Es difícil exagerar la importancia de Martin Scorsese en la cultura de su tiempo. Cada década desde que debutó ha dejado al menos una obra maestra dirigida por él. Taxi driver, Toro salvaje, Uno de los nuestros, Casino, Infiltrados, El lobo de Wall Street o Los asesinos de la luna estarían entre sus obras destacadas.
Junto a ellas otro puñado de películas impresionantes, también series como Boardwalk empire o Vinyl, y no ficción como el documental Supongamos que Nueva York es una ciudad, entrevistando a su amiga Fran Lebowitz.
Es además una figura adorada en la profesión, en la música, en la cultura. Acepta muchos de los numerosos cameos que le ofrecen. Se ha casado cinco veces y ha tenido tres hijas. Francesca, la pequeña, lo ha convertido también en una estrella de las redes sociales.
Cinco episodios que pasan volando
Es Marty para los amigos, Mr. Scorsese para Rebeca Miller, directora de cine que ha hecho una serie documental sobre el director en cinco deliciosos episdodios que pasan volando.
Es tal la densidad creativa de Scorsese y está tan impecablemente contada que no sobra un minuto y muchísimas cosas quedan fuera en estas cinco horas recogidas para Apple TV, plataforma con la que el cineasta lleva años colaborando.
Todo está en la infancia
El origen de Scorsese define toda su vida y su obra. Nieto de sicilianos, pequeño y asmático, se crió como católico en las duras calles de Little Italy, en Nueva York. Algo especialmente complicado tras haber tenido que abandonar una casa mejor en un barrio más tranquilo.
El ambiente masculino, peligroso, con arrebatos de violencia y muy cercano a la mafia de su barrio se transforma en arte en sus películas. También la forma de relacionarse italoestadounidense, con cameos incluidos de sus padres en varias ocasiones.
Experiencia más arte
Siendo adolescente, descubrió un mundo completamente nuevo para él unas calles más arriba de su barrio, en la propia Manhattan, en la universidad. Su inteligencia sagaz quedó deslumbrada con la nouvelle vague francesa, el neorrealismo italiano o el nuevo cine independiente de John Cassavetes.
Inmediatamente unió la violencia que veía desde la ventana contada con honestidad con una cinematografía experimental e innovadora. Con tropiezos y altibajos, en cada proyecto perfeccionaba el virtuosismo con la cámara, con la música y con la dirección de actores.
Una narración fluida
Rebeca Miller ha tenido acceso ilimitado a los archivos personales del cineasta y ha reunido a una apabullante muestra de sus colaboradores para repasar su figura. Ha seguido un orden cronológico y ha dejado que los temas vayan emergiendo con naturalidad.
Entre los participantes se encuentran sus actores principales. Robert de Niro y Leonardo di Caprio, especialmente. Con de Niro, Scorsese ha hecho diez largometrajes; con DiCaprio, seis, y al menos uno más en camino, What happens at night, también producida por Apple, que se rodará previsiblemente en febrero de 2026.
El genio no trabaja solo
El documental resalta cómo algunas personas que han trabajado con Scorsese, como estos dos intérpretes, la montadora Thelma Schoonmaker o los guionistas importantes en su carrera, Paul Schrader y Nicholas Pileggi, por ejemplo, son considerados colaboradores del director.
Se va trazando una coralidad de lo que supone el trabajo en el cine y la creación de unas obras completas. No podemos saber lo que se omite, pero sí disfrutar de lo que se comparte, la trayectoria de un director obsesivo, inteligentísimo, con una coherencia temática que recorre su filmografía sobre el pecado, el mal o la redención.
Una directora curtida
Entre los muchos testimonios que se recogen se encuentra el del intérprete Daniel Day-Lewis, esposo de la directora, que ha participado en The gangs of New York y protagonizado La edad de la inocencia.
Miller ha dirigido y escrito varias películas de ficción, como La vida privada de Pippa Lee y otro documental, esta vez sobre su padre, el dramaturgo Arthur Miller. Su madre fue una destacadísima fotógrafa estadounidense de origen austriaco, miembro oficial de la mítica agencia Magnum.
Rebeca Miller es pues una representante de la élite cultural de Estados Unidos al servicio de la biografía de un hombre hecho a sí mismo por excelencia, sin padres ni padrinos en el negocio, sin dinero ni financiación para todos sus primeros proyectos.
La lucha entre dos tipos de cine
Otro de los testimonios más destacados del documental es el de Steven Spielberg. El director de E.T. admira profundamente a Scorsese y lo pregona abiertamente. Afirma que sus películas le han removido hasta las entrañas.
Ver másQuique Peinado y 'Supongamos que Nueva York es una ciudad', el humor que se deshace "de 400 capas de pedantería"
Por su parte, Scorsese explica cómo el estreno de Tiburón, primer éxito de su amigo, en 1975, seguido de La guerra de las galaxias supuso un golpe mortal para el cine independiente de autor. Un golpe a la época que tan bien contó Peter Biskind en su libro Moteros tranquilos, toros salvajes.
Los temas de Scorsese
El mejor testimonio lo da el propio autor. Con su simpatía, sus legendarias cejas y su habilidad para el autoanálisis. Nueva York, la capacidad humana para el mal, la religión, la ambición desmedida, el amor al pecador, la cultura inmigrante italiana en Estados Unidos, el rock, la droga y otros excesos, el machismo o la enfermedad mental, forman trozos de su memoria.
La digestión que su mirada hace de este cóctel ha creado una obra asombrosa, una de las más importantes y profundas de un cineasta vivo. Y todavía hoy sigue fresco, inquieto y en activo a sus 83 años, lleno de nuevos proyectos. Larga vida al señor Scorsese.
Es difícil exagerar la importancia de Martin Scorsese en la cultura de su tiempo. Cada década desde que debutó ha dejado al menos una obra maestra dirigida por él. Taxi driver, Toro salvaje, Uno de los nuestros, Casino, Infiltrados, El lobo de Wall Street o Los asesinos de la luna estarían entre sus obras destacadas.