Restaurantes, viajes, ropa y alimentación aparecen en la lista de gastos de las tarjetas que usaron presuntamente 86 consejeros de Caja Madrid y Bankia durante nueve años. La Audiencia Nacional va a seguir el rastro de lo que la cúpula del banco llamaba tarjetas 'black', negras. Se crearon de forma opaca, sin que las aprobase el consejo de administración. No se declaraban a Hacienda. Sus movimientos se anotaban a mano por la secretaria del director general, Ildefonso Sánchez Barcoj, responsable de las tarjetas, y se camuflaban en un apunte contable denominado "errores informáticos". En la época previa a la nacionalización de Bankia, se disparó la factura. Gastaron 3.8 millones de euros en un solo mes y hay 28 consejeros que siguieron usándolas hasta ocho meses después de ser cesados. El que más dinero gastó fue precisamente el responsable, Sánchez Barcoj, 484.200 euros; seguido del consejero de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín, que cargó 456.500; el expresidente Miguel Blesa facturó 436.700 euros; y quien le sucedió en el cargo, Rodrigo Rato, 54.800. Éste último lo ha devuelto junto a otros tres consejeros de la última época porque Bankia se lo ha reclamado, pero queda por recuperar la mayor parte, la que corresponde a la era Caja Madrid. La Fundación de la Caja, que sigue existiendo, está estudiando si va a pedir el dinero a sus titulares, entre los que está su propia presidenta.

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