Aquí me cierro otra puerta

Los barrios, una vez cada cuatro años

Quique Peinado nueva.

Nací y viví hasta los 35 años en el Pueblo de Vallecas. Hace siete, antes de que empezara a ganar pasta en la tele, nos cambiamos a Tetuán, otro barrio del estilo (en algunas cosas mejor pero en otras peor) porque nos salió una casa muy barata y la familia iba a crecer. Mis hijos serán de Tetuán y yo seguiré aquí al menos hasta que ellos sean mayores. La idea, si no consigo mi objetivo de huir de esta ciudad, sería volverme a vivir a mi barrio, que es donde soy y un lugar que echo sorprendentemente de menos. No me sorprende extrañarlo, pero sí hacerlo tanto. No tiene ninguna explicación más que la melancolía irracional. Es de donde eres y donde quieres estar. Le pasará a mucha gente.

Estaba acabando el instituto cuando llegó a mi barrio el Metro, que ya estaba en demasiados sitios. Era una vieja reclamación vecinal y se nos dio por desistimiento, yo creo. Como ese detalle podría dar otras decenas: la sensación de que a los barrios las cosas llegan por agotamiento. Que nunca son el centro de las preocupaciones de nadie importante. Todavía recuerdo cuando nos trajeron unas fuentes al Paseo Federico García Lorca, que decía mi madre que ese lujo nos había llegado porque Juan Barranco, el alcalde entonces, era de Vallecas. No volvió a haber otro alcalde ni de cerca de allí, claro.

En los barrios la gente está harta, y con razón, de que los políticos se acuerden de ellos solo para pedirles el voto cada cuatro años y de que izquierdistas de salón les echen la culpa de todo por no ir a votar. No voy a sacar el chorro de datos que apoyan que la sensación de abandono es real, solo decir que la esperanza de vida en el sur de Madrid es bastante más baja que en el norte. Te quita, literalmente, años de vida nacer allí. Porque, y tampoco os voy a aburrir con datos, el que nace en un barrio del sur tiene muchas menos posibilidades de mejorar su existencia material que uno del norte de mantener su estatus.

Solo hay una cosa peor que acordarse solo de los barrios cada cuatro años: no hacerlo ni en campaña electoral. Unidas Podemos ha basado su suerte en lograr el voto del abstencionismo del sur de la ciudad y barrunto que será la única manera de desbancar a Ayuso que lo consiga. La mejor forma de lograrlo hubiera sido que el Gobierno central del que forman parte hubiera llevado a cabo acciones que efectiva y palpablemente mejoraran la vida de las personas de esos lugares, o que cuando la izquierda ganó la alcaldía de Madrid hubiera hecho lo propio, pero (y esto es un brochazo gordo, lo sé) eso no ha pasado. Lleva sin ocurrir décadas. Revertir lustros en una campaña del partido con menos representación en la Asamblea parece un disparate, pero también es verdad que es el intento más honesto que hemos vivido en mucho tiempo.

¿Funcionará? Pues posiblemente no. Para ello, las buenas gentes del sur tendrán que volver a mesarse los cabellos, pasarse la mano por la cara y empezar a creer en algo otra vez. No es sencillo. Y, sobre todo, es bastante posible que si lo logran el mayor beneficiado sea un partido que ya ha dicho que no le va a tocar los impuestos a nadie en esta Comunidad mientras busca los votos de gentes muy distintas a las de mi barrio.

En cualquier caso, es un pequeño baño de autoestima ver que alguien ha decidido remangarse. Creo sinceramente que así se ve y que quedará reflejado en las urnas, aunque partir de un espacio en disolución como era Unidas Podemos en Madrid hace apenas un par de meses no permite pensar en grandes registros. Ahora, advertencia: todo voto será fruto de la fe más que de la razón. Para que les den un apoyo sólido, duradero y de corazón hay que dejar de engañar a las buenas gentes del sur. Y hacer que los miles de conciudadanos que nacieron en otros países y que no tienen derecho a voto, lo tengan, y para eso hay que regularizarlos. No parece que sea mucho pedir. De no ser así, en dos años eso no lo movilizará ni Dios desde la izquierda. Y vendrán unos señores a caballo dispuestos a hacerlo. Y lo pueden conseguir.

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