Arte

El intenso viaje de la ilustración española

'Pisco'.

Si una imagen vale más que mil palabras, las 67 ilustraciones expuestas en el Spanien-Kultur Kunstraum de Berlín tendrán que aportar, por lo menos, la misma información que un tratado. El texto visual habla de una profesión pintada de tonos alegres y positivos, de creatividad sin fronteras y de influencia internacional. Lo escriben 28 jóvenes ilustradores nacionales, hombres y mujeres de media en los treintaypocos, hechos a sí mismos, en constante movimiento y, por lo demás, poco o nada relacionados entre sí en sus variopintas prácticas.

El color del optimismo, una exposición itinerante que ha comenzado su periplo en la capital alemana (hasta el 7 de febrero), quiere erigirse en el primer gran homenaje a estos “artistas globales”. Los califica así el comisario de la muestra, Mario Suárez, también autor del libro Ilustradores españoles (Lunwerg), donde amplifica su labor como detector de talentos compilando la obra más destacada de los 136 ilustradores que han marcado el rumbo de la profesión en los últimos 20 años.

La muestra berlinesa, que se trasladará a diferentes ciudades a lo largo de los “próximos dos o tres años”, aunque no tiene las fechas aún cerradas aspira a viajar por Europa, EEUU, México y Canadá y, posiblemente, finalizar su periplo en España. “Abarca el espectro de una nueva generación que ha estado trabajando mucho fuera y que está promocionando de manera brillante la Marca España”, dice el comisario, que ha seleccionado a un elenco de artistas que van desde nombres reconocibles, como Paco Roca o Luis Úrculo, a otros en plena efervescencia, como Marta Altés, Mikel Casal,Carla Fuentes o Ricardo Cavolo, “cada uno representante de diferentes estilos, técnicas y disciplinas”.

Del collage a lo digital o, como apunta Suárez, “de la artesanía pura a la artesanía digital”, cada cual trabaja como quiere y para quien puede: desde publicaciones como el The Wall Street Journal, Playboy o The New Yorker a libros infantiles o para adultos, conocidas marcas de ropa o calzado (Zara, Nike...), grupos de música, ilustrando la cartelería de restaurantes (Úrculo realizó la del madrileño Ramsés), realizando el grafismo de compañías artísticas como el Circo del Sol...

Si hubiera que buscar un hilo que uniera a estos ilustradores sería, dice Suárez, su enfoque en Internet y las redes sociales. A través de ellos, señala, se han convertido en “sus propios representantes”, y los utilizan como plataforma para dar a conocer su labor. “Se han buscado ellos las castañas, llegando a tener centenares de miles de seguidores, como Paula Bonet o Gabriel Moreno”. También, salvando las distancias de la creatividad personal, el comisario percibe en el campo de la temática cierta tendencia a la crítica social.

“Como cualquier artista, los ilustradores analizan la situación y el contexto en el que viven”, apunta Suárez, que subraya el carácter “sarcástico” de esta visión pluriforme de los ilustradores sobre el mundo en crisis. “Esta es la primera gran exposición de esta nueva generación porque a la ilustración se le ha considerado un arte menor, pero de toda la vida se ha trabajado de manera brillante”, asegura, para recordar los trabajos de Dalí para la revista Minotauro, las cerámicas de Picasso o las creaciones de Mariscal o, en los noventa, de Jordi Labanda (que es, por cierto, el único superviviente de la criba de ilustradores que ha realizado estas navidades el magazine del diario La Vanguardia).

Si hubiera que añadirle un extra a la capacidad de los jóvenes ilustradores sería el hecho de que sus productos, frente a opciones más conceptuales, son fácilmente accesibles. “La ilustración es más cercana de ver, de observar y de admirar, no le hacen falta grandes contextualismos”, explica el comisario. Esta conexión se traslada también a lo comercial, ya que son muchos los ilustradores que venden sus obras –ya sean dibujos, grabados, serigrafías… o incluso otras piezas de otras disciplinas artísticas- en galerías comerciales “y a precios más populares”.

Este “gran momento” que vive la ilustración española es el que ha dado título a la exposición, que quiere tanto dar a conocer como plantear un homenaje. "Ellos están aportando positividad a las páginas de los periódicos, a las redes sociales... y están añadiendo color a nuestras vidas con un carácter crítico". 

Créditos de las imágenes:

1. Paula Bonet, 'Dona iceberg'.

2. Gabriel Moreno, 'Love me'.

3. Marta Altes, 'I am an artist'.

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