El 'caso Epstein' se vuelve contra Donald Trump

François Bougon (Mediapart)

Hay un incendio en el movimiento MAGA (Make America Great Again) y Donald Trump, pirómano en jefe, no consigue apagarlo.

El incendio se inició hace algo más de una semana con una nota de dos páginas firmada por el ministerio de Justicia y el FBI, la policía federal. Su objetivo era poner fin al caso Epstein, el financiero amigo de Donald Trump durante años, implicado en uno de los casos más importantes de pedofilia, con cientos de víctimas, y cuyo suicidio en prisión en 2019 alimentó las teorías conspirativas más descabelladas.

Desde la publicación de esta nota, seguida de las declaraciones de la fiscal general Pam Bondi, el presidente estadounidense se enfrenta a una revuelta sin precedentes entre sus seguidores, que denuncian un intento de encubrimiento de las infamias del “Estado profundo”, que albergaría una red de pedofilia y de protección de “hombres poderosos”.

Esas tensiones dentro de la galaxia MAGA fueron visibles el pasado fin de semana, en una reunión organizada en Tampa (Florida) por Turning Point USA, una concentración anual de jóvenes trumpistas.

En este evento, moderado por Charlie Kirk, el activista estrella encargado de movilizar a los jóvenes, estuvieron presentes todas las figuras destacadas de la derecha y la extrema derecha estadounidenses. Todos los que participaron activamente en la victoria de Donald Trump en noviembre, desde Tucker Carlson hasta Megyn Kelly, pasando por Steve Bannon. Pero también miembros de la Administración, como el ministro de Defensa, Pete Hegseth.

Y el caso Epstein apareció en todas las intervenciones. La mayoría de los invitados expresaron su descontento, con el apoyo de gran parte del público, por la gestión de este asunto por parte de la Administración Trump, en particular por parte de Pam Bondi.

Renovado apoyo a Pam Bondi

A lo largo de la semana, el propio presidente había reprendido a un periodista que había tenido la osadía de hacer una pregunta sobre Epstein en la Casa Blanca. Luego, el sábado 12 de julio, en una larga publicación en su red Truth Social, expresó su apoyo a Pam Bondi: “¿Qué está pasando con mis chicos y, en algunos casos, mis chicas? Todos están atacando a la fiscal general Pam Bondi, ¡que está haciendo un TRABAJO FANTÁSTICO!”.

“Estamos en el mismo equipo, MAGA, y no me gusta lo que está pasando. Tenemos una administración PERFECTA, EL MUNDO NOS ENVIDIA, y unos egoístas están tratando de perjudicarla, todo por un tipo que nunca muere, Jeffrey Epstein”, prosiguió.

Pero esas maniobras defensivas no han funcionado, y Donald Trump, que ha pedido sin éxito a todo el mundo que se interese por otra de sus fantasías —que le robaron las elecciones presidenciales de 2020—, se encuentra atrapado y obligado a enfrentarse a “una especie de monstruo de Frankenstein”, como señaló el periodista de NBC News Matt Dixon.

Entre los más vengativos se encuentra Tucker Carlson, el ex presentador de Fox News. En Turning Point USA, Carlson dedicó toda su intervención al caso Epstein, relacionando, en un evidente cliché antisemita, al pedófilo con los servicios de inteligencia israelíes y con un multimillonario judío estadounidense y partidario de Donald Trump, Bill Ackman. Carlson rechazó la actitud de Donald Trump y explicó que quería seguir haciendo preguntas legítimas aunque le dijeran que dejara de hacerlo.

Si ahora perdemos el 10% del movimiento MAGA, perderemos 40 escaños [en 2026] y la presidencia

“Me han tratado como a un esclavo o un animal diciéndome que dejara de ladrar. [...] Y no voy a soportarlo porque no soy ni un esclavo ni un animal. Soy un ciudadano estadounidense, un hombre adulto que paga sus impuestos”, lanzó, y añadió: “Ese tipo era un monstruo sexual raro que abusaba de las niñas. Lo sabíamos. Pero el hecho de que el Gobierno estadounidense, por el que he votado, se negara a tomar en serio mi pregunta y prefiriera decir ‘caso cerrado, cállate, conspirador’, fue demasiado para mí. Y no creo que el resto de nosotros debamos conformarnos con eso”.

Por su parte, Steve Bannon, el exasesor que se autoproclama portavoz del ala populista nacionalista de MAGA, advirtió a su bando. “Esto va más allá de Epstein”, declaró, pronosticando una derrota electoral en las elecciones de mitad de mandato, en noviembre de 2026, si la Administración persistía en su actitud. “Vais a perder el 10% del movimiento MAGA. Si perdemos ahora el 10% del movimiento MAGA, perderemos 40 escaños [en 2026] y perderemos la presidencia”.

El regreso de las cuestiones económicas

La sensación de que la gestión del caso Epstein es un punto de inflexión y podría costar caro políticamente a los trumpistas se refleja en otras declaraciones de Tucker Carlson: “¿Qué es lo que enfurece tanto a la gente sobre Jeffrey Epstein, tanto que provoca un terremoto político? [...] Es la frustración de la gente normal que ve cómo una determinada clase de personas se va siempre de rositas. Eso es lo que es. Y eso me enfurece totalmente”.

Y el experiodista continúa hablando de las dificultades económicas a las que se enfrentan los jóvenes en Estados Unidos.

“¿Cómo consiguió Epstein cuatro Gulf Streams [jets privados]? ¿Cómo consiguió una isla, un enorme rancho en Nuevo México, la casa más grande de Europa? [...] Llega un momento en que los principios económicos básicos realmente importan, y son importantes porque, si bien no es malo que los ricos se hagan más ricos, sí es malo que todos los demás se empobrezcan. Y es especialmente grave que los jóvenes no puedan permitirse comprar una casa.”

El ahora podcaster e influencer se mostró preocupado por el hecho de que los republicanos dejen prosperar a sus rivales demócratas más “radicales” en esa falta de preocupación por las cuestiones económicas, en alusión al ganador de las primarias en Nueva York, Zohran Mamdani. “Una de las razones por las que esto ocurre es que la gente normal con trabajos normales ya no cree que pueda ganar en este sistema”, afirmó.

El lunes, Charlie Kirk volvió a referirse al asunto y también advirtió sobre lo que significa la aparición de Zohran Mamdani. “Si no conseguimos que la generación Z sea propietaria [de su vivienda], habrá aún más Mamdani”, advirtió.

Mientras se intensifican los rumores sobre la salida del número dos del FBI, Dan Bongino —uno de los que más difundió la teoría de la conspiración en torno al caso Epstein cuando presentaba un podcast muy escuchado—, la nuera de Donald Trump, Lara Trump, ha afirmado que su suegro tiene la intención de “poner orden” después de escuchar “todo el ruido y la consternación que hay”. Invitada al podcast de Benny Johnson, prometió que se publicará información lo antes posible, siempre que “no perjudique a los testigos ni a los menores”.

“Pero para todos aquellos que están preocupados por este tema”, añadió, “no hay, que yo sepa, ninguna gran conspiración para intentar impedir el acceso a esa información. Simplemente creo que el proceso se ha ralentizado por razones que, espero, comprenderemos más adelante, y creo que pronto habrá más transparencia al respecto.”

En su red social, Benny Johnson, que explicó haber hablado con “un alto cargo de la policía federal”, prometió “nuevas revelaciones” sobre el caso. “Algunas personas muy poderosas dentro de la Administración están presionando ahora para que se nombre a un asesor especial y se organice una rueda de prensa sobre lo que se ha descubierto sobre Epstein.” 

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¿Será suficiente para calmar a la base MAGA? No es seguro, ya que, como señalaba un editorial del diario conservador The Wall Street Journal, “no les va a satisfacer nada [a los conspiradores], porque viven en un mundo de relatos y no de pruebas”.

 

Traducción de Miguel López

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