‘Fargo’, mucho más que un lugar, una forma de hacer justicia en un mundo absurdo

Imagen promiconla de la última temporada de 'Fargo'.

Fargo se reinventa en cada temporada. La quinta, que se está ofreciendo semanalmente en Movistar+, ha vuelto a la más reconocible esencia de la película que estrenaron los hermanos Ethan y Joel Coen en 1996.

Tras una cuarta entrega alejada del canon, la acción vuelve al feo invierno de Minnesota. Reaparecen los planes criminales que salen mal y retorna el sentido común femenino a resolver las situaciones enmarañadas.

Desmontando a Fargo

Fargo no es un lugar, aunque también lo es. Fargo se ha convertido en algo reconocible para su audiencia y nadie mejor que el portador de su antorcha, Noah Hawley, el creador de la serie, para definirlo.

“Es este género de crimen con este elemento de absurdo y una vena filosófica que también trata de la decencia humana básica y de la exploración de lo que significa ser americano. Y como todos estamos en peor situación por las fuerzas del capitalismo americano que destroza a tanta gente” explica a The Hollywood reporter sin siquiera ser preguntado por ello.

Sacar una fórmula de donde no la había

Frío, abuso, chapuza, humor, calor de hogar, decencia... Son elementos que podrían haber parecido inconexos a cualquiera, pero Noah Hawley se fue a ver a los hermanos Coen hace más de una década y les convenció de que el particular tono logrado en su película podía dar lugar a una franquicia. 

Esta idea inverosímil por lo difícil de asir se ha convertido en cinco temporadas espléndidas en las que Hawley ofrece una mirada al mundo Fargo desde algún ángulo inexplorado cuando se siente preparado para desarrollar una nueva historia, sin presiones de fechas límite.

El autor pertenece a la tercera generación de escritores. Su hermano gemelo Alexi también es guionista, creador, por ejemplo, de la entretenida El nuevo empleado. Además de su trabajo en televisión y cine, Noah ha escrito seis novelas y canta algunas versiones que se ofrecen en esta serie. Por ejemplo este Didn´t leave nobody but the baby en la segunda temporada.

El guionista prepara una serie basada en la película Alien para el año que viene, pero nada le llena más que Fargo, ese conejo que se sacó de la chistera, en el que puede volcar inquietudes como las que le llevaron a estudiar política en la universidad o a seguir los pasos de su madre ayudando a víctimas de violencia de género o de abusos a menores.

Una persecución que se complica

En la temporada que estamos viendo la protagonista, Dorothy, interpretada por Juno Temple, apenas se cruza con su antagonista, el sheriff Tillman, Jon Hamm, empeñado en cazarla

Ella ha conseguido mantener oculta su identidad durante años. Un evento fortuito vuelve a exponerla y la vieja persecución se reactiva. Comienza para ella una labor imposible, mantener las apariencias ante su marido y su hija mientras lucha por su vida.

Su modesta familia contiene un elemento peligroso, una suegra imponente, al estilo de la matriarca de Falcon Crest, interpretada por una divertida y desvergonzada Jennifer Jason Leigh.

Personajes en el lado oscuro

Al pequeño mundo feliz de Dorothy se opone la república independiente del sheriff interpretado por Hamm. El estereotipo de justiciero americano que se cree por encima de la ley y cuyos secuaces no destacan por ser los lápices más afilados del estuche.

Como complemento de la temporada un alma en pena, literal, pulula acechando a los protagonistas, encarnado por un terrorífico Sam Spruell que puede llegar a evocar a Javier Bardem en No es país para viejos, precisamente de los Coen. Un misterioso sicario al que el sheriff decide no pagar en un movimiento prepotente que se volverá en su contra. 

La leyenda de los comedores de pecados

En un episodio de la serie se hace un flashback del personaje de nada menos que quinientos años atrás. En Él se muestra la tradición legendaria en la que un pecador se “comía” los pecados de un difunto para liberarle de ellos. 

La primera temporada de Succession hacía referencia a estos comedores de pecados cuando se ofrecía a Tom hacerse responsable de los delitos cometidos en la división de cruceros de la compañía familiar.

Los ricos que hacen a los pobres culpables de su pobreza

En Fargo se hace la misma lectura. Los potentados no sólo tienen la desfachatez de aprovecharse quienes no tienen recursos, sino que además se permiten hurtarles incluso el pago más elemental. Hawley ha declarado que este personaje denuncia el que los ricos pretendan hacer parecer a los pobres culpables de su pobreza.

El autor estaba interesado en abordar el tema de la deuda y su valor moral, que detonaban la acción en la película original. Sin rozarse por el momento, el sicario también aparece como némesis de la poderosa suegra de la protagonista. El negocio de la implacable empresaria es precisamente el cobro de deudas. Y la sensata policía arrastra un descubierto insalvable con su modesto salario.

Reflexión sobre las deudas

La temporada contiene una apuesta de rebeldía ante los acreedores que abusan, una reivindicación ante el justo pago de lo comprometido y una reflexión sobre donde empiezan y acaban las diferencias entre ambos tipos de débitos.

El abuso de poder también se analiza desde lo masculino y lo femenino con tiempo para incluir numerosos puntos de vista que enriquecen el conflicto básico, un hombre haciéndose dueño del cuerpo y la vida de una mujer. 

Lo femenino en Fargo

La femineidad ha sido uno de los ejes de Fargo desde que los Coen crearan el maravilloso personaje de la policía embarazada que encarnó Frances McDormand. Condensaron el sentido común de los pueblos en una mujer que avanza con un ego bajo control en línea recta.

Noah Hawley ha escrito variaciones sobre el tema y en esta temporada la compostura femenina se ve sustituida por los feroces instintos animales de supervivencia y maternal, esos mitos de madres que en situaciones límites desarrollan capacidades extraordinarias.

Juno Temple convierte su menudo cuerpo en el de una fiera animal

Juno Temple, una actriz de físico menudo, personifica esta radical transformación en la temporada. Tras su destacado personaje en Ted Lasso, se luce con una interpretación en la que siempre está alerta, avanzando, atrapada ante su necesidad de actuar y reflexionar a la vez, con una fuerza primaria arrasadora.

Fargo te permite participar del exquisito lenguaje de Hawley y de este baile que establece con el tono y con el humor”, se felicita la actriz en una entrevista con Screen Rant Plus.

Sheriffs fascistas

Jon Hamm nos obliga a olvidar a su cosmopolita protagonista de Mad men. Se encarga aquí de representar a lo peor del sistema americano. Un sheriff perteneciente a la organización Sheriffs Constitucionales. 

Esta asociación real tiene lazos con las milicias de extrema derecha como los Proud Boys. Se arrogan la interpretación de la Constitución, lo que según ellos les da derecho a desobedecer lo que consideren anticonstitucional. Sostienen que su poder local está por encima del estatal y del nacional

La América de Trump

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El sheriff de Fargo se sitúa en el condado de Stark, en Dakota del Norte, en la realidad esencialmente blanco, sin mezclas raciales, y uno de los más republicanos posibles, con más del 80 por ciento de voto para Donald Trump en 2020, sin ir más lejos. 

No es casual que Noah Hawley haya elegido esta figura de autoridad y este condado para su personaje. Algunos actores cuentan que el guionista ha querido hablar de la América de Trump en esta temporada que ha situado en 2019.

Fargo V está llena de acción y humor, y permite múltiples lecturas morales, sociales y políticas. Se tengan en cuenta o no al ver la serie, el disfrute está garantizado tan solo por la intriga, la calidad de la producción y el perfecto ensamblaje de un gran reparto.

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