El diputado del PP en las Cortes Valencianas y exconsejero de Solidaridad y Ciudadanía,
Rafael Blasco,
ha asistido este miércoles al Pleno de la cámara autonómica con total normalidad tras ser acusado de cometer los
presuntos delitos de malversación, prevaricación, tráfico de influencias y falsedad en documento público, en la pieza del
caso Cooperación relativa a las ayudas a la Fundación Cyes.
Por estos hechos,
la Fiscalía Anticorrupción de Valencia pide 14 años de cárcel y 33 de inhabilitación, según consta en el escrito de calificación provisional. Por su parte,
la Abogacía de la Generalitat Valenciana ha pedido 11 años y medio de prisión y 31 años de inhabilitación para el exconsejero.
Blasco ha entrado solo en el hemiciclo y antes de sentarse en su asiento,
varios compañeros de partido se han acercado a saludarlo y han entablado una breve conversación. A continuación, Rafael Blasco ha tomado asiento y junto a él se han sentado la exconsejera de Cultura Trini Miró y la extitular de Agricultura Maritina Hernández.
Tras ello, la diputada del PP, Marisol Linares, ha ido hasta el puesto de Blasco para saludarlo y conversar un instante, a la vez que le ha mostrado una carpeta con papeles. En todo momento,
Rafael Blasco se ha mostrado tranquilo y ha sonreído en varios momentos mientras hablaba con sus compañeros de filas y captado por las cámaras de los medios gráficos, informa Europa Press.
Al finalizar el pleno, periodistas y medios gráficos han formado un pasillo en torno a los diputados. A la salida de este encuentro, Jorge Bellver ha indicado que el diputado "sigue igual".
Este individuo tiene información suficiente como para llevar a la cárcel a todos los políticos del PP que han pasado por la Generalitat Valenciana desde los tiempos de Zaplana. Blasco es, en sí mismo, un arma de destrucción masiva (en eso se parece a Bárcenas), de ahí que se permita torear a Alberto Fabra, que obviamente le tiene miedo.
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