Las elecciones legislativas británicas del 8 de junio, decisivas para el Sinn Féin irlandés

En Belfast, la capital de Irlanda del Norte, puede verse el rostro de Nigel Dodds en los postes que bordean a lo largo de cientos de metros la North Queen Street. Este diputado del Partido Unionista Demócrata (DUP, por sus siglas en inglés), mano derecha de la primera ministra Arlene Foster y partidaria del brexit, representa desde 2001 a la circunscripción de Belfast Norte en la Cámara de los Comunes de Westminster. Sin embargo, esta vez, en este distrito históricamente unionista, pueden soplar vientos favorables al Sinn Féin, el partido nacionalista contrario al brexit que milita a favor de la reunificación de Irlanda.

John Farrs, de 24 años, votará por el Sinn Féin, como siempre. Para él, el partido es “el único capaz de responder a sus expectativas”. Las palabras del hombre llaman la atención, sobre todo porque su familia es protestante. Y es que, en Irlanda, casi 20 años después de los Acuerdos de Paz de 1998, el voto sigue siendo mayoritariamente identitario: los católicos votan por los partidos nacionalistas, favorables a una Irlanda reunificada, mientras que los protestantes lo hacen por los unionistas, leales a la Corona británica.

Muy sonriente, el joven replica: “No hablo de política en casa”. Como muchos aquí, el hombre, en el paro, está cansado de los "unionistas que no hacen nada por él". La circunscripción, que presenta una de las tasas de paro más altas de Irlanda del Norte, es la más marcada por The Troubles, el conflicto norirlandés que enfrentó durante más de 30 años a católicos nacionalistas y a protestantes unionistas. Las dos comunidades se relacionan poco entre sí y los grupos paramilitares disidentes siguen mandando.

Cada vez son más los decepcionados con las políticas unionistas. El Sinn Féin, que se reparte el Gobierno local con el DUP desde hace 10 años, lo sabe y por eso está llevando a cabo políticas más ofensivas al respecto. De momento, esta táctica le beneficia. En las últimas elecciones legislativas, a principios de marzo, el unionismo perdió su mayoría parlamentaria por primera vez desde la división de Irlanda en 1921. El Sinn Féin consiguió 27 de los 90 escaños, uno menos que el partido de Arlene Foster, y solo les separaron 1.000 votos.

En Belfast Norte, se percibe esta desaceleración. En el referéndum del brexit de junio de 2016, la circunscripción votó remain (permanencia en la UE), como la mayoría de los residentes en Irlanda del Norte, mientras que el DUP había hecho campaña por la salida de la UE. La circunscripción, cuya población es católica y protestante en un porcentaje similar, está en el punto de mira del Sinn Féin de cara a las elecciones. La victoria sería simbólica en este bastión unionista. Pero sólo simbólica. Como “orgullosos abstencionistas”, los diputados del Sinn Féin no van al Parlamento británico de Westminster, al negarse a ser leales a la reina.

Chris Donnelly, de 42 años, ha crecido en el barrio y piensa que la conquista es posible. “El voto nacionalista estaba dormido estos últimos años, pero el brexit ha cambiado las tornas”, dice Donnelly, director adjunto de la escuela de primaria Holy Cross, un centro católico para niños, situado en Ardoyne, el único barrio nacionalista del norte de Belfast. “La idea de una reunificación con Irlanda se ha convertido en una idea factible a medio plazo”. Resultado: la movilización se ha intensificado, mientras que la abstención en la zona, en general, bate récords.

El candidato para estos comicios también ayuda, según Chris Donnelly. John Finucane, del Sinn Féin, se enfrenta al militante de toda la vida, Nigel Dodds. John Finucane, que carece de experiencia política, es un abogado de 37 años muy popular en Irlanda del Norte. Su padre, Pat Finucane, abogado defensor de los Derechos Humanos, fue asesinado en febrero de 1989 por las fuerzas militares lealistas, en presencia de su familia. Este asesinato se encuentra entre los que más marcaron el conflicto.

A decir de Chris Donnelly, también observador de la vida política norirlandesa y simpatizante del Sinn Féin, su candidatura se anuncia positiva: “Representa a la nueva generación del Sinn Féin, alejada del IRA [Ejército Republicano Irlandés, rama paramilitar del partido oficialmente disuelta en 2005] y va a atraer a las clases medias, que habrían votado por el Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP), nacionalista más moderado”.

Frontera

El pasado 17 de mayo, John Finucane llenaba la sala en la que mantuvo su primer encuentro con la ciudadanía. Ante unas 200 personas, la mayoría de las cuales ya trabajan por la causa, el discípulo de Michelle O’Neill, la dirigente del Sinn Féin en Irlanda del Norte, recordó cuál es el eje central de la campaña: oponerse a las políticas favorables al brexitbrexit del partido conservador DUP.

La salida de la UE va a pesar mucho el futuro de este barrio. A partir de 2020, las numerosas asociaciones, que han contribuido a la pacificación entre las dos comunidades del territorio, desconocen si van a seguir recibiendo fondos europeos. “Perderíamos muchos empleos y el conocimiento en la materia, que sólo han gestionado las organizaciones benéficas”, dice preocupado Brian McKee, de 58 años, profesional autónomo asistente al mitin. Pero no se reavivarían las tensiones. “Nadie quiere dar marcha atrás. Ahora se tiene menos miedo al otro”, asegura este hombre que lleva más de 30 años trabajando con los jóvenes del barrio desde la Iglesia católica.

El problema más urgente, en su opinión, está en la frontera: ¿cómo se va a gestionar las 30.000 personas que viajan todos los días entre Irlanda e Irlanda del Norte, si el Reino Unido deja de formar parte del mercado único? ¿Y las mercancías? En Irlanda del Norte, ningún partido quiere que vuelvan a existir las barreras arancelarias. ¿El motivo? Grupos nacionalistas disidentes podrían ponerles en el punto de mira, como sucedió durante el conflicto norirlandés.

El pasado 11 de mayo, durante una visita a Dublín, capital irlandesa, de Michel Barnier, el negociador del brexit para la UE, aseguró al Gobierno que iba a “trabajar con ellos para evitar una frontera dura”, pero que “las aduanas forman parte de la gestión europea” para proteger el mercado único. (Se puede consultar el discurso en este enlace).

Liam Irwin, jefe de administración de las aduanas irlandesas, propone una solución: “Según las reglas europeas, se deberían establecer controles en puntos de facilitación comercial situados a 10-15 km de la frontera”. El diario nacionalista Irish News se hacía eco de sus palabras en su edición del 19 de mayo. El autor del artículo se muestra alarmado ante las previsiones: “Incluso un pequeño desvío o una demora podrían tener un impacto sobre los costes, lo que repercutiría en los consumidores y tendría, de forma más global, graves consecuencias sobre la circulación de mercancías en la isla”. El asunto debe resolverse antes de finales de año, en las negociaciones del brexit, que tendrían que dar comienzo aproximadamente a mediados de junio.

Pase lo que pase, Irlanda del Norte carece de capacidad de decisión sobre lo que pueda a suceder en sus 500 km de fronteras (360 de ellos, fronteras terrestres). “Sabemos que todo se decide en Dublín, en Londres y en Bruselas”, reconoce Sam McBride, redactor jefe de Política del diario unionista News Lettter. Por tanto, las elecciones legislativas británicas tendrán un peso relativo en Irlanda del Norte, que sólo tiene 18 de los 650 escaños de la Cámara baja del Parlamento. A tenor de los pronósticos del periodista, el DUP puede mantener la mayoría, también en Belfast Norte. Además, en su opinión, para el Sinn Féin, el verdadero desafío llegará después del 8 de junio, a escala local. Si el partido nacionalista mejora los cuatro escaños que posee en la actualidad, la relación de fuerzas cambiará con el DUP.

Y eso repercutirá en las negociaciones para la constitución del nuevo Gobierno, ya que la nación constitutiva británica está sin Ejecutivo desde enero. Y, tras varias prórrogas, el 29 de junio, a lo sumo, los dos partidos deberán haber alcanzado un acuerdo. De ahí que, las elecciones legislativas británicas vayan a ser decisivas.

Los unionistas británicos vencen las elecciones al Sinn Féin por un solo escaño en Irlanda del Norte

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Traducción: Mariola Moreno

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En Belfast, la capital de Irlanda del Norte, puede verse el rostro de Nigel Dodds en los postes que bordean a lo largo de cientos de metros la North Queen Street. Este diputado del Partido Unionista Demócrata (DUP, por sus siglas en inglés), mano derecha de la primera ministra Arlene Foster y partidaria del brexit, representa desde 2001 a la circunscripción de Belfast Norte en la Cámara de los Comunes de Westminster. Sin embargo, esta vez, en este distrito históricamente unionista, pueden soplar vientos favorables al Sinn Féin, el partido nacionalista contrario al brexit que milita a favor de la reunificación de Irlanda.

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