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Dos escenarios futuros y una única solución para la guerra en Gaza

Casas destruidas tras un ataque israelí el 10 de noviembre en Gaza.

Hamás desencadenó el pasado 7 de octubre un incendio en todo Oriente Medio. Tras su ataque sin precedentes por tierra y aire a Israel, Benjamin Netanyahu ordenó a su ejército una vasta operación de castigo que incluye bombardeos de la Franja de Gaza un día sí y día también. La cifra de palestinos fallecidos asciende ya a los 10.000. Gaza es uno de los lugares con más población por metro cuadrado del mundo, más de 2,2 millones de personas en apenas 365 kilómetros cuadrados, y las ofensivas por parte del ejército israelí no cesan. El boicot de Tel-Aviv a la entrada de ayuda humanitaria y de material sanitario es cada vez mayor, según las denuncias de médicos y organizaciones.

Enrique Vega, coronel en la reserva y doctor en Paz y Seguridad, pertenece al Foro Milicia y Democracia. Es un buen conocedor de la geoestrategia en Oriente Medio y está siguiendo de cerca el conflicto. infoLibre se vale de sus palabras para explicar claves imprescindibles para comprender el conflicto y, sobre todo, desentrañar qué puede ocurrir en los próximos meses.

1) El origen del conflicto y el paso de Rafah

"En la llamada Guerra de los Seis Días (1967), Israel se hizo con los territorios egipcios de la Península del Sinaí y de la Franja de Gaza. Como consecuencia de los Acuerdos de Camp David (1978), Israel y Egipto firmaron un acuerdo (1979) por el cual Israel devolvía a Egipto la Península del Sinaí, pero no la Franja de Gaza.

Cuando en 1982 Israel culmina su retirada de Gaza, esta pasa a formar parte de los territorios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pero manteniendo Israel el control y jurisdicción sobre su espacio aéreo y sus aguas territoriales (12 millas). En el caso del puesto fronterizo de Rafah, y de acuerdo con Egipto, mantiene la prerrogativa de que cualquier movimiento de personas y mercancías a y desde la Franja debía ser expresamente autorizado por Israel, que cuenta con vigilancia electrónica en el paso y derecho a inspeccionar desde el lado egipcio, como vemos que está haciendo ahora con la ayuda humanitaria y las ambulancias.

Egipto, temeroso de una posible 'invasión' de refugiados gazatíes, sí abre la mano. Presionado por Estados Unidos (su primer proveedor y financiador de sus fuerzas armadas y de seguridad), no parece dispuesto a romper o saltarse el acuerdo, pase lo que pase en Gaza (y ya vemos lo que está pasando). Por eso, Israel también puede tirarse ahora el farol de aconsejar 'hospitales flotantes' frente a Gaza. Porque ellos controlan esas aguas y, en consecuencia, controlarían esos hospitales.

Mientras, la llamada comunidad internacional sigue llenándose la boca con que se deje pasar la ayuda humanitaria mirando humildemente a Israel para que ceda en vez de presionar a Egipto y compensarlo de mil maneras posibles para que abra el paso. El único riesgo sería que ante esto Israel decidiera bombardear el paso de Rafah y a toda la población gazatí y no gazatí allí arremolinada.  

La llamada comunidad internacional sigue llenándose la boca con que se deje pasar la ayuda humanitaria mirando humildemente a Israel para que ceda en vez de presionar a Egipto y compensarlo de mil maneras posibles para que abra el paso

Por cierto, que la Unión Europea tiene también cierta responsabilidad con su Misión de Asistencia Fronteriza en el paso de Rafah, en stand by desde 2007, pero con su mandato activado hasta junio de 2024. Una misión establecida en función del Acuerdo de Acceso y Movimiento firmado en noviembre de 2005 por Israel, Egipto y la propia Unión Europea. Un acuerdo que mantiene la prerrogativa israelí de control sobre el movimiento de personas y mercancías por el paso fronterizo, pero también una responsabilidad que, al parecer, la Unión Europea no está muy dispuesta a ejercer, escudándose en la letra del acuerdo”.

2) El temor israelí a los túneles

“El combate en población produce muchas bajas y disminuye la eficacia de algunos tipos de armas. Esto es así en general, pero en el caso de Gaza, una ciudad de callejuelas, esta característica se refuerza, como la refuerza el hecho de que los gazatíes combaten en territorio propio y, por tanto, mejor conocido que por las fuerzas israelíes, por muy buena información previa que tengan. Recordemos que el gran temor israelí son los túneles y demás trampas (explosivas, pequeñas emboscadas) que se puedan ir encontrando en su avance. 

Por eso, la táctica es allanar y destruir cuanto se pueda, con su enorme capacidad de fuego, y de fuego preciso, antes del enfrentamiento de, por así decirlo, su infantería, que en muchos casos tendrá que abandonar sus vehículos blindados y enfrentarse a los agazapados combatientes gazatíes cuerpo a cuerpo”.   

3) Ni Netanyahu ni EEUU quieren una campaña larga

“Es dudoso que Netanyahu y su partido, Likud, salgan reforzados de esta nueva campaña del sempiterno conflicto israelo-palestino. En primer lugar, por haber sido sorprendidos tan espectacularmente por la ofensiva de Hamas y, en segundo, por la mala imagen internacional que Israel está dando con sus bombardeos indiscriminados y su resistencia a permitir la ayuda humanitaria en el sur de la Franja. De modo que, más bien, su interés debe estar en una campaña cuanto más corta, mejor.

En cuanto a Estados Unidos, que fue asimismo sorprendido por el ataque del 7 de octubre, algo parecido. Con la guerra en Ucrania distrayéndole de su principal obsesión actual, China y el Indo-pacífico, con un 'revisionismo internacional' en alza y con un Sur Global cada vez menos sumiso, lo que le faltaba es el resurgimiento del viejo (¿e irresoluble?) contencioso israelo-palestino. No los veo muy inclinados a que esto dure”. 

Israel está dando mala imagen internacional con sus bombardeos indiscriminados sobre la población palestina y su resistencia a permitir la ayuda humanitaria en el sur de la Franja

4) Un ataque ¿terrorista?

“Los servicios de información e inteligencia no advirtieron la entrada de Hamás en Israel y permitieron así el posterior ataque: los propios servicios de Israel, el Mossad (inteligencia exterior), Aman (inteligencia militar) y Shin Beit (inteligencia interior), pero también los extranjeros que colaboran íntimamente con ellos (la CIA estadounidense en primer lugar, pero también otros servicios europeos y no europeos). 

Yo no lo llamaría “ataque terrorista” al ataque del 7 de octubre. Lo que ocurre ese día es el ataque, la ofensiva si queremos llamarle así (operación al-Aqsa), de una milicias, las Brigadas Izz al-Din al-Qassam (milicia del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas), y las Brigadas Al-Quds (milicia de la Yihad Islámica Palestina), dependientes de un gobierno (de Hamás) que gobierna un territorio (Franja de Gaza) tras haber ganado las correspondientes elecciones en 2007 (no sólo en Gaza, sino también en Cisjordania, donde, sin embargo, nunca se le ha dejado gobernar). 

Un ataque en el que se violaron las más elementales normas del gerecho de la guerra, pero que carece de las características definitorias de lo que en puridad (y no como propaganda) constituye una acción terrorista. Un ataque más de los muchos habidos desde que empezó en 1948 esta larga e intermitente guerra israelí-palestina”.

5) La estrategia del Ejército de Israel

“La estrategia que las autoridades políticas y militares israelíes están transmitiendo es una campaña de tres fases. La primera, en la que estamos ahora mismo, es la destrucción de la capacidad política y operativa de Hamás y la Yihad Islámica Palestina. La segunda parece ser una ocupación temporal de la Franja hasta conseguir una 'situación de seguridad' aceptable para Israel (que no ha sido, que yo sepa, todavía definida). La tercera sería la retirada militar de la Franja con las imposiciones y restricciones que Israel creyera oportuno establecer (las mismas hasta ahora existentes u otras adecuadas a las circunstancias del momento en que Israel decidiera retirarse militarmente)”.  

Israel está efectuando una campaña de tres fases: la destrucción de la capacidad política y operativa de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, la ocupación temporal de la Franja y la retirada militar con imposiciones y restricciones

6) La mili obligatoria israelí

“No considero que el Ejército de Israel haya demostrado 'cierta fragilidad'. La sorpresa estratégica del 7 de octubre es un fallo a tener en cuenta de los servicios de seguridad, especialmente de los de inteligencia, no de las Fuerzas de Defensa. Si estas están cometiendo algún error es el de su vulneración del derecho de la guerra atacando zonas civiles e instalaciones sanitarias. Esta es la orden, sin duda, que les han dado sus autoridades políticas, pero el derecho de la guerra les ampara para desobedecer órdenes que impliquen crímenes de guerra o de lesa humanidad

En cuanto a si la participación directa de los ciudadanos en las Fuerzas Armadas es una fortaleza o una debilidad, ese es el eterno problema del servicio militar obligatorio. Si éste consiste, como en muchos países, en pasar un cierto tiempo como miembro de las Fuerzas Armadas y después si te he visto no me acuerdo, es más bien una debilidad, porque actualmente la velocidad de cambio de materiales y procedimientos es muy rápida y cuanto más tiempo pase, menos útil se es. Pero en Israel, tras un servicio militar obligatorio (que admite algunas excepciones por razón de religión o etnia) de 24 meses para las mujeres y 32 meses para los varones, se pasa a la situación de reservista, que es convocado a la misma unidad de procedencia un mes por año hasta los 45 años. Es esta modalidad la que sí puede con mucha más probabilidad constituir una fortaleza en caso de guerra”.

7) La única solución "política"

”El futuro es muy difícil de predecir en situaciones tan complejas. Porque la anterior clave está basada en la 'hipótesis más probable': una clara e irreversible victoria militar de Israel; y en otra 'hipótesis' que yo llamaría 'de conveniencia' para evitar tener que basarla en inciertas especulaciones: que el conflicto se extienda más allá de Gaza, más allá del área del mar Rojo o incluso más allá del Cercano Oriente. Algo que, en realidad, ya está pasando: en las fronteras norte de Israel con Líbano (Hezbolá) y con Siria (Altos del Golán) e incluso algo más allá, con cohetes al parecer procedentes de Yemen en dirección a Israel.

“Política”, lo que se dice “política”, sólo hay una solución para Gaza y para todo el contencioso que viene desde la partición de Palestina en 1947: la de los dos Estados

'Política', lo que se dice 'política', sólo hay una solución para Gaza y para todo el contencioso que viene desde la partición de Palestina en 1947 (Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 29 de noviembre de 1947): la de los dos Estados: Israel y Palestina (con capital en Jerusalén Este). Dos Estados cuyo último formato es la partición del territorio en base al resultado de la guerra del Yom Kippur (1973). Una solución de la que todo el mundo habla, pero nadie hace nada para que se cumpla. Unos porque no pueden, otros porque no quieren”.    

8) ¿Es una guerra?

“Sí, creo que se puede hablar de 'guerra'. Dos formaciones armadas y organizadas que se enfrentan violentamente para dirimir cuestiones políticas es la definición clásica, aunque no sea canónica, de guerra. Mi impresión es que, comparada con la duración de casi todas las guerras que conocemos, será corta por el desequilibrio de fuerzas entre ambos contendientes.

A no ser que no queramos tener en cuenta la 'hipótesis de conveniencia' a la que antes me refería: su expansión a algo más que Gaza contra Israel, en cuyo caso considero que no es posible calcular su duración, al menos para mí.

La guerra será corta por el desequilibrio de fuerzas entre ambos contendientes

9) La escalada nuclear

“De momento, dejémoslo en que existe riesgo de escalada (“hipótesis de conveniencia”) y no es pequeño. Que ésta pudiese llegar al empleo de armas nucleares, reconozco que me supera. No tengo bola de cristal. De momento me quedo con un esperanzador ¡ojalá que no ocurra!”.

10) Cómo afecta a la guerra de Ucrania

“Las dos guerras se afectan mutuamente. Ucrania ya está dando toques de alarma y la crítica al doble rasero del llamado mundo occidental empieza a estar presente en todas las manifestaciones a favor de los palestinos o de la solución de los dos Estados.

No es que Estados Unidos y los países de la Unión Europea no tengan capacidad de seguir alimentando a sus aliados en ambos frentes, al menos durante un cierto tiempo, es que es más un problema político, de geopolítica diría yo. 

El mundo árabe y musulmán es demasiado 'grande' como para no tenerlo en cuenta. Ya tres importantes países musulmanes, Irán, Turquía y Arabia Saudí, aparentemente enfrentados por sus áreas de influencia, han condenado con la misma rotundidad la situación en Gaza y la indiferencia con la que el mundo está tratando el calvario de la población palestina de la Franja; y están haciendo llamamientos a una, en principio, abstracta, comunidad musulmana”. 

11) La "prepotencia sobre el mundo musulmán"

Gaza al límite: "No hay agua para frenar las epidemias, no quedan medicinas para tratar a la gente"

Gaza al límite: "No hay agua para frenar las epidemias, no quedan medicinas para tratar a la gente"

“Sobre esto, solamente puede haber respuestas arriesgadas y polémicas. Quizás todo sea una cuestión de inconscientes colectivos. El sentido de culpa del mundo euro-norteamericano por la Shoah y la sensación de prepotencia sobre el mundo musulmán. De aquellos polvos vienen estos lodos.

El nacionalismo israelí se comió al sionismo y se sigue creyendo con derecho a todo. Los palestinos siguen sintiendo que han pagado un pato que ellos no mataron. Después ya todo es geopolítica: alianzas, intereses económicos y comerciales, áreas de poder... Geopolítica e inconscientes religiosos: después de todo el cristianismo es hijo del judaísmo y, por miedo y prepotencia, considera a su hermano, el Islam, un bastardo”.

El nacionalismo israelí se comió al sionismo y se sigue creyendo con derecho a todo. Los palestinos siguen sintiendo que han pagado un pato que ellos no mataron

12) La política ultra se apodera de Israel

"La población israelí cree que su supervivencia como Estado y como sociedad está en constante peligro y eso alimenta el nacionalismo y el nacionalismo exacerbado, que –si no es adecuadamente controlado– empuja hacia el extremo, hacia lo ultra".

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