Cultura

Cuando la cultura se queda en casa

Un concierto de Pon un cantautor en tu salón.

Cada vez que Quela Faubel iba al concierto de algún cantautor terminaba en casa de algún amigo en corrillo, tocando bajito, para continuar la velada sin molestar. Aquellas experiencias íntimas, cercanas, le hicieron pensar que sería bonito compartirlas con otros. O al menos proporcionárselas.

De ahí surgió hace más de tres años el proyecto Pon un cantautor en tu salón, que desde entonces ha llevado a cuarenta apartamentos de Valencia, a razón de una cita mensual, la voz y el sentimiento de artistas nóveles y consagrados como Javier Álvarez, Diego Ojeda o Lucas Masciano.

Puede ser la crisis o, simplemente, las ganas de innovar.

La cuestión es que cada vez se pueden ver más de estas iniciativas de Cultura a domicilio. Luis Vivanco puso en práctica su apuesta, Teatro en tu casa, en Coruña hace solo unos meses. “El proyecto nació para buscar una salida como actores y también como una iniciativa basada en el microteatro”.

El quid de su compañía, con ocho profesionales duchos en todos los ámbitos de la producción teatral, de la dirección a la dramaturgia o la interpretación, reside en proveer espectáculos de texto originales de alrededor de 20 minutos concebidos expresamente para una habitación: el baño, la cocina, el salón… Y si se quiere, también pueden producir otras piezas bajo demanda, lo que llaman el Teatro a medida.

“Cualquier persona o empresa que quiera organizar un evento, como una fiesta de aniversario de bodas, nos cuenta lo que quiere representar y nos adaptamos”, señala. “Y está funcionando muy bien”. Especialmente, según cuenta, con las empresas, como una editorial que contrata asiduamente sus servicios para representar extractos de los libros que presentan.

Al no usar escenografías, ya que se valen de la habitación como contexto para sus historias, reducen considerablemente los costes. También se circunscriben por ahora –aunque con pretensiones de expandirse en un futuro- a Coruña y alrededores. “Por política no te puedo decir cuánto cuesta”, dice el actor, “pero te puedo asegurar que las tarifas son muy asequibles”.

Diferente vocación tiene el proyecto Pon un cantautor en tu salón, completamente sin ánimo de lucro. Al artista se le paga a través de las aportaciones voluntarias del público, en torno a los seis euros, con las que también se compran algunas bebidas para acompañar. 

El escenario, en este caso, se va moviendo con los propios conciertos, siempre por Valencia aunque con escapadas puntuales a ciudades como Barcelona u Oxford. Es la misma gente que ha acudido a alguno de estos eventos la que ofrece su piso para futuras ediciones y, dependiendo del tamaño, desde la organización gestionan qué cantante llevar, aunque normalmente el aforo suele ser de entre 30 y 40 personas. 

“La idea es experimentar con la música de autor jugando con el contexto, que es el espacio cotidiano”, concluye Faubel. “Buscamos la interacción directa con el músico, una cercanía extrema, porque está sentado a centímetros y también por la cercanía emocional".

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