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Sumar se alinea con Macron y anima al BBVA a "redirigir" su opa a un banco francés

Vista de la fachada principal del edificio La Vela, ubicado en la ciudad del BBVA de Madrid.

No era una predicción, pero el presidente francés, Emmanuel Macron, ha afirmado estar abierto a que un banco francés de relevancia sea adquirido por otro radicado en un Estado distinto de la Unión Europea con un fin: estimular una integración financiera más profunda que considera crítica para la prosperidad futura del conjunto. "Tratar como europeos significa que se necesita consolidación como europeos", le ha dicho Macron al editor en jefe de Bloomberg, John Micklethwait, en una entrevista. Y ha añadido: "Ahora tenemos que abrir esta caja y ofrecer un enfoque de mercado único que sea mucho más eficiente".

El portavoz de Economía y Hacienda de Sumar en el Congreso, Carlos Martín Urriza, ha recogido las palabras del presidente del país vecino para mantener en su perfil de la red social X, antes Twitter: “En esta dirección es hacia donde el BBVA debe redirigir” la oferta pública de adquisición (opa) hostil que ha lanzado sobre el Banco Sabadell. ¿Está de acuerdo Sumar con esa opción de uniones bancarias transfronterizas? Martín Urriza explica a infoLibre que “el Banco Central Europeo (BCE) ha apoyado esas fusiones porque lo que pretende es crear un mercado único bancario, que es por dónde va, a su vez, el llamado informe Letta. Se busca que los mercados no sean nacionales, no sólo en el tema bancario, en el de las telecomunicaciones, los transportes…”, señala. Alude al trabajo desarrollado por Enrico Letta, ex primer ministro italiano, por encargo del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que está soportado en una idea esencial: más mercado único como herramienta para que la UE no pierda el paso económico frente a competidores de la escena global como Estados Unidos, China o India.

En el mencionado informe, rotulado oficialmente como Mucho más que un mercado. Velocidad, seguridad y solidaridad: potenciar el mercado único para ofrecer un futuro sostenible y prosperidad para todos los ciudadanos de la UE, su autor aboga por reforzar la unión financiera, combatir la fuga de capitales e invertir conjuntamente, entre una hilera de cuestiones. Y advierte de otras como que la Unión alberga un mercado de 33 billones de euros en ahorro privado, de los que 300.000 millones salen cada año hacia EEUU.

Elementos positivos de la absorción internacional

Pero, ¿qué tienen de bueno en concreto las fusiones bancarias transfronterizas? Para el portavoz económico de Sumar, que se ha opuesto a la nacional entre las entidades vasca y catalana, varios aspectos: “No concentran el número de entidades de crédito en España, en el caso de la actual opa, el Sabadell y el BBVA seguirían existiendo por separado, si se fusionara con un banco francés. Para el cliente sería bueno porque no desaparecerían operadores, con lo que no se resentiría la competencia. Tampoco habría destrucción de empleo, ya que tendrían que seguir con las oficinas en España y en Francia y no habría zonas de intersección entre unas y otras, dado que aquí no tenemos bancos franceses”. A lo expuesto enlaza: “Y, si el nuevo banco tuviera alguna dificultad y requiriera un rescate, aquí ya no sólo sería el contribuyente español el que tuviera que poner dinero para hacerlo, si no que también sería el francés. Es decir, el riesgo sistémico se rebaja porque se reduce al repartirse entre más”, argumenta.

Reconoce que su formación, capitaneada por Yolanda Díaz, no maneja información novedosa sobre la opa del BBVA sobre el Sabadell, pero augura que será “un proceso largo”, al tener que lograr el visto bueno de reguladores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o el BCE. La decisión del último, estará vinculada, además, al informe que ha de elaborar el Banco de España. Lo que sí deja claro Martín Urriza es que Sumar mantiene su "no" a la operación nacional al entender que es “mala para los clientes, para los trabajadores y para el contribuyente”. En relación a los primeros “porque supone un empeoramiento del servicio” provocado por el cierre de “sucursales” y, por lo tanto, un alza "de la exclusión financiera, tanto territorial como para determinados colectivos que requieren un trato personalizado como las personas mayores”, avisa. Y complementa: “Menos entidades, implica menos competencia, es decir, servicios bancarios más caros en términos de comisiones, de tipos de interés; o peor remuneración del ahorro, como se está viendo. En España está peor remunerado el ahorro que en el resto de países europeos y esto tiene que ver con la concentración”, incide.

Respecto al empleo, defiende que sería negativo “porque se van a destruir puestos cualificados, y ya se han eliminado muchos en el sector”. En relación a este punto, fuentes sindicales anotan que “los que correrían peor suerte serían los trabajadores del Sabadell porque son la presa más débil, los que están en una posición peor”. “Ya no hablamos de un proceso amistoso –añaden–, es una opa hostil, con lo que el BBVA podría primar a sus plantillas y la parte absorbida, el Sabadell, tendría que aguantarse con lo que hicieran”, lanzan. De momento, el presidente de la entidad vasca, Carlos Torres, ha aceptado el hecho de que se recortarían empleos, pero ha matizado que no se tomarían medidas “traumáticas” y sí dialogadas. “Está por ver”, replican desde el lado sindical.

Para terminar, el portavoz parlamentario de Sumar sostiene que la opa sería “mala para el contribuyente”, ya que significaría agigantar "todavía más el tamaño de un banco demasiado grande para dejarlo caer, es decir, aumentaría el riesgo sistémico para aquél”, recalca. 

A Cuerpo le preocupan la forma y el fondo de la opa

Quien tampoco ha cambiado de opinión respecto a la transacción bancaria, dejadas ya atrás las elecciones catalanas del pasado domingo 12 de mayo, es el Gobierno. El titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha reiterado su rechazo al movimiento no amigable del BBVA, por que la forma puede causar incertidumbre y volatilidad en el mercado.

Ha relatado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que tuvieron conocimiento de la jugada a través de una llamada del propio Torres y ha asegurado, en cuanto al fondo, que al Ejecutivo le sigue preocupando la "posible excesiva concentración" bancaria que supondría y el efecto "negativo o lesivo" en términos de competencia que ésta podría acarrear. Una excesiva concentración que podría llevar, por otra parte, a “la inestabilidad financiera” o incluso provocar “problemas de transmisión de política monetaria", en un contexto en el que la remuneración de los depósitos es lenta.

En línea con lo expresado con anterioridad, Cuerpo teme que la vertebración y la cohesión territorial del país se vean afectadas tras la adición y ha admitido ser consciente de “la concentración de actividad en algunas zonas específicas de Cataluña o de la Comunidad de Valencia, o en algunos sectores como el segmento de pymes".

Con todo, el presidente del BBVA, quien desveló que había tenido contactos con el Gobierno y con representantes del BCE y del Banco de España antes de hacer pública de forma oficial la maniobra financiera, "como es normal en este tipo de procesos"; ha mostrado su confianza en que, tras el periodo electoral, el Ejecutivo de Pedro Sánchez termine por apreciar las bondades de la operación. 

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