Oleada de despidos, sueldos obscenos, contactos secretos con Catar... la oscura trastienda del Roland Garros

El presidente de la FFT Gilles Moretton junto a Amélie Oudéa-Castéra.

Laurent Mauduit (Mediapart)

Cualquiera que siga la actualidad deportiva francesa sabe que dos grandes federaciones, la de fútbol y la de rugby, están en crisis debido a los errores o equivocaciones de sus dirigentes. Señalando a estas dos federaciones, pero también al Comité Olímpico, el diario Le Parisien intentaba explicar recientemente "por qué la gobernanza del deporte francés está en crisis". Aunque la pregunta es legítima, merece hacerse extensiva a la Federación Francesa de Tenis (FFT).

Desde la elección como presidente, en febrero de 2021, de Gilles Moretton, ex jugador de élite, la Federación Francesa de Tenis apenas había sido noticia, aparte de haber servido de trampolín para que Amélie Oudéa-Castéra se convirtiera en ministra de Deportes en mayo de 2022, tras haber ejercido durante 15 meses como directora general de la federación.

Durante un tiempo se llegó a pensar que la llegada de Gilles Moretton a la presidencia de la FFT le permitiría pasar página de las presidencias anteriores, salpicadas por repetidos escándalos. En cualquier caso, esa fue la principal promesa de su campaña: que su presidencia cumpliría un requisito de "bondad" y "transparencia". 

Pero, mira por dónde, la esperanza de una renovación de la FFT se desvaneció y la nueva presidencia se empantanó rápidamente. Al investigar estos abusos, Mediapart se topó con varias dificultades. En primer lugar, para evitar cualquier conflicto de intereses, un decreto del 4 de agosto de 2022 prohíbe a Amélie Oudéa-Castera, ministra de Deportes, supervisar la FFT, ahora competencia de la primera ministra. En otras palabras, el FFT ya no tiene ninguna supervisión y no tiene realmente que rendir cuentas. Es difícil pues tener acceso a datos fiables, sobre todo porque el Tribunal de Cuentas suele realizar investigaciones una vez cada 15 años.

Además, aunque hay algo más de 400 empleados, no hay sindicatos. Así que el clima no es propicio para que los empleados hablen o se quejen. Sin embargo, Mediapart ha podido hablar con numerosos empleados, que han pedido el anonimato, así como con varios miembros de la dirección que, en privado, no ocultan su preocupación por el rumbo tomado por esta federación, la segunda en número de trabajadores despedidos. He aquí algunas de las disfunciones en la dirección de la FFT.

Una hemorragia social sin precedentes

La primera crisis a la que se enfrenta la FFT es social. Desde la llegada de Gilles Moretton a la presidencia, se ha reducido casi una cuarta parte de la plantilla, ya sea por jubilación, baja voluntaria o contractual, o sobre todo por despido.

Si se examinan las cifras oficiales presentadas a la asamblea general de la FFT los días 14 y 15 de enero, esa espectacular hemorragia no parece clara. En la cuenta de pérdidas y ganancias, observamos que el número de empleados fijos a 31 de agosto era de 385 en 2020, 384 en 2021 y 391 en 2022. A esto hay que añadir entre 65 y 70 puestos de trabajo con contratos de duración determinada. A la vista, las cifras son, por tanto, ligeramente superiores.

Pero son sólo apariencias, porque la FFT ha sufrido una hemorragia social sin precedentes. En un largo mensaje que nos envió en respuesta a nuestras preguntas (ver anexos), el presidente de la federación algo admite, explicando que "naturalmente, también ha habido salidas". “Como en cualquier organización, quien no esté a gusto en una nueva dirección o en la aplicación de un programa es libre de marcharse. Así, en 2021, año en que asumí el cargo, tuvimos 54 salidas, de ellas 12 dimisiones y 5 despidos, en un periodo convulso por la situación post-Covid...".

Pero las cifras internas a las que tuvimos acceso son mucho más importantes que esas. Desde la llegada de Moretton, se han producido 48 salidas de marzo a diciembre de 2021; después, de nuevo, 64 salidas durante todo el año 2022. Desde el inicio de la nueva presidencia, de marzo de 2021 a diciembre de 2022, se produjeron 112 ceses en diversas formas: jubilaciones, renuncias voluntarias o rescisiones de contrato, bajas tras una transacción o en forma de despido.

Las cifras comunicadas al Comité Económico y Social de la FFT en septiembre de 2022 dan una idea del desglose:

 

En cualquier caso, la estabilidad de la plantilla ofrece un primer indicio: muchos empleados fueron expulsados para que la nueva dirección pudiera contratar de nuevo a otros. Para utilizar una expresión violenta, en una conversación privada con de un dirigente de la federación, que sin embargo no es opositor, "hubo una verdadera purga", sin precedente alguno en la historia de la federación. En comparación, bajo la presidencia anterior, la de Bernard Giudicelli, se produjeron 38 salidas el año de su llegada, en 2017.

Prácticamente todo el equipo directivo de la empresa fue expulsado, en forma de despidos o rescisiones de contrato, constituyendo el grueso de esos 112 ceses.

El primero de estos ceses fue el del director general de la FFT, Jean-François Vilotte, al que sucedió Amélie Oudéa-Castéra. Pero inmediatamente le siguieron otros, como el director jurídico, el director general adjunto encargado de las recursos humanos, la directora de finanzas y la directora general adjunta encargada del área federal.

También se pidió a varios entrenadores que hicieran las maletas, entre ellos dos conocidos ex jugadores, Thierry Champion y Thierry Tulasne, así como el jefe de formación de juveniles y el jefe de obras del estadio. Lo mismo ocurrió con el jefe del estudio/diseño gráfico y su ayudante.

Además, dos directoras de comunicación, entre ellas la ex jugadora Sarah Pitkowski, fueron despedidas rápidamente y sin previo aviso.

Según los testimonios recogidos por Mediapart, varios de esos despidos fueron bruscos o expeditivos, lo que llevó a la federación a firmar cheques muy sustanciosos para evitar el riesgo de ser condenada por despido improcedente. Así pues, esas cuantiosas indemnizaciones han salido del bolsillo de los miembros de la FFT, que aportan gran parte de su financiación. En algunos casos, se alegaron faltas graves durante las entrevistas preliminares, y luego la dirección cambió de opinión y propuso acuerdos. En total, Mediapart tiene conocimiento de al menos diez ceses en forma de transacciones.

A la directora de Recursos Humanos, Diane Stavropoulos, que había empezado a aplicar los primeros despidos, también se le pidió que "se largara": cuando se le notificó su despido, le dijeron que abandonara su despacho el mismo día, a pesar de que solo faltaban unos meses para su jubilación. No es la única que ha sido sometida a tal procedimiento. A un conocido ex jugador, empleado de la federación, también se le pagó una buena indemnización para que se marchara cuando estaba cerca su edad de jubilación.

En otros casos, empleados o directivos de la federación se han quejado de haber sido objeto de acoso moral. Es el caso de una de las responsables de comunicación del presidente y directora técnica nacional, Sylvie Marchal, o de la directora de asuntos públicos, Audrey Delacroix, que no le valió de nada su amistad Amélie Oudéa-Castéra. En ambos casos, el Comité Económico y Social (CES) ejerció sus derechos pero Gilles Moretton no accedió a la petición de que la auditoría fuera encargada a una firma externa. En esos dos casos, según nuestras fuentes, los despidos les fueron notificados mientras estaban de baja por enfermedad.

En esta lista también hay que incluir a Guy Forget, aunque su caso es un poco especial, ya que no era un empleado sino que tenía un contrato de prestación de servicios como director de los torneos de Roland-Garros y de Bercy. Caído en desgracia por su supuesta cercanía al ex presidente, se le ofreció una reducción del 30% de su contrato, con la pérdida de la dirección del torneo de Roland Garros. Al negarse, no se le renovó el contrato.

Así que hay mucha gente dejada en la estacada. Los innumerables testimonios recogidos por Mediapart son todos iguales. Mencionan frecuentes escenas de llanto en las oficinas de Roland-Garros y un clima de ansiedad, cuando no de miedo. Muchos afirman que, si bien algunos empleados se han marchado atraídos por los cuantiosos salarios ofrecidos por el comité organizador de los Juegos Olímpicos, también ha habido, además de los despidos, muchas bajas voluntarias, fruto del desánimo. "Muchos de nosotros vinimos deslumbrados, porque trabajar en Roland Garros era un sueño; y el sueño se convirtió en pesadilla", dice un ejecutivo de la federación brutalmente despedido que firmó un acuerdo de confidencialidad. "Por respeto a la institución y para no parecer amargado y vengativo, no quiero hablar de personas que ya han hecho mucho daño humano a su alrededor", dijo una destacada figura del tenis.

Este clima social tan degradado es sorprendente sobre todo porque Gilles Moretton y todos sus partidarios, incluida Amélie Oudéa-Castera, habían prometido mucha "benevolencia". Esta es la palabra que utiliza la ministra en este clip de campaña:

Nunca hubo benevolencia. Y Amélie Oudéa-Castéra es, al menos en parte, responsable de ello, porque cuando era directora general de la federación, se encargaba de su vida interna y, por tanto, de la política social, mientras que Gilles Moretton se dedicaba más a las relaciones con los clubes. Así pues, los primeros despidos bruscos o ceses voluntarios fueron dirigidos por ella.

En su respuesta a Mediapart, Gilles Moretton rechaza que haya habido despidos expeditivos: "Es absolutamente falso. Nuestra organización, nuestro funcionamiento y finalmente los valores deportivos que defendemos nos obligan a un respeto total de la ley, y de las personas con las que hemos trabajado y de las que nos separamos cuando se constata de hecho que no casan con las necesidades y los intereses de la federación y su proyecto [...]. Nunca hemos dejado de actuar con respeto y benevolencia en este contexto. La benevolencia no excluye el rigor y la exigencia. Asumo que soy un presidente exigente con mis equipos.”

Y, refiriéndose al derecho de alerta del CES, hizo las siguientes observaciones: "El CES no puede, por razones de confidencialidad, mantenerse informado de las interacciones a largo plazo con cada uno de nuestros directores o empleados. Porque siempre es después de un diálogo sostenido, a medida que avanza la colaboración, cuando un día se constata definitivamente que es imposible trabajar juntos. Por eso, para facilitar las gestiones del CES, he indicado que la mejor opción hoy es un tratamiento interno, con cláusula de confidencialidad".

Cabe señalar que Gilles Moretton ya había sido criticado anteriormente por sus métodos sociales. En una sentencia del 8 de julio de 2021, la magistratura de trabajo de Grenoble consideró que el despido de François Bardin, director de la liga de tenis Auvergne-Rhônes-Alpes, presidida entonces por Gilles Moretton, el 17 de abril de 2018, carecía de "causa real y grave". Por ello, la Liga fue condenada a indemnizar al afectado con 108.000 euros en concepto de daños y perjuicios, así como a reembolsar a las organizaciones sociales seis meses de prestaciones de desempleo, sentencia que ha sido recurrida. En su razonamiento, los magistrados consideraron que la sentencia había sido "brutal y vejatoria".

Agradecimientos por los servicios prestados

Si, a pesar de estos despidos, el número total de empleados ha aumentado ligeramente, es obviamente porque ha habido nuevos contratos. Por un lado, la federación ha cubierto las bajas y, por otro, ha hecho contratos para responder a nuevas necesidades, como las sesiones nocturnas en Roland-Garros. Pero, según numerosos testimonios, también hubo muchos puestos, temporales o no, o misiones, ofrecidos a amigos de Gilles Moretton que habían participado en su campaña.

El agradecimiento más espectacular fue el que se hizo a Hughes Cavallin. Ex presidente de la liga de tenis de París, principal aliado y partidario del anterior presidente, Bernard Giudicelli, que le había nombrado tesorero de la FFT, Hughes Cavallin desempeñó un papel importante en las últimas elecciones. Cambiando de bando en plena campaña, abandonando a su antiguo mentor Giudicelli y volando en ayuda de Moretton, le aportó los votos de la liga de París y le permitió ganar la presidencia.

A cambio, en cuanto Moretton fue elegido, Hughes Cavallin obtuvo un puesto que nunca antes había existido, el de director del gabinete del presidente. Aunque Gilles Moretton había anunciado que, bajo su presidencia, la transparencia sería la norma, sobre todo en materia de remuneraciones, nadie sabía cuál era la del recién llegado ni cuáles eran sus tareas precisas. En su momento, este ascenso fue una sorpresa, como señaló L'Équipe: "Un nombramiento que sorprendió a la familia del tenis francés. Sobre todo porque se sabía que le estaban haciendo una auditoría, lanzada por la FFT en 2020 y dirigida por su departamento financiero, con el fin de analizar con precisión todas las transacciones realizadas en las ligas, relativas a las entradas del Roland-Garros.”

Es probable que las tareas de Hughes Cavallin no fueran tan importantes, ya que dimitió al cabo de 15 meses, en mayo de 2022, y nadie le sustituyó.

Pero más allá de este agradecimiento tan visible, hubo muchos otros, algunos simbólicos, otros más sustanciales, en beneficio de personas que habían dado su apoyo a Gilles Moretton: un encargo para rediseñar una página de Facebook o un directorio fotográfico; para una auditoría del comité ejecutivo y su comunicación (que no se hizo pública); para proponer una nueva ceremonia para un trofeo femenino; misiones de consultoría en beneficio del presidente... Todo ello se confió unas veces a ex periodistas, otras a ex jugadores, etc.

En su respuesta a Mediapart, Gilles Moretton defiende el puesto que dio a Hughes Cavallin, "apreciado por sus cualidades humanas y su acción como presidente de la liga": "El objetivo era facilitar una transformación rápida respetando el funcionamiento de la federación. Hughes Cavallin, gracias a sus reconocidas dotes como tesorero, hizo posible una transición sin desavenencias ni problemas.”

Acuerdos secretos sobre los derechos televisivos de Roland Garros

El motivo de que este asunto sea tan delicado es que muchos de los despedidos no apreciaron el cambio en 2021. Hasta entonces, el tenis francés se había mantenido en gran medida al margen de la locura especulativa que ha desestabilizado muchos deportes. Para los derechos de retransmisión del Roland Garros, se había establecido una asociación histórica entre la FFT y France Télévisions (FTV). Esta cooperación permitió a los aficionados al tenis seguir los partidos alternativamente en uno de los canales públicos, en abierto. Sobre todo, parecía natural porque se celebraba un acuerdo entre una federación con una misión de interés general y un grupo público. Era una alianza que se inscribía en una lógica de honestidad, la del deporte para todos.

Pero el anterior equipo directivo de la FFT tomó la cuestionable decisión de ofrecer parte de los derechos televisivos del torneo, para los partidos que comienzan a las 21:00 horas, a Prime Video, la plataforma de streaming de Amazon, por tres años a partir de 2021. Detrás de la retransmisión nocturna de los partidos estrella, comenzaba una verdadera privatización del tenis.

Al final de esta primera experiencia de tres años, habría sido lógico que se celebrara un debate público sobre la conveniencia de continuar o no. Sin embargo, según nuestras informaciones, Gilles Moretton está explorando otra vía: supuestamente está llevando a cabo negociaciones secretas con Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG y también consejero delegado de beIN Media Group, el holding del canal de televisión catarí.

Fue durante un viaje a Doha, Catar, en noviembre de 2021, con motivo de los Campeonatos del Mundo de Pádel, cuando Gilles Moretton, acompañado por el ex jugador Arnaud Di Pasquale, que fue ascendido a jefe de misión para este deporte en crecimiento, supuestamente mantuvo contactos con Nasser Al-Khelaifi (presidente del PSG, ndt) y se planteó la posibilidad de que las prestigiosas retransmisiones nocturnas durante el torneo de Roland Garros fueran emitidas a partir de 2024 por beIn Sports. Según nuestras informaciones, la mayoría de los miembros de la dirección de la FFT no fueron informados de esas negociaciones secretas. Muchos de ellos sólo saben que las relaciones entre Amazon y la FFT se han deteriorado desde el último torneo, ya que no todos los juegos destacados se ofrecieron al oligopolio americano.

Entonces, ¿tiene razón Gilles Moretton al querer extender esa privatización del tenis? Y si es así, ¿tiene la FFT buenas razones para favorecer los intereses cataríes? El debate es obviamente complejo, ya que los derechos aumentan rápidamente en todo el mundo, y la FTV no está dispuesta (o no puede) seguir esta inflación durante las sesiones nocturnas. Por su parte, Amélie Oudéa-Castéra dejó claro a menudo, cuando estaba en la FFT, que no era partidaria de un acercamiento a Catar.

Pero sea cual sea la opinión que se pueda tener sobre la adjudicación de los derechos televisivos del Roland Garros, lo cierto es que el procedimiento debe estar estrictamente regulado. Aunque la adjudicación de los lotes de retransmisión no sea un contrato público y no sea obligatorio convocar un concurso, existen normas deontológicas cuando se decide convocar un concurso de este tipo, en lugar de una cesión privada, para elevar las ofertas. Hasta ahora, en este caso, el procedimiento de licitación era supervisado por una comisión ad hoc y, por supuesto, los miembros de esta comisión, incluidos el presidente de la FFT y el tesorero, debían mantener las distancias con las posibles cadenas.

En cualquier caso, el director de emisiones y programas de beIn Sports declaró su entusiasmo en Europe 1: "En cuanto al Roland Garros... ¡por qué no!

Sueldo de Amélie Oudéa-Castéra

Según reveló Mediapart, el primer asunto que empañó la presidencia de Moretton fue el del sueldo de Amélie Oudéa-Castera, durante el tiempo que fue directora general de la FFT, de marzo de 2021 a mayo de 2022. En realidad, el asunto era doble. En primer lugar, Gilles Moretton había prometido transparencia sobre todos los sueldos pagados por la federación. Sin embargo, no hizo nada. En el caso de Amélie-Oudéa-Castéra, hubo que esperar a la declaración que la ley le obligaba a hacer, como ministra, ante la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública (HATVP).

Y luego, con ocasión de una rueda de prensa el 9 de diciembre de 2021, dejó claro que la federación no pagaría sueldos faraónicos a sus empleados. "Hay contratos que han podido ser firmados antes de mi presidencia... Es obvio que nos encontramos en una situación en la federación en la que, con el efecto Covid, ha habido pérdidas considerables", declaró. "Cuando se observa el perfil de las personas que dirigen la FFT, tanto a mi nivel como al de la dirección general, se cuenta el dinero. Vengo de la pequeña empresa. Amélie Oudéa-Castera, en cambio, procede del sector minorista, donde sabemos que los márgenes son del 0,01%. Sí, contamos, miramos, tenemos cuidado. Y, sobre todo, estamos atentos a los servicios que se ofrecen.”, añadió.

"¡Contamos el dinero!” Esa ha sido la segunda desilusión de este asunto, porque a través de las declaraciones a la HATVP, descubrimos la oferta lucrativa que Gilles Moretton había ofrecido a Amélie Oudéa-Castéra: 35.600 euros netos al mes.

Aparte del caso de la mujer que ha llegado a ministra de Deportes, ¿cuáles son las otras remuneraciones de los principales directivos de la federación? ¿Cuánto ganaba Hughes Cavallin? En muchos ámbitos, la Federación Francesa de Tenis sigue muda.

 

Caja negra

El autor de estas líneas es copresidente de un club de tenis de Bretaña.

En los anexos de este artículo, el lector encontrará la larga respuesta que nos dio el presidente de la FFT, Gilles Moretton. Dado el decreto que prohíbe a Amélie Oudéa-Castera, Ministra de Deportes, tratar cualquier asunto relacionado con la FFT, no pudimos interrogarle sobre su papel, pero le hicimos saber que publicaríamos una investigación sobre el tema.

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