Plaza Pública

Justicia y cohesión social: música (PSOE) & letra (Unidas Podemos)

Albino Prada

Para evitar que el azar y la desigual fortuna genética, familiar o territorial de cada uno de los ciudadanos españoles determinen su situación social, es necesario contar con un sólido Estado de Bienestar que haga realidad lo que en la Unión Europea se entiende como una economía social de mercado.

Entre los programas que se presentan a las próximas elecciones -generales y europeas- compruebo a continuación que, con la combinación de la música propuesta por el PSOE para este asunto y la letra propuesta por Unidas Podemos, se avanzaría en España en la mejora de una hoy menguante justicia y cohesión social.

Música: PSOE

Entre las 110 medidas propuestas por el PSOE orientadas en tal sentido destacaría la garantía de la revalorización de las pensiones con el recurso a una financiación por vía fiscal ordinaria, el considerar la sanidad pública y la dependencia como prioridades de gasto a reforzar, un ingreso mínimo vital contra la pobreza infantil, una renta básica de emancipación para el acceso a la vivienda para los jóvenes y un seguro europeo de desempleo. Claro que todas ellas son medidas que no se cuantifican. Para educación se concreta, aquí sí, elevar su cuantía al 5% del PIB en 2025 (hoy está en el 4%).

Aun así considero lo anterior una buena música –para la justicia y cohesión social- que se complementa con sus propuestas para poder financiarlo, en las que se dice textualmente: “Convergeremos paulatinamente hacia el promedio de recaudación de la Unión Europea. Reforzaremos la progresividad del sistema fiscal, incrementando la aportación de las grandes empresas, y de los contribuyentes de ingresos más altos y con mayores patrimonios. Mejoraremos la equidad entre la fiscalidad de las rentas del capital y las rentas del trabajo. Adaptaremos la fiscalidad a la economía del siglo XXI, promoviendo la armonización a nivel europeo: impuestos sobre determinados servicios digitales, impuesto sobre transacciones financieras e impulso a la fiscalidad ambiental que desincentive la contaminación y favorezca la transición ecológica” Mejoraremos la equidad entre la fiscalidad de las rentas del capital.

Dicho promedio europeo nos obligaría a elevar los ingresos fiscales en casi ocho puntos del PIB (según datos oficiales de Eurostat), aunque nada se dice de su ritmo (paulatinamente) ni de su modulación concreta (progresividad) en los distintos impuestos. Las tres propuestas de armonización a nivel europeo vuelven a ser un buen referente para dotarse de nuevas herramientas fiscales que solo a esa escala podrán, si acaso, salir adelante y así financiar programas de cohesión social en España y en el conjunto de la UE.

Letra: Unidas Podemos

Afortunadamente en las 264 medidas de Unidas Podemos sí se concretan propuestas para recortar aquellos ocho puntos de ingresos fiscales respecto a la media de la Unión Europea. En vez de buena música (mejoraremos, reforzaremos, adaptaremos) se avanza hacia la letra de lo que podría llegar a ser una necesaria y urgente reforma fiscal en España. Veamos.

En el IRPF se concreta una elevación de los tipos máximos y una reducción del tipo mínimo. Se hace una propuesta detallada de reducción del IVA a productos básicos y de elevación del tipo máximo a los de lujo. Un impuesto de sucesiones sólido, progresivo y sin competencia fiscal territorial. Un impuesto sobre el patrimonio progresivo para los contribuyentes con más de un millón de euros. Elevación del tipo efectivo mínimo en el impuesto de sociedades para grandes empresas y reducción para las PYMES. Un recargo de diez puntos en el impuesto de sociedades a las entidades financieras, así como acabar con los privilegios fiscales de ciertos esquemas societarios (ETVE, SOCIMI) o evitar el gorroneo que se realiza en el impuesto de sociedades con la excusa de la doble tributación.

También se concretan algo más figuras impositivas a escala europea que reforzarían los recursos fiscales para España. Es el caso de un impuesto sobre las transacciones financieras con acciones y derivados, o un impuesto sobre operaciones y empresas de la economía digital.

Además se perfilan más y mejor los programas de gasto prioritarios: elevar el gasto sanitario del 6% al 7,5% hasta 2023, así como el educativo del 4% al 5,6% (que permita una enseñanza de 0-3 años gratuita y universal). Una prestación mínima de garantía o suficiencia de ingresos de 600 euros mensuales para jubilados (lo que de facto elevaría la pensión mínima) o a desempleados. O la atención y cobertura para más de millón y medio de dependientes. O incrementar la inversión pública en vivienda hasta el porcentaje medio europeo. O la supresión explícita del factor de sostenibilidad de las pensiones.

Sociedad decente

Con aquella música y esta letra avanzaríamos en el camino de una sociedad decente e inclusiva tal como la entiendo y describo al final de mi último libro. Y lo haríamos por una senda socialdemócrata (en España aunque también imprescindible a escala de la Unión Europea).

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Lejos de otra senda alternativa, la abducción neoliberal, que le pondría a aquella música la letra del cuento de la buena pipa: bajar impuestos y gastos públicos, para que así la inversión haga crecer una tarta de la que todos tendremos una ración mayor. Un cuento que si ya resultó tal cosa en el siglo XX, en el actual siglo XXI hipercapitalista es pura fantasía.

Aunque no dudo que expertos negociadores habrá que, sensibilizados por un particular patriotismo, por el IBEX35 y el capitalismo castizo de amiguetes, sean capaces de colocar a aquella música una letra neoliberal (a lo gran coalición alemana): con lo que la rumbosa pieza socialdemócrata habría mutado en pasodoble de la buena pipa.

  Albino Prada es doctor en Economía. Su último libro se titula Crítica del hipercapitalismo digital.

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