Al PP ya no le interesa hablar de economía o por qué el ministro Cuerpo se aburre en las sesiones de control

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La economía llena de asfixias y de asfixiados nunca llegó, pese a las expectativas sembradas desde sectores de la derecha. El pasado marzo se acarició el récord histórico de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social y sólo en 2023 se crearon 530.843 empleos, tras superarse las previsiones de organismos nacionales e internacionales, que para 2024 vuelven a ser positivas. El Gobierno augura que la economía española crecerá un 2% este ejercicio, lo que no sucederá en toda la Eurozona. 

Es más, la materia económica tal vez sea sinónimo ahora de quebradero de cabeza para la oposición. En ese sentido, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha destacado el “silencio atronador” que rodea a estos asuntos y que le han hecho “cero preguntas en estos tres meses en el Parlamento y en el Senado sobre temas económicos", según han manifestado en el programa Hora 25 de la Ser. Han sido cero en sesiones de control al Gobierno, al margen de una interpelación, y por parte del principal partido de la oposición, el PP. Ione Belarra, de Podemos, sí formuló una, según confirman desde el ministerio.

Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, señala sobre las palabras de Cuerpo que “hay que tener presente que el departamento económico” del Ejecutivo “está muy fragmentado, con los ministerios de Trabajo, Hacienda, Seguridad Social y Economía, con lo que la información sería más completa, si supiéramos cuántas preguntas le hacen a los ministros económicos” en conjunto. Si bien añade que intuye que son pocas. “Una prueba evidente es que ya no tenemos los clásicos cara a cara con la vicepresidenta Yolanda Díaz, y tampoco estamos viendo un marcaje muy intenso a María Jesús Montero o a la nueva ministra de Seguridad Social [Elma Saiz]“, enlaza.

Para Simón, desde la perspectiva política, “el Gobierno quiere poner el énfasis en las cosas que van bien y la oposición en lo que va mal”. “Hay algo que es cierto, en términos de grandes cifras o de elementos macroeconómicos, la economía tiene unos resultados incontestablemente buenos, por lo que al PP le interesa hablar de otros temas, de las debilidades del Gobierno”, sostiene. ¿Cuáles son? “Tienen que ver con dos cuestiones: el tema territorial, por eso hay preguntas al ministro Bolaños sin parar, vinculadas con Justicia y con la amnistía; y la corrupción, con preguntas al presidente, Pedro Sánchez, o al ministro de Transportes, Óscar Puente. Esos son los dos pilares en los que el PP centra su atención y hace que el tema de la economía haya desaparecido”.

“¿Esto estaba claro cuando empezó la legislatura o en la anterior?”, plantea a continuación. La respuesta es no. “La previsión que tenía Núñez Feijóo cuando llega al liderazgo del PP hace dos años es que la economía iba a empeorar. De hecho, hay declaraciones suyas y de Juan Bravo, el responsable económico del PP, sobre la que se venía encima, que la situación de Ucrania nos iba a debilitar a todos…", recuerda. Y une: "Pero esos malos augurios no se han producido y el PP cuando ha lanzado críticas al Gobierno muchas veces lo ha hecho sobre principios que se acercan un poco, me atrevería a decir, a la desinformación como el tema del famoso timo ibérico sobre la electricidad, donde tuvieron que recular”, condensa.

A su juicio, como el PP “no puede atacar por el tema económico”, prefiere “centrarse en los otros elementos en los que ve un flanco desprovisto para el Gobierno”. También porque “Feijóo no ha conseguido fichar a economistas de prestigio o a técnicos que puedan hacer un discurso para confrontar con el ministro de Economía. Ha cerrado filas con los que ya estaba, se ha traído al clan gallego, y no se ha esforzado por atraer a algún economista liberal a la primera línea que le pudiera ayudar”. Sí lo intentó su antecesor, Pablo Casado, con Daniel Lacalle, “pero le salió mal”, dice.

“El PP tiene un déficit, aunque quisiera entrar mucho en el tema de la economía, no tiene perfiles que le permitan atacar las debilidades que sí pueden tener las cifras macro del Gobierno”, recalca. Aunque el Ejecutivo, de su lado, no está libre de "debilidades” en este ámbito, en su opinión. “La primera, que el ruido no le permite vender gestión. Si no son capaces de reconducir el debate en esa dirección, y no parece que hagan muchos esfuerzos por hacerlo, hacen que cifras como el récord de ocupados sean irrelevantes. Y, en términos electorales, no importan las cifras macro, importa la percepción que se asiente, que la cosa va bien o va mal. Y el ruido no le está viniendo bien al Gobierno”, remarca.

Los populares han perdido una de sus banderas

Por su parte, Daniel Fuentes, profesor de Teoría Económica de la Universidad de Alcalá, asevera que "da la sensación de que el PP ha renunciado a hacer oposición en el terreno económico. En otro momento, Génova habría hecho de la agenda económica un eje fundamental de su acción política. Si embargo, está ausente y sus planteamientos son de equipo pequeño, véase, por ejemplo, el debate espurio sobre las cifras del paro”. Los populares proclaman a cada poco que el Gobierno las “maquilla” o que las estadísticas están "dopadas" por la figura de los fijos discontinuos, cuando no se ha cambiado la metodología con las que se elaboran.

Para Fuentes, “el desempeño de la economía española estos últimos años es razonablemente satisfactorio, en un contexto particularmente complejo”, si bien, cree que, “como en otros ámbitos, en el económico hay terreno para hacer una oposición constructiva”. “Por eso, resulta sorprendente que, si pensamos en la alternancia política, el principal partido de la oposición no tenga un discurso económico solvente y bien armado", abrocha.

La politóloga Cristina Monge comparte el que “los indicadores económicos son positivos en términos generales, tanto a nivel financiero, con la bolsa, como los datos de empleo u otros indicadores macro que además vienen respaldados por organismos internacionales y por la Unión Europea”. Su veredicto es que, “frente a eso, que había sido patrimonio habitual de los discursos de las derechas, el PP está poniendo el foco en otras cuestiones que le rentan más políticamente”. Entre ellas, “en el primer puesto del top están Cataluña y la amnistía y luego lo que tiene que ver con asuntos de corrupción”, detalla.

A su entender, “el mundo financiero o el de las grandes empresas, que es generalmente del ámbito conservador, sabe que los indicadores son buenos, por tanto, no es un discurso muy creíble el apocalíptico en lo económico y se están centrando en lo que piensan que es la debilidad en la actualidad del Gobierno: Cataluña y elementos que tengan que ver con temas de corrupción”, incide para concluir.  

La economía llena de asfixias y de asfixiados nunca llegó, pese a las expectativas sembradas desde sectores de la derecha. El pasado marzo se acarició el récord histórico de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social y sólo en 2023 se crearon 530.843 empleos, tras superarse las previsiones de organismos nacionales e internacionales, que para 2024 vuelven a ser positivas. El Gobierno augura que la economía española crecerá un 2% este ejercicio, lo que no sucederá en toda la Eurozona. 

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