Nicolás Maduro se ha despachado a gusto contra España. Lo ha hecho, como siempre, a su manera. Con el tono despectivo al que nos tiene acostumbrados y con descalificativos hasta para Mariano Rajoy. Y todo, porque, en las últimas horas, el Congreso español ha pedido la liberación de los líderes opositores venezolanos. Según él ya lo había advertido, pero ayer el Congreso español aprobó promover la liberación de los presos políticos de Venezuela y su respuesta fue contundente: "Vayan a opinar de su madre pero no de Venezuela". El presidente venezolano lo ha dejado claro y ha descargado toda su furia contra el Congreso al que ha acusado de élite corrupta, pero sobre todo sus críticas han ido hacia Rajoy. Y avisa de que tomará una serie de medidas contra nuestra país.

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