Los impagos del Gobierno griego ahogan el suministro de medicinas a la población

Las farmacias se quedan sin medicamentos en Grecia. Faltan más de 200 productos para el tratamiento del colesterol, la hipertensión y la hepatitis entre otros, y también escasean los antibióticos, los anestésicos y los antiretrovirales empleados en el tratamiento del VIH. Por si fuera poco, algunos hospitales han dejado de suministrar estos mismos productos. Atenas es la ciudad en la que se vive una situación más complicada, y es frecuente ver a pacientes de una farmacia a otra en un intento por conseguir sus recetas.

Según el Gobierno, el origen del problema está en el recorte del suministro efectuado por parte de más de 50 grandes farmacéuticas, que habrían detenido las ventas por los bajos precios a los que se dispensan los medicamentos en el país heleno. La Organización Nacional para las Medicinas ya ha investigado al menos a 13 multinacionales, y ha remitido un listado al Ministerio de Salud en el que propone sanciones para al menos ocho, si bien no han trascendido los nombres. Mientras tanto, el ejecutivo busca alternativas para sustituir los productos que ahora mismo no llegan al país.

Las compañías, por su parte, se defienden y en su mayoría niegan las acusaciones o aseguran que tan sólo un pequeño grupo de medicamentos ha sido retenido. “Nuestra prioridad es asegurarnos de que los pacientes tienen las medicinas que necesitan”, aseguró Vanessa Rhodes, portavoz de AstraZeneca, al tiempo que negaba el corte del suministro. Novartis y Boehringer Ingelheim también niegan haber detenido la venta de medicamentos. Además, las grandes empresas del sector señalan que la administración les debe más de 1,9 millones de euros en facturas impagadas. “Estamos reteniendo medicinas hasta que los hospitales públicos cumplan con sus obligaciones”, expresó Daniel Grotsky, portavoz de Roche. La patronal del sector en el país, la Asociación Helénica de Compañías Farmacéuticas, también echa balones fuera, y asegura en palabras de su presidente, Frouzis Konstantinos, que son “muy pocas compañías” las han dejado de vender medicinas a Grecia, y que, en cualquier caso, las razones son “los bajos precios de las medicinas en Grecia y la deuda del Estado”.

En la calle, quienes viven el día a día de la delicada situación son los farmacéuticos. El secretario general de la Asociación Farmacéutica Panhelénica, Dimitris Karageorgiou, califica la situación de “desgracia”. “Las multinacionales sólo piensan en sí mismas y en el problema del mercado paralelo”, añade. Este, el del mercado paralelo, es otro de los grandes motivos del recelo de las compañías y del consecuente recorte en el suministro. De acuerdo con los informes de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, una de cada cuatro medicinas inicialmente vendida en Grecia acaba siendo exportada a otros países donde los precios de venta al público son más elevados. Para intentar atajar el problema, el Gobierno heleno ha prohibido la exportación de más de 60 medicamentos e investiga a una decena de mayoristas que podría estar incumpliendo la prohibición.

Sin visos de solución

No parece que la situación vaya a resolverse a corto plazo. En los últimos días Cruz Roja se ha unido a las empresas farmacéuticas y ha detenido parte de sus envíos de sangre a los hospitales y centros de salud griegos. El motivo es el mismo: la incapacidad del país para afrontar los pagos. Las facturas se acumulan en el Ministerio de Sanidad, cuyo presupuesto se redujo de 3.700 millones de euros en 2011 a 2.440 millones en 2012. La cifra final para este año está aún pendiente de la negociación que tendrá lugar este mes entre la administración griega y la troika, pero las previsiones apunan a un nuevo recorte que podría situarla en torno a los 2.000 millones de euros.

Mientras tanto, el ejecutivo ha mostrado su satisfacción por la reducción en un 18% lograda en la factura de recetas desde el mes de octubre del pasado año, cuando el sistema de salud comenzó a prescribir basándose en los principios activos y no en marcas comerciales, y se impulsó el uso de los genéricos, siguiendo así las recomendaciones de sus acreedores y de los planes de reducción del gasto. En la calle, sin embargo, cunde el pesimismo, y el descontento es tal que la Asociación de Médicos de Atenas ha denunciado las decisiones del Gobierno ante el Consejo de Estado. “El sistema de salud público ha empeorado”, sentencia María Tryfonidi, directora de FLOGA, una asociación que asiste a familias con niños que sufren cáncer.

Un largo conflicto

No es la primera vez que la sanidad griega atraviesa una situación delicada. Desde que comenzó la crisis el sistema se ha visto afectado por numerosos problemas derivados de las deudas e impagos, y las farmacias han sido las protagonistas en varias ocasiones. A la incapacidad de dispensar medicamentos de muchas de ellas ahora, se suman las deudas que la administración acumula para con ellas, y las frecuentes huelgas que han secundado desde 2011 por este motivo y por los planes de liberalización del sector acometidos por el ejecutivo.

En este mismo sentido, el margen de beneficio de cada uno de estos establecimiento fue rebajado del 18% al 15% por ley el año pasado en un intento por aliviar la delicada situación de las arcas del Estado. Además se permitieron horarios más amplios y la apertura de nuevos establecimientos, causando así las protestas del sector, uno de las 140 no liberalizados en el Grecia, que afirmó que se reducirían drásticamente sus ganancias.