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El Observatorio de Márgenes en Francia: útil para negociar salarios, vital para repartir la factura de la inflación

El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, y secretario general de CCOO, Unai Sordo, se saludan a su llegada a un acto el 9 de marzo de 2023.

Si la inflación supone un conflicto a la hora de repartir la factura del aumento de costes entre las empresas y los trabajadores, en la negociación hay un elemento ausente. Los empresarios saben cuánto crecen mes a mes los salarios de los trabajadores, pero estos no saben cómo evolucionan los márgenes de beneficios de las empresas. Cada vez más expertos apuntan que en un contexto inflacionario, esta información es vital para repartir las cargas de los aumentos de precios de manera equitativa.

“Creo que sería útil, y no solo en un contexto antiinflación”, explica a infoLibre José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea. “Ahora es imprescindible, porque se busca alcanzar un gran pacto de rentas. Una parte es fácil de medir, porque en las negociaciones colectivas se ve prácticamente en tiempo real cómo van creciendo los salarios. Pero para hacer un pacto de rentas habría que conocer los márgenes, y ahora no existe la información detallada”, añade el economista.

Este martes, Comisiones Obreras ha pedido al Gobierno la creación de un observatorio que pueda usarse en la negociación de cada convenio colectivo sectorial. El sindicato ha incidido en que facilitaría un reparto justo del “esfuerzo colectivo” que supone los aumentos de costes y que favorecería la contención de los precios, en un contexto de alta inflación. "La publicación de márgenes visibilizaría estos comportamientos y en particular la rigidez de los precios finales de consumo a bajar, a pesar de la rebaja que se está produciendo en los costes de la energía, materias primas y transporte", agrega el comunicado.

“Ahora mismo se podría hacer una especie de aproximación con los datos de contabilidad nacional, pero muy burda. No es útil y además crea confusión, porque con el tiempo el INE revisa y modifica los datos. Creo que hacer un observatorio implicaría la coordinación de cuatro instituciones: la Agencia Tributaria, que tiene una información muy precisa de las empresas; el INE, con sus datos de contabilidad nacional; el Banco de España, que cuenta con la central de balances, y la CNMC, por si hay conflictos de competencia”, explica Conde-Ruiz. 

La idea es que el observatorio reúna toda esta información y presente datos de márgenes de beneficios de manera agrupada por sectores y provincias. Pero CCOO va un paso más allá y pide publicar la información individualizada de las grandes empresas de los sectores más inflacionistas: el alimentario y el energético. De estos dos sectores vino el shock inflacionista cuando, en los mercados internacionales, el valor de materias primas como el petróleo, el gas, el trigo o el maíz empezaba a dispararse por las consecuencias de la pandemia y de la guerra. 

“Creemos en el observatorio en dos sentidos”, explica Carlos Martín, responsable del gabinete económico de CCOO. “Por un lado, de todos los sectores, para la negociación de convenios colectivos, para que los trabajadores puedan tener información oficial y actual de los márgenes para poder negociar sus salarios. Pero por otro lado, en un contexto inflacionista, creemos que el Gobierno debería publicar trimestre a trimestre, o incluso mes a mes, los márgenes de estos grandes sectores”, añade el portavoz sindical. 

Francia tiene un observatorio desde 2010

Cuando el trabajador de un supermercado marca el precio de una lechuga, el Gobierno francés sabe qué porcentaje de ese dinero va a ir al agricultor, al transportista, al envasador y al supermercado. El país galo dispone de un organismo llamado Observatorio de Formación de Precios y Márgenes que, desde 2010, supervisa cómo las diferentes fases de la cadena de producción de alimentos van añadiendo valor a un producto. Y cómo este se reparte a lo largo de la misma. 

Así, cuando el Gobierno y la patronal francesa de los supermercados se sientan a negociar, el primero sabe de antemano qué porcentaje se llevan los segundos de lo que vende: de los cereales, de la carne, del pescado, de los lácteos y de las frutas y verduras. Algunos años, los supermercados obtendrán mayores márgenes de algunos productos y otros, de otros. En España, el Gobierno va parcialmente a ciegas a las negociaciones

En Francia es posible saber adónde va cada céntimo que gasta un consumidor en un kilo de jamón cocido. En 2021, de media, el kilo de este producto cárnico costaba 12,92 euros. El valor de la carne antes del matadero era de 3,57 euros; 1,18 fue el margen del matadero; 3,29, el de la industria del embutido y 4,21 euros, el del supermercado. A esto queda añadirle 67 céntimos de IVA. Si se mira la evolución de los últimos años de ese producto francés, es destacable que el margen que más ha crecido y más ha hecho crecer el precio es el de la distribución, que ha acabado superando el de otras industrias intermediarias. 

Como explicó en infoLibre el profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid Antonio Sanabria, este tipo de información ha sido clave para que Francia pactara con los supermercados bajar los precios de los productos alimentarios básicos: “En Francia eso ha servido de acicate para que los supermercados cedieran y acordaran con el Gobierno una cesta de productos básicos”. En España, los supermercados defienden que sus márgenes son estrechos y rechazan cualquier medida que les repercuta solo a ellos, sin tener en cuenta a productores e intermediarios.

Según publicaron algunos medios, como El Confidencial o Expansión, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó en un corrillo informal con periodistas en Lanzarote que la creación de un observatorio de márgenes le parecía “muy interesante”. No obstante, infoLibre no ha conseguido verificar este extremo con diversas fuentes gubernamentales, que han expresado desconocimiento ante estas informaciones. 

Cómo se negocian ahora los convenios salariales

Más allá del contexto inflacionista, la incógnita de los márgenes es una información de la que los trabajadores no disponen para negociar sus salarios. Los convenios colectivos se negocian habitualmente a nivel de provincia y sector, aunque también los hay a nivel nacional y a nivel autonómico. “Sin la información de los márgenes, la CEOE te va a decir que estos están bajando, mientras que los sindicatos te van a decir que están subiendo. Si me preguntas a mí, ahora mismo te diría que, aunque hay señales que indican que están subiendo, no tengo la menor idea. No puedo comprobarlo”, explica Conde-Ruiz.

“Tenemos muy poca información contrastada sobre los márgenes”, explica el portavoz económico de CCOO Carlos Martín. “Se pueden solicitar datos a los registros mercantiles, pero es información parcial, ya que no está todo el tejido industrial de un sector en una provincia, solo unas pocas empresas, y además no está actualizada. No es una información útil para negociar”, lamenta Martín.

El portavoz considera que este observatorio podría ubicarse en la Agencia Tributaria, organismo que ya dispone de los mencionados datos, aunque no están organizados por convenios colectivos: "Ahora mismo se publica por ramas de actividad, en lugar de por convenios. Si la publicara la Agencia Tributaria, cualquiera podría acceder a ella. La Seguridad Social dispone del listado de empresas por convenios colectivos", explica el portavoz de CCOO. A juicio del sindicato, un mero cruce de datos entre estas dos administraciones sería suficiente.

“Yo creo que el observatorio podría colocarse en el CES”, añade el economista, en alusión al Consejo Económico y Social, un órgano consultivo independiente del Gobierno, organismo del que Conde-Ruiz es consejero. “Es un centro en el que tienen representación los empresarios, los sindicatos, las asociaciones de consumidores… Supongamos que en Pontevedra van a negociarse los salarios de la hostelería. Pues se les manda esta información y cuando se sienten a negociar, todas las partes pueden contar con ella. Creo que debe elaborarla un organismo independiente y creo que, en ese sentido, el CES es equilibrado”, añade el catedrático.

“Yo creo que hay que aprovechar ahora que interesa a la sociedad ver qué está pasando en los márgenes para crear este observatorio”, apunta el economista Conde-Ruiz. “Una vez que esté creado, ya se puede usar para negociar los convenios salariales”, remacha el académico. 

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