‘Slow horses’, tercera brillante temporada para los peores mejores espías de la televisión

Imagen promocional de 'Slow Horses'.

Apple TV ofrece una fantástica serie de espionaje que ha presentado recientemente su tercera temporada y ofrecerá una cuarta a finales de este año. Eres más lento que el caballo del malo, solía decirse, y este título hace honor a las sorpresas que aún pueden deparar esos caballos lentos de los que no se espera gran cosa.

La acción se centra en una división imaginaria de un cuerpo real, el MI5, la rama del MI6 británico encargada de la contrainteligencia y seguridad nacionales. En esta unidad, la Ciénaga, se da la última oportunidad a agentes que metieron la pata hasta el cuello, pero a quienes no se despide porque aún se les encuentra cierto valor.

Ventosidades e inteligencia

Representan el hazmerreír del cuerpo, comandados por un espía legendario en horas bajísimas. Con unos modales y aspecto a lo Torrente, Gary Oldman interpreta a un Jackson Lamb que combina suciedad y ventosidades con una inteligencia sobresaliente.

Quienes empiecen a verla desde el principio deben poner atención a los nombres que se mencionan porque la trama se complica a buen ritmo y no conviene perderse nada de estos personajes cuya torpeza está salpicada con momentos de brillo y profesionalidad.

Una temporada aun mejor que las anteriores

Quienes se acerquen a esta tercera temporada tras ver las anteriores van a encontrar seis episodios que se encuentran entre los mejores, una nueva tanda con la misma potente personalidad y que no se cierra del todo, sino que prepara su continuidad con la próxima entrega. 

El origen de la propuesta se remonta a 2010, cuando el escritor Mick Herron publicó la primera novela de su serie sobre esta Ciénaga en la que recalan los caballos lentos. A partir de entonces el autor ha entregado ocho novelas, y algunas periféricas en las que aparecen determinados personajes.

El inagotable encanto del fracaso

Herron se muestra mucho más interesado en el fracaso que en el éxito. Asegura a The New York Times que ha vivido en él la mayor parte de su vida, y que su nueva fama no puede borrar sus largos años previos de derrotas.

Ha sido calificado como un gran autor que combina el ingenio a la hora de elaborar sofisticadas intrigas al estilo John le Carré con la maestría en la creación de personajes de un Charles Dickens y el descreimiento en el poder del gran satirista británico Armando Iannucci.

Su mala suerte vendiendo sus propios libros cambió gracias a esta serie de novelas y ha sido redondeada por esta espectacular adaptación a la pantalla. En 2020 comenzó a trabajarse en la versión televisiva y hay material para rato puesto que quedan varios libros y Herron aún no ha dejado de escribir esta colección.

Adaptación a cargo de un gran guionista

Will Smith, nada que ver con la superestrella americana, tomó el relevo de los personajes y se hizo cargo del proyecto. Se trata de un guionista británico que comenzó su carrera como monologuista y cómico y que ha trabajado en los guiones de series como la legendaria The thick of it y su adaptación americana, Veep, y en Avenue 5, todas bajo el liderazgo de Armando Iannucci.

Smith ha conseguido una narración audiovisual trepidante con el material de las novelas, cada una de las cuales se desarrolla durante una temporada. La intriga está perfectamente construida y transmite una sensación de solidez, de que la trama sabe a dónde va, que nunca se ve defraudada.

El arte de la elipsis

El ritmo se sustenta entre varios elementos en un portentoso uso de las elipsis. Se muestra lo divertido, emocionante, ingenioso y se salta por encima de lo rutinario para ahorrárselo a la audiencia.

A esta emoción se une el especial vínculo entre el hatajo de perdedores desterrados a este purgatorio de los espías. Estos y estas agentes aún reúnen un buen número de habilidades y la libertad de trabajar fuera del radar oficial.

Un bombón de personaje para Gary Oldman

Despiertan una simpatía instantánea en su lucha desesperada por resolver los casos. Entre ellos sobresale el personaje interpretado por Gary Oldman en su primer gran papel televisivo y en el que ha declarado que no le importaría jubilarse.

Oldman combina su prestigio entre sus colegas, muchos de los cuales le citan como referencia, con el de ser uno de los intérpretes cuyos títulos han recaudado más dinero en taquilla

Cuando sobreactuar es algo bueno

El actor ha desarrollado su espectacular carrera reconociendo que le gusta sobreactuar. Eso hace su logro aún mayor porque se mueve en una zona de absoluto riesgo interpretativo, de la que en muchos personajes podía haber salido muy mal parado. 

Superadas todas las prevenciones contra la televisión se muestra entusiasmado al poder profundizar en un personaje como solo permiten las series largas. Lamb le permite lucir sus dotes y una vez más entrega una interpretación genial.

Las ventajas de actuar en series largas

El actor ha declarado a DC Film Girl que “cuando juegas con gente tan buena puedes darle a la bola. Juegas al tenis. Nos gustamos los unos a los otros y eso continúa cuando se apaga la cámara”. 

Su compañero y colega, Jack Lowden, que encarna al encantador agente River Cartwright, añade que grabar múltiples episodios “es como ponerte una chaqueta cada vez más cómoda”.

Personajes con problemas y grandezas

Junto a ellos destaca una estupenda Kristin Scott Tomas, directiva del MI5 de primera división cuyo personaje siempre guarda alguna sorpresa y al que ella da vida con su elegancia habitual y fino sentido del humor.

Cada uno de los demás personajes está lleno de problemas y grandezas y luchan a su manera disfuncional por salir adelante y ser de utilidad. Es muy fácil simpatizar con ellos y ver la serie se hace muy disfrutable gracias a esta involucración a su favor.

Empezar con buen pie, con una canción original de Mick Jagger

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La cosa no puede empezar mejor en cada episodio. El temazo de cabecera es la canción Strange game, coescrita para esta producción e interpretada por Mick Jagger. En el vídeo oficial con la letra subtitulada el Rolling Stone afirma haber disfrutado con el encargo. 

El hecho de haber leído varios libros de la serie le permitió saber claramente el tipo de canción que quería hacer. Daniel Pemberton escribió con él este tema y ha colaborado en la banda sonora junto al dúo Toydrum, ambos responsables de las músicas de numerosas películas y series. 

La comedia, la solidaridad, la suciedad y anti glamur del fracaso hacen que esta serie de pura acción toque un poco el corazón a pesar de que los propios personajes se revolverían solo de oírlo.

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