza, fuerza”. Muchas miradas están puestas en ella si Sánchez da un paso al lado. Ella dice que tiene toda su energía concentrada en hacer que el presidenta resista.

Sánchez sigue en soledad, junto a su familia, estas horas de convulsión. No habla con nadie y sólo ha despachado asuntos de trabajo con su director de gabinete, Óscar López. Ni siquiera se ha comunicado el formato ni cuándo ni dónde hará pública su decisión este lunes. La sensación en el Comité Federal a ratos tenía aires de funeral y en otros momentos se elevaba a terapia y euforia colectiva, una inestabilidad como el propio cielo de Madrid que a veces empapaba a los concentrados y otras les acariciaba con el sol de primavera.

Por eso, muchos dentro del partido esperan que este último cartucho de movilización, de respuesta multitudinaria a la carta, sirva para un nuevo “renacimiento” del líder del PSOE, que nunca había desnudado sus sentimientos de esta manera. “Es que él es persona, a mucha gente se le había olvidado o ha querido que se olvidara”, comentaba otro de los miembros del Comité y uno de los que estuvo junto a él cuando cogió el coche en aquella imposible carrera de las primarias contra Susana Díaz.

"Begoña, compañera, estamos todas contigo"

Y la voz del partido la puso principalmente María Jesús Montero, que arrancó el Comité Federal con la idea de que “merece la pena”. "Basta de mentiras, de bulos de violencia verbal, presidente estamos contigo", señaló ante la cúpula del partido, donde muchos dirigentes no pudieron esconder las lágrimas como Pilar Alegría, Patxi López, Iratxe García y Pedro Casares. “Merece la pena que ganen los buenos”, clamó la también ministra de Hacienda. Pero, además, ese apoyo lo quiso materializar en la esposa de Sánchez: “Begoña, compañera, estamos todas contigo”. Esto provocó que todos los asistentes se pusieran en pie,

Para lanzar además Montero esta reflexión: "Las mujeres de este país sabemos lo que cuesta desarrollar una carrera. Sabemos las renuncias que hacemos en nuestra vida familiar cuando tenemos una responsabilidad. Sabemos que se nos mira siempre con lupa y que se nos exige siempre más. No queremos que nos vuelvan a arrinconar en las casas. No queremos que se nos anule profesionalmente. No queremos que se nos utilice como diana por parte de sectores machistas que no han entendido nada de lo que significa la igualdad".

El Comité Federal sirvió para poner también sobre la mesa una profunda reflexión sobre lo que significa la democracia y el clima de crispación que se vive, a juicio de los socialistas, por la oposición del Partido Popular y de Vox. Por eso, los integrantes del órgano durante sus intervenciones trasladaron la idea de que no está en juego sólo el PSOE, sino la propia democracia, como indicó el presidente de Asturias, Adrián Barbón.

El PSOE mira a su historia: "¡No pasarán!"

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Además, los socialistas pusieron sobre la mesa la propia historia del partido para apelar a Sánchez para que siga. El “¡No pasarán!” fue un grito que se escuchó durante toda la mañana del sábado en la calle Ferraz. Además, por ejemplo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, uno de los hombres con más tirón en el partido, apeló al espíritu de su abuelo Antonio, que estuvo preso durante el franquismo y al que apaleaban a diario en la cárcel en Valladolid. 

Muy directo fue el líder del PSE-EE, Eneko Andueza, que acaba de aumentar en dos escaños la representación en el Parlamento vasco. Le recordó al presidente la historia del partido y de lucha: “Tienes que pensar en la gente que murió en las cunetas, en las tapias de los cementerios, en los que sufrieron el exilio, la represión, la prisión. En esos viejos socialistas que iban a votar vestidos con sus mejores galas porque sabían que en el voto se les iba la vida. En los socialistas que teníamos que mirar debajo de los coches y mirábamos atrás a nuestros familiares porque no sabíamos si los íbamos a volver a ver. Piensa en todos ellos, en el país, en la democracia, en lo que queda por hacer. Vas a seguir y vamos a seguir todos contigo”.

Otro de los mensajes más esperados llegó por parte del líder del PSC, Salvador Illa, quien compartió con el presidente los días más duros durante la pandemia. Volvió a Madrid para el Comité a pesar de estar de campaña en Cataluña: “Nada me hará más ilusión, Pedro, que contar con tu presencia, lo antes que sea posible”. Hasta el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acudió a la reunión para expresar desde la tribuna que comparte el dolor de Sánchez. El PSOE nunca antes había estado tan unido. Y ahora cruza los dedos.

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