Elecciones en Francia
Macron da inicio a su Presidencia pidiendo a sus seguidores que “renueven la mayoría de cambio” en las legislativas de junio
El candidato de la plataforma independiente ¡En Marcha!, Emmanuel Macron, ha logrado este domingo una clara victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas frente a la candidata del partido ultraderechista, Marine Le Pen. Con el 100% de las papeletas escrutadas, según informa el Ministerio del Interior galo, el nuevo presidente ha logrado el 66,1% de los votos.
Macron se ha impuesto con un total de 20,7 millones de votos, superando en más de diez millones de papeletas a Le Pen que se ha quedado con 10,64 millones de sufragios. La candidata ultraderechista ha logrado el 33,9% de los respaldos.
La abstención ha sido del 25,44%, con una participación del 74,5% (más de 35 millones de votos).
Según los datos oficiales, los votos en blanco han sido más de tres millones y los nulos han sido más de un millón de papeletas. Por primera vez en estas elecciones, en virtud a una ley de 2014, se han contabilizado por separado los votos en blanco de los nulos. Si se suman, supondrían en torno al 11,5% de los votos emitidos, lo que supone un récord histórico en el país.
En sus primeras declaraciones, Macron se ha comprometido a trabajar por acabar con la "división" y por devolver a los ciudadanos franceses las "oportunidades" que se merecen.
Ante sus seguidores, Macron ha hecho un llamamiento a sus seguidores para conseguir "una mayoría del cambio" en las próximas elecciones legislativas, al tiempo que ha asegurado que trabajará durante los próximos cinco años para ganarse la confianza de los electores que han votado "por los extremos". "Vamos a tener que construir una verdadera mayoría, una mayoría fuerte, una mayoría del cambio, que es a lo que aspira el país. Esta mayoría del cambio es lo que espero de vosotros en seis semanas. Os voy a seguir necesitando. Queridos conciudadanos, todos y todas estáis a mi lado", ha proclamado Macron, en su discurso ante miles de seguidores reunidos en la explanada del Louvre, en París.
Macron ha admitido que la victoria de este domingo en las urnas "no tiene precedentes" y ha subrayado que la tarea que ahora tiene por delante es "inmensa". "Gracias por vuestra confianza. Gracias por el tiempo dedicado. Gracias por el compromiso, por la confianza", ha señalado.
Macron se ha dirigido también a los que le han votado a pesar de no creer en sus "ideas" y les ha agradecido que le hayan apoyado "para defender la República". "Conozco vuestro desacuerdo y voy a proteger la República", ha dicho.
En esta misma línea, ha tenido palabras también para los votantes que se han decantado por Marine Le Pen, la candidata del partido ultraderechista Frente Nacional, y ha pedido a sus seguidores que no les abucheen por su voto. "Les respeto todo lo posible. En estos próximos cinco años voy a trabajar para que dejen de tener razones para votar por los extremos", ha afirmado. "La tarea que nos espera es inmensa y va a comenzar a partir de mañana. Para ello, habrá que moralizar la vida pública. Reforzar la economía. Construir nuevas protecciones. Que todo el mundo tenga cabida", ha explicado Macron, antes de abogar por "refundar" Europa y "garantizar la seguridad de todos los franceses".
Tras asegurar que Europa y el mundo están mirando de nuevo a Francia esperando que les sorprenda, Macron ha subrayado ante los miles de seguidores congregados en la plaza del Louvre que no tiene intención de ceder "ante el miedo" o "la división". "No vamos a ceder a la derrota ni al declive. Sé lo que os debo. Sé lo que les debo a mis compañeros de ruta. A mi familia y a todas mis personas cercanas", ha indicado.
El próximo presidente de Francia ha admitido que la tarea que tiene por delante "será difícil" pero se ha comprometido a decir "la verdad" y a proteger a los franceses. "Os protegeré frente a las amenazas. Lucharé con vosotros contra las mentiras, contra el inmovilismo y contra la ineficacia. Respetaré a todos por lo que piensan y lo que quieren, ha prometido.
Por último, Macron ha afirmado que servirá a los franceses "con fortaleza" y "en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad". "Os serviré por la fidelidad y la confianza que me habéis dado. Os serviré con amor", ha afirmado, antes de concluir proclamando "¡Viva la república y viva Francia!".
El próximo mandatario de Francia ha llegado a su comparecencia en el Louvre mientras sonaba el Himno a la Alegría, referencia directa a la Unión Europea, y se ha despedido de sus seguidores acompañado por su mujer después de cantar La Marsellesa.
Minutos después de las 20.00 horas, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha comparecido para reconocer su derrota tras haber llamado a Macron para felicitarle por su triunfo, que le convierte en el octavo presidente de la Quinta República y en el mandatario más joven en llegar al palacio del Elíseo, con 39 años. La prensa gala ha recordado que solo ha habido un presidente de Francia más joven que Macron, Luis Napoleón Bonaparte, que llegó al poder en 1848.
La victoria de Macron ha seguido la tendencia que vaticinaban las encuestas electorales en las últimas semanas y ha sido un triunfo con un amplio margen de ventaja.
Poco después de las 21.00 horas, Macron había comparecido tras su victoria en las urnas y había centrado su discurso en una apuesta por acabar por la "división" y por devolver a los franceses "las oportunidades que Francia les debe".
En su discurso, el exministro socialista ha tenido palabras de elogio para el trabajo realizado por el actual presidente, el socialista François Hollande, en los últimos cinco años y también ha lanzado un guiño a los votantes que han apostado por Marine Le Pen, a quienes les ha dicho que les escuchará y trabajará para unir el país.
Macron ha afirmado que ahora su deber es "disipar los temores" y "unir a los franceses". "Voy a servir con humildad, con dedicación y determinación en nombre de Francia", ha asegurado el ganador de las elecciones presidenciales francesas.
En un discurso marcado por su tono solemne y serio, Macron se ha comprometido a "proteger a los más débiles" y a luchar "contra todas las formas de desigualdad o de discriminación". "Lucharé con todas mis fuerzas contra la división que nos merma y nos hace caer", ha proclamado.
Macron ha hecho hincapié en que trabajará para "devolver" a los franceses "las oportunidades que Francia les debe" y ha asegurado que, durante los próximos cinco años, aportará "unidad, entrega y determinación" para "servir en nombre de todos los franceses". "¡Viva la República y viva Francia!", ha concluido.
Tras su victoria en las urnas, Richard Ferrand, secretario general de ¡En Marcha!, ha anunciado que Macron anunciará en el plazo de "una semana" quién será el nuevo primer ministro que se pondrá al frente del Gobierno galo.
Macron llega a la Presidencia de Francia en un tiempo récord, después de pasar en apenas cinco años de asesor de programas de François Hollande a sucederle en el Palacio del Elíseo. Entre medias, ejerció de ministro de Economía, cargo que abandonó en agosto de 2016 para lanzarse a una aventura política que en su momento fue calificada de residual.
Menos de un año después, el exministro es el único superviviente de una clase política moderada que ha aguantado a duras penas el envite de Le Pen. El Frente Nacional ha logrado construirse una sólida base electoral a golpe de populismo y de venderse como el único cambio posible, frente a un establishment en el que también mete a Macron.
La plataforma con la que se ha presentado Macron a las elecciones presidenciales, ¡En Marcha!, no dispone todavía de ningún diputado. El movimiento, llamado a reconvertirse en partido al uso, aspira a repetir victoria en los comicios legislativos de junio, algo factible según los sondeos.
Si ¡En Marcha! no logra la mayoría parlamentaria, Macron podría verse abocado a nombrar a un primer ministro de otro partido, en principio de Los Republicanos. Este tipo de cohabitación tiene precedentes en la V República, aunque desde el entorno del exbanquero han evitado especular con una opción que restaría valor al meteórico ascenso de Macron.
Macron ha evitado escorarse a izquierda o derecha en aras de un centrismo que, al menos de momento, le ha permitido ganar apoyos a uno y otro lado del espectro político. "Lo que quiero es un programa que lleve a Francia al siglo XXI", llegó a decir durante un mitin al desmarcarse de las familias políticas que han dominado históricamente el país.
El exministro ha prometido inversiones por valor de 50.000 millones de euros, 15.000 millones de los cuales corresponden a formación laboral y otros tantos a energía y medio ambiente. Su objetivo también pasa por ahorrar 60.000 millones de euros mediante distintas reformas de la administración, entre ellas una modernización que permitiría reducir el gasto en 25.000 millones.
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La jornada laboral de 35 horas semanales seguiría aunque sujeta a negociación, mientras que los trabajadores con menos ingresos quedarían exentos de ciertos pagos. En el ámbito fiscal, el impuesto de sociedades se reduciría del 33 al 25%.
La seguridad es parte destacada de la campaña y, en relación a este tema, Macron ha prometido crear 15.000 plazas en prisiones, contratar a 10.000 policías y subir el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB.
En la primera vuelta de las presidenciales, Macron logró la victoria con un 24% de los votos y Le Pen quedó en segunda posición con un 21,3% de los sufragios. La abstención se situó en el 22,23% del censo.