La llamada de atención fue bien recibida por las autoridades chinas. Diez días después de iniciarse unas protestas sin precedentes en todo el país, provocadas por el hartazgo general ante los confinamientos y las pruebas constantes de PCR, especialmente entre los jóvenes, la política de covid cero se está eliminando gradualmente.
El miércoles 7 de diciembre, el Gobierno, a través de la Comisión Nacional de Sanidad, publicó una circular sobre la "optimización de la aplicación de las medidas de prevención y control de la pandemia de covid", en la que se detallan diez medidas.
Entre ellas, el final de la obligación de acudir a un centro de cuarentena en caso de infección para "las personas infectadas asintomáticas y los casos leves que pueden aislarse en casa", dice. La práctica de pruebas PCR ya no será tan masiva, puesto que ahora el objetivo es "reducir su frecuencia".
Además, el miércoles, en las redes sociales los internautas compartían vídeos que muestran los cambios, como en la estación de Suzhou, cerca de Shanghai, donde se han retirado todos los puestos de control (ver vídeo más abajo).
También se anunció el miércoles que ya es posible viajar entre provincias sin tener que presentar una prueba PCR negativa de menos de 48 horas, y tampoco se exigirá ninguna prueba a la llegada. Las autoridades también han anunciado una aceleración de la vacunación de las personas mayores.
"Con la vacunación a gran escala y la mutación del nuevo coronavirus, el virus se ha vuelto más transmisible pero menos patógeno, y el riesgo general para la salud de la población ha tendido a moderarse", justificó en rueda de prensa Li Bin, subdirector general de la Comisión Nacional de Sanidad.
A su lado estaba Liang Wannian, jefe del grupo de expertos en respuesta y tratamiento de epidemias de dicha Comisión, quien explicó que "reforzando la vacunación de toda la población, especialmente de los mayores, y mejorando la preparación de medicamentos y recursos médicos, se mejorará aún más la capacidad de prevención y control, lo que proporcionará las condiciones y garantías para la optimización y mejora continuas de las estrategias y medidas de prevención y control en el futuro, y permitirá superar la epidemia".
El anuncio se produjo pocas horas después de la publicación oficial de nuevas cifras preocupantes para la segunda economía mundial: en noviembre, China ha visto caer en picado sus exportaciones e importaciones, bajo el efecto combinado de su política de covid cero y la atonía de la demanda. Como señaló Li Bin, segundo de a bordo de la Comisión Nacional de Sanidad, "la búsqueda de la optimización de medidas tiene por objeto maximizar la seguridad y la salud de la población y minimizar el impacto de la epidemia en el desarrollo económico y social".
Esta relajación de las restricciones a escala nacional aparece después de una serie de flexibilizaciones anunciadas en los últimos días por varias ciudades y provincias chinas tras las grandes manifestaciones de finales de noviembre, en las que algunos manifestantes pidieron la dimisión de Xi Jinping, líder de China, que acaba de ser investido jefe del Partido Comunista para un tercer mandato tras diez años en el poder.
Las protestas contra la política 'covid zero' se extienden por China
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Traducción de Miguel López