Festivales

Un verano en la terraza

Ribera Matadero.

¿Piensa que fiestas como la verbena de la Paloma están pasadas de moda? ¿El chotis no le parece cutting-edge? Eso es porque no ha probado la receta del Colectivo ¡jA!, un grupo de diseñadores reconvertidos en agentes culturales, que ha cocinado las propuestas estivales de Matadero Madrid para los próximos seis sábados, que se celebrarán –con acceso gratuito- en la terraza del centro cultural como parte de la convocatoria Ribera Matadero.

A menos dinero, más imaginación. Así se ha planteado ¡jA! la ardua tarea de entretener, sorprender y hacer descubrir al público autóctono y visitante que haya decidido quedarse en la gran ciudad este sofocante mes de agosto. Para empezar, este sábado organizan una guerra de agua, que aderezarán con el concierto de los singulares Salto de cama, además de contar con un puesto de tatuajes marineros que un fornido diseñador marcará con tinta de rotulador, o un photocall para dejar constancia para la posteridad de quién es el valiente termina la noche más mojado.

“Viendo nuestro perfil tan raro, que lo mismo organizamos conciertos que talleres, desde el Matadero nos propusieron el año pasado organizar estas actividades gratuitas que generaran experiencias diferentes, como conciertos, performances, fiestas, sesiones lúdicas…”, explica Christian, uno de los miembros de ¡jA! De las 12 sesiones que tuvieron lugar el año pasado, este se ha tenido que pasar a seis, primero por los cambios de dirección de la institución (Carlota Álvarez-Basso tomó el timón del barco a finales del año pasado en relevo de Pablo Berástegui), y sobre todo, por los recortes presupuestarios.

El espíritu, en cualquier caso, sigue igual de encendido que en 2012, con “una mezcla de propuestas más independientes con otras de más trayectoria”. Agitado todo, además, en un cóctel de tradición y modernidad. A la centenaria tradición del ganchillo, ellos le dan un toque de modernidad convirtiéndola en una Invasión de las lanas, apropiándose del espacio urbano a base de Urban knitting. Otro día realizarán una actividad en torno a la multitud de peluqueros dominicanos ubicados en el barrio de Legazpi, donde se encuentra el Matadero, y más adelante proyectarán el corto de animación audiovisual Astigmatismo, hecho con técnicas experimentales. Eso, entre otras cuantas cosas.

“Queremos estrechar lazos con el mundo subterráneo de la cultura”, explica Christian. “Y también invitar a otros públicos, que haya interacción”. El plato fuerte en ese sentido será la sesión Foto o no pasó, el 7 de septiembre, que contará con la colaboración directa del público, que antes habrá tenido que enviar sus fotos o vídeos vía email para concursar en una votación popular cuyo ganador se hará con un premio diseñado por Luis Úrculo. “Al tener un presupuesto más humilde hemos querido concentrarnos en actividades menos espectaculares y más participativas, para que la gente pueda formar parte de la experiencia y contribuir”.

Con esa misma intención, todos los viernes estarán dedicados a ensalzar al público como protagonista. No solo de consumir vive el amante de la Cultura: crear puede ser también una parte del proceso. Matadero pone los medios: desde el espacio fijo a personal técnico y audiovisual y materiales. Las propuestas se mandan por email, y los viernes, hasta el 7 de septiembre, se pueden ver, sentir, escuchar, tocar...

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