Cannes: Jornada de nieves, pero no tanto de bienes, con Egoyan y Bilge Ceylan

noticine.com / infolibre

El Festival de Cannes reunió en esta segunda jornada competitiva dos films de veteranos conocidos en los que los paisajes nevados predominaron. Y mientras el sol brillaba en las cristaleras del Palais des Festivals, Atom Egoyan patinó en el hielo del thriller pederasta con The Captive, y Nuri Bilge Ceylan, a la largo de más de tres horas diseccionó con Winter Dream de nuevo las relaciones humanas para regocijo de los amantes radicales del cine de autor.

Nos somos los únicos en pensar que los dos nortes que orientan la política de selección de Cannes: la devoción hacia el cine francés y sus compañías (cuando trabajan con directores extranjeros) y la fidelidad a los miembros de la "familia" (esos cineastas que han tenido películas años precedentes en alguna sección y que fueron "lanzados" por Cannes), tiene ocasionalmente nefastos resultados. El primero fue el caso de Grace of Monaco y el segundo es este viernes el de The Captive, un mediocre thriller de Atom Egoyan, veterano de un certamen donde ya ha estado a concurso en seis previas ocasiones (en una de las cuales, con The Sweet Hereafter logró un Premio Especial del Jurado).

En The Captive, vemos a un padre (Ryan Reynolds), que perdió a su hija pequeña, secuestrada en un instante de ausencia de su propio automóvil, y de la que ocho años después aparecen indicios que apuntan a su posible supervivencia. En efecto, ha estado en manos de una red de ciberpedófilos, y el desconsolado y autoculpabilizado papá avivirá los esfuerzos de la policía, al frente de la cual encontramos a la hispana Rosario Dawson.

El canadiense de origen egipcio-armenio Egoyan se ha dedicado en los últimos años a dejar atrás sus sólidos dramas psicológicos del pasado para hacer cine morboso y más comercial, aunque sin abandonar del todo ese "aura autoral" que de tanto le ha valido. Pero no logra darnos gato por liebre... The Captive, con una trama no muy distinta a la de Prisoners, de su compatriota Denis Villeneuve, con el trasfondo de esa pedofilia que muchos se empeñan en calificar de marginal cuando las crónicas diarias nos dicen lo contrario, perece bajo el peso de un enrevesado guión que naufraga en medio de las incoherencias y los detalles que entierran en medio de la nieve de Ontario cualquier atisbo de credibilidad.

Conforme los copos van cayendo a lo largo de casi dos horas, The Captive se desdibuja sin que quede rastro del interés y la intrigaThe Captive  con la que se inició. Al final, queda esa frecuente sensación en Cannes, la de que se valoran los apellidos de los directores más que sus trabajos. Este es sin ninguna duda indigno de figurar en un festival de este teórica categoría.

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También hay mucha nieve, pero cae durante una hora más, en Kis Uykusu / Winter Dream ("Sueño de invierno"), el film de otro veterano de la competición "cannoise" y del panorama internacional de festivales, el turco Nuri Bilge Ceylan, quien vuelve a convertir a su amada región de Anatolia en el escenario de un dramón de personajes torturados. Sobre el papel, esta historia sobre tres personajes en un hotelito perdido, una pareja madura y en declive, y la recién divorciada hermana de ella figura entre las favoritas de esta edición.

Y la sorpresa no llegó. El autor de Uzak / Distant, uno de los representantes señeros del cine de autor más riguroso (o tedioso, según se mire), da más de lo mismo. Lo que le gustan son las historias densas y profundas, que tienen sin duda su público, pero no es el mayoritario. Prueba de ello es que la distribución que tienen sus películas es muy limitada.

En este caso, el turco, que ha rendido junto a sus actores público homenaje a los mineros muertos en un trágico accidente esta semana, se toma su tiempo, tres horas y cuarto, para tras un largo preámbulo en el que disfruta con el paisaje de Anatolia, a la que metafóricamente llegan las nieves del invierno igual que el frío en la relación de su pareja protagonista, entra en materia para otras no menos largas secuencias de diálogos (más bien discusiones) entre sus personajes. Al final hubo aplausos, y el premio no sería de extrañar, ya que Bilge Ceylan se ha llevado tres en el pasado (aún no la Palma), pero tanta densidad pedía a gritos aire, aunque no sea tan fresco el de la hoy cálida Croisette.

El Festival de Cannes reunió en esta segunda jornada competitiva dos films de veteranos conocidos en los que los paisajes nevados predominaron. Y mientras el sol brillaba en las cristaleras del Palais des Festivals, Atom Egoyan patinó en el hielo del thriller pederasta con The Captive, y Nuri Bilge Ceylan, a la largo de más de tres horas diseccionó con Winter Dream de nuevo las relaciones humanas para regocijo de los amantes radicales del cine de autor.

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