Daniel Basteiro asumió la dirección de infoLibre días antes del confinamiento por la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020. Cinco años después se despide de este diario para incorporarse a la agencia de noticias global Bloomberg como corresponsal político en España. El periodista gallego destaca de infoLibre su modelo basado en la suscripción de socias y socios “que se comprometen con la información”. Una manera de ”ganar la batalla a la desinformación” gracias a “una sociedad civil exigente, a la que difícilmente se puede engañar”.
“infoLibre cumple esta semana 12 años. Yo cumplo cinco como director y creo que es un buen momento para hacer balance, ver lo mucho que hemos conseguido entre todas y todos y pensar en el futuro. infoLibre ha presentado esta semana las cuentas del mejor ejercicio de su historia, el de 2024. Hemos cubierto muchos asuntos, entre ellos la crisis en las residencias y el protocolo de la Comunidad de Madrid, además de muchísimas investigaciones internacionales exclusivas y el intenso día a día político, social y cultural. Estos años han sido de crecimiento para el proyecto y también para mi, por lo que no puedo estar más que agradecido a la redacción y al amplio equipo que hace posible este medio de comunicación. Al mismo tiempo, es momento de una reflexión personal y, en mi caso, de un cambio para seguir aprendiendo y progresando. Creo que los cambios son buenos y necesarios para las personas, las empresas, las organizaciones y la política. En un momento de aceleración constante, infoLibre ha demostrado ser una historia de éxito. Ha sabido reinventarse, navegar etapas muy complicadas y consolidarse. Y ahora le toca seguir dando pasos con un nuevo impulso y construyendo sobre lo mucho que ya hay. infoLibre tiene una larga vida como proyecto autónomo, sólido, independiente, ético y financiado sobre todo por sus socias y socios, que como sociedad civil organizada le dan sentido”.
“Es una delegación de competencias. Se trata de asumir de manera conjunta entre Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional algunas competencias. Los Mossos son cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Todo se hace al amparo de la Constitución Española, del Estatuto de Cataluña y de las leyes en vigor. Yo sé que hay mucha manipulación e intereses puestos en cuestiones como estas, que están siendo utilizadas por la extrema derecha para fomentar el odio al diferente y al migrante. Lo importante es lo que dice esa proposición de ley, que simplemente articula una manera de gestionar de manera diferente, donde estén más cuerpos y más administraciones presentes. Junts per Catalunya, por supuesto, dirá que es una delegación integral y que la Generalitat va a tener unas competencias inauditas. El Partido Popular probablemente diga que se rompe España. Lo cierto es que es un acuerdo con mucho contenido técnico. El president Salvador Illa, del PSC, ha dicho muy claramente que catalán es toda aquella persona que vive en Cataluña y trabaja para mejorarla. La inmigración es una realidad pero también una necesidad. Acoger y respetar, saber que hay otras personas en el mundo que quieren un futuro mejor y que pueden ayudar a construir el nuestro es un gesto de civismo. Azuzar el odio entre personas como hemos visto en otros países solo nos lleva al desastre”.
“Es perfectamente posible que González Amador se libre de la cárcel. Hay una oferta de pacto sobre la mesa, ofrecido por esa Fiscalía tan malvada que quiere destruir a Isabel Díaz Ayuso a través de su pareja. Lo que hemos conocido esta semana es que la Audiencia Provincial de Madrid avala que se investigue a González Amador por otros delitos. González Amador, “Alberto Quirón”, es protagonista de una situación judicial paradójica. Mientras él reconoce a través de su abogado su propio fraude instiga una operación para hacer caer al fiscal general del Estado, de quien depende una investigación de delitos que él ha cometido. Estamos ante el mundo al revés, pero España es un Estado muy garantista y su justicia también lo es. Solo así se explica que el caso del fiscal general del Estado haya avanzado muchísimo frente al caso de González Amador, que ha dispuesto de numerosos aplazamientos. Solo así se explica que el jefe de Gabinete de la Comunidad de Madrid, una persona pagada con dinero público, pueda dedicarse a esparcir bulos amparado en la libertad de expresión sin que nada le ocurra. Esto es lo contrario a una dictadura. Creo que es un caso paradigmático del mundo en el que vivimos, de cómo el partidismo y el sectarismo inunda los tribunales de justicia”.
“El Partido Popular, Génova, no ha retirado su apoyo a Mazón porque no puede forzarlo a dimitir. Mazón es en este momento más poderoso que Alberto Núñez Feijóo y eso que Mazón es una persona que huye, que cambia de versión, que más que un equipo de asesores políticos tiene un equipo de asesores jurídicos para ver si evita hacer frente a sus responsabilidades. Es patente. Así nos lo cuentan en el Partido Popular, así lo han publicado muchísimos medios, entre ellos infolibre. Hay un descontento con Mazón, con cómo ha gestionado la crisis, con cómo dejó de estar donde tenía que estar como presidente de la Comunitat Valenciana el día D a la hora H, cumpliendo con su trabajo, ganándose el sueldo y salvando vidas. Feijóo no es capaz de hacerle dimitir por más que le gustaría. Esto no habla nada bien del poder de Alberto Núñez Feijóo, que es más bien una especie de gerente de barones con poder real, porque tienen poder institucional, porque son presidentes y presidentas autonómicos, que un verdadero líder con un proyecto con mando en plaza y con la posibilidad de actuar ya que la situación de Mazón es gravísima.
“Los gastos en defensa son muy impopulares, sobre todo en un país que necesita reforzar sus servicios públicos. Y me refiero a la sanidad y a la educación. Pero los ejércitos son una realidad en nuestras sociedades. España tiene uno. La pregunta es si tiene que ser más fuerte y coordinado con los demás efectivos dentro de la Unión Europea. A mí, como concepto, los ejércitos en sí no me producen ningún tipo de ardor patriótico. No me gustan per se. Sin embargo, tampoco me entusiasma tener un cuerpo policial. Me gustaría no tenerlo porque no hubiera delitos. Me gustaría que no hubiera inspectores de Hacienda o de trabajo porque no hubiera fraude laboral o fiscal. Me gustaría que no hubiera un ejército porque no hubiera guerras, pero la realidad que vivimos es muy distinta. Vemos actitudes alarmantes de dos súper poderes, EEUU y Rusia, mientras un tercero que espera pacientemente, China. Ninguna de esas potencias está en condiciones de defender a Europa. ¿Quién nos va a defender cuando venga alguien que nos ataque? ¿Tiene Europa que tener una autonomía en materia de defensa para defenderse por sí sola, por ejemplo, de agresiones en la propia Europa, como la de Putin en Ucrania? Yo creo que sí”.
“No está claro el objetivo de Donald Trump ni cuánto tiempo tiene para conseguirlo. De momento ha empezado muy fuerte. Cada día nos levantamos sobresaltados con el último discurso, la última amenaza, el último desplante, la última humillación, los últimos aranceles que anuncia que va a introducir. Trump tiene prisa, sabe que lo que está haciendo es radical y no tiene precedentes. Puede causar, como él reconoció ante el Congreso y el Senado, en una reunión conjunta esta semana, algún tipo de disrupción y dolor. Y tiene en torno a año y medio para poder llevar adelante su política, que claramente supone un cambio en el orden mundial. A Trump no le gusta la Unión Europea, no le gusta nuestro modelo social, económico, de valores y de derechos. A Trump no le gusta el multilateralismo, las Naciones Unidas, la OTAN, aquellas organizaciones internacionales donde haya que hablar con los demás, ponerse de acuerdo, con legislación internacional vinculante y obligatoria. Trump solo tiene una lógica y es la del poder. Y estamos transitando desde un mundo de organizaciones internacionales, legislación y consensos a un mundo de esferas de influencia. Tanto tienes, tanto vales. Trump, Putin y Xi controlarán cada uno una parte del territorio y los demás que se apañen”.
“Esto, de nuevo, tiene que hacer reflexionar a Europa sobre si quiere ser un actor de peso más o alguien supeditado a uno de los grandes superpoderes. Trump tiene muy claro que viene a hacer una enorme disrupción, a darle una patada al tablero y no le importa nada ni nadie salvo sus propios intereses. Es un líder democráticamente elegido conforme a las leyes en vigor y por eso tiene legitimidad para actuar en el marco de las de las competencias y de la legislación, algo que también está intentando forzar. Del mismo modo, Europa tiene un amplio margen para ponerse las pilas y empezar a contar más en el mundo. Es curioso que Estados Unidos no deja de atacar a Europa. Dice incluso que la Unión Europea fue creada para fastidiar a los Estados Unidos, cuando en realidad la Unión Europea o las organizaciones que vinieron antes fueron creadas para evitar la guerra a través del comercio. En otras palabras: naciones que negocian y que comercian entre sí y de esa manera se vinculan, tienen intereses compartidos y no les interesa la guerra. Europa no quiere romper su alianza con Estados Unidos, pero dos no bailan si uno no quiere”.
“La extrema derecha en España se mueve y progresa gracias a la desinformación. El odio mueve más que la razón en estos momentos, ayudado además por la tecnología. La mentira viaja más rápido en las redes sociales que la verdad. Tú puedes lanzar una mentira, además muy emocional, pero necesitarás muchísimo más tiempo para explicar razonadamente la verdad. La extrema derecha lo sabe en España y en otros países que, por cierto, son un spoiler de lo que podría pasar aquí. Lo hemos visto en Estados Unidos. Trump es el gran valedor de Abascal y Abascal está encantado de hacerse fotos con él. Cree que con eso le da ya una pátina de respetabilidad. Cuando vemos a Elon Musk tuitear sobre las elecciones alemanas y apoyar allí a Alternativa por Alemania, o tuitear sobre España, Cataluña, o tantas cosas, lo hace propagando bulos y mentiras en una red social que ha comprado. Todo encaja en un proyecto radical, populista de extrema derecha. En Europa hay que hacer una reflexión sobre por qué no hay una gran red social europea que sea popular y que pueda someterse a unas reglas democráticas y razonables hechas en Europa. Y creo que también hay que reflexionar sobre cómo los medios de comunicación pueden combatir todas estas mentiras. En infoLibre, modestamente, lo intentamos”.
“Trump en España puede hacer más o menos gracia hasta que sus aranceles contribuyan a destruir el campo español, los sectores del aceite de oliva, del vino o de las aceitunas, del aluminio y tantos productos que exportamos a Estados Unidos. Vox está ahora en una situación imposible. Es el delegado de Trump en España, pero no cree que sean convenientes los aranceles. La válvula de escape para Vox es culpar a Bruselas, algo que es un clásico, pero eso no se lo cree nadie. A Trump le da igual España y la Unión Europea. De hecho, la considera una amenaza. A Trump solo le interesa Estados Unidos y, en concreto, él mismo y los magnates tecnológicos y las personas con las que hacen negocio de la política. Ese negocio de Trump con los aranceles es incompatible con un campo español que pueda seguir operando en condiciones de normalidad en el mercado global. Antes o después se va a ver la contradicción y cómo hay una derecha que enarbolando la bandera de España y poniéndose la pulserita en la muñeca en realidad lo que está haciendo es perjudicar a los intereses de España para favorecer a los de un país extranjero como Estados Unidos”.
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