Concertada, alias de educación y sanidad

En educación, lo que llaman concertada es el alias que se usa desde los gobiernos de derecha concertaday de derechas pintada de izquierda para detraer dinero público que hace falta al sistema de educación pública y entregárselo a la patronal de la privada.

En sanidad el cómplice del robo a la sanidad pública para entregar el botín al oligopolio privado es el mismo, con variaciones meramente formales. Aquí el sistema que en educación se llama capciosamente “concertada” para saquear dinero público que los españoles aportan para sustentar, ampliar y mejorar en calidad las infraestructuras de la educación pública, se llaman “conciertos” o atracos mediante los cuales las intervenciones hospitalarias más rentables se derivan bóbilis bóbilis a las arcas privadas de los empleadores futuros de los miembros del gobierno de turno de las comunidades autónomas y del propio Ministerio que propician tan alimenticias listas de espera manteniendo cerrados quirófanos u obligándolos a funcionar algún día a la semana o sólo por las mañanas, o por las tardes, es decir tomando las tramposas y autoritarias medidas que engordan las listas de espera, para así justificar los jugosos “conciertos” que dorarán sus jubilaciones con el dinero público y la paciencia y el sufrimiento de enfermos y sanitarios.

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¿Pero qué necesidad tienen los españoles de un sistema híbrido mediante el cual se deteriora la financiación del sistema público de sanidad o educación para a continuación proponer un engendro que en educación se concreta en que el dinero público paga el suelo, el edificio y los salarios de los profesores, en tanto que la parte privada gestiona a dos carrillos gestionael invento con la formal e inefectiva promesa de limitar el cobro de la mensualidad a una cantidad a caballo entre media y alta, con la absoluta libertad de incrementarla indirectamente mediante el cobro de ineludibles servicios complementarios, tan imprescindibles como rutas de transporte, obligatorias actividades extraescolares, comedor, compra inexcusable de acciones que venderá cuando el alumno acabe su escolaridad… En la sanidad la boca del trabuco se concreta en las añagazas antes expuestas para retrasar con gestiones lerdas o con falta de inversión en los servicios sanitarios más demandados por la población.

Todo este estado de cosas tiene que ver con los votos que una parte de la población deriva a partidos que una vez instalados en el gobierno se dedican a poner en puestos de decisión claves para la buena gestión pública de la sanidad y la educación a submarinos de las empresas privadas, que a golpe de talonario consiguen que el gobierno de los servicios públicos se haga por medio de empleados del oligopolio privado, de tal manera que la gestión esté dirigida artificial y alevosamente a crear déficits en áreas de interés para la patronal privada de la educación y la sanidad, ofreciendo la coartada necesaria para colocar sus carísimos servicios, a la par que so pretexto de mejorar la gestión que ellos mismos entorpecen, trocean las áreas de servicio más fácilmente rentabilizables (lavandería, cátering, análisis clínicos…) para servírselos en bandeja de oro a sus futuros empleadores para que pasen a engrosar las propiedades que fueron creadas con el esfuerzo y el dinero de todos y que a partir de ahora pasarán a ser propiedad privada, pura y dura o escondida tras la mampara del “concierto”. Propiedad de tipos a los que va mejor cuanto peor. Ganan más reduciendo calidad en materiales, personal, formación, economizan en escáneres, eliminan enfermos no rentables como tú y tus hijos seréis un día, del mismo modo que hoy lo es tu…, qué te voy a contar.

Fernando Pérez Martínez es socio de infoLibre