La presión del PP obliga a Wert a reconsiderar los requisitos para las becas universitarias

"El famoso 6,5 no es una exigencia exagerada". Esta expresión, pronunciada el lunes por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en una entrevista en el TVE, fue la gota que colmó el vaso en el PP y en determinados sectores del Gobierno molestos por la gestión que el titular de la cartera viene haciendo de algunos de los asuntos clave del área que le encomendó Mariano Rajoy a su llegada a la Moncloa. La polémica ya estaba servida. El titular de Educación fijaba en la mencionada cifra la nota de corte para poder acceder a las ayudas al estudio en la universidad con palabras "desafortunadas" a ojos del PP, como las que apuntaban a que "en el caso de un estudiante de pocos recursos, que se esfuerce y no llegue a ese 6,5 quizás la pregunta es si está bien encaminado o tendría que estar estudiando otra cosa".

Lo delicado de sus palabras para el partido del Ejecutivo quedó patente en la rueda de prensa que ofreció esa misma mañana en la sede del PP el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano. El dirigente conservador optó por hacer una llamada a la calma y poner el énfasis en que el tema no estaba "cerrado". Pero no fue el único distanciamiento con los postulados de Wert. Fuentes del Gobierno, responsables de Educación de las diferentes comunidades y barones del partido admitían, en privado, que el ministro de Educación tenía que dar marcha atrás. Un gesto que ha llegado en la mañana de este martes tras la reunión de la conferencia general de política universitaria celebrada en la sede del ministerio.

Sin querer dar marcha atrás del todo, Wert admitió que "sí se va a considerar" la demanda de las comunidades autónomas de revisar la nota de corte de acceso a las becas universitarias –6,5– que incluye el texto del borrador del decreto de becas y ayudas al estudio de cara al próximo curso.

Tras la reunión, Wert insistió en que el 6,5 es la calificación que, según el borrador, se precisa para acceder a la beca, "pero no es la nota para mantener la beca", informa Europa Press. En este sentido, el ministro de Educación mantuvo que "para mantener la beca sólo hay que aprobar los créditos en los que está matriculado".

El debate ahora está en la forma en la que Wert reconsidera el tema. Alguna pista sí dio: "Entendemos que los requisitos de mantenimiento podrían ser diferentes en función de las áreas de conocimiento". La intención de Educación es la de mandar el texto definitivo del decreto lo largo de esta semana al Consejo de Estado. Esto significa que la anunciada reconsideración del asunto por parte del ministerio tiene que ser en los próximos días.

Más allá de las becas

No sólo el tema de las becas irrita al PP. Según adentó infoLibre hace un mes, un amplio sector del partido no se siente identificado con el texto de la ley. "No es una ley del PP, es una ley de los técnicos del ministerio", coinciden varias fuentes del partido. Entre las principales quejas está el papel en el que quedan las lenguas clásicas como el latín y el griego en Bachillerato y la historia.

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Para intentar reconducir la situación, calmar las aguas internas y trasladar a todo el partido la necesidad de que esta ley salga adelante, el Partido Popular celebrará este fin de semana un foro sobre la materia en Gijón. A esta cita sí ha sido convocado Wert, que quedó fuera de la convocatoria del pasado sábado en la que la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, trasladaron la importancia de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) a los presidentes provinciales del partido.

Fuentes de la dirección del PP no ocultan su preocupación por las declaraciones del ministro y la polémica suscitada, pero insisten en que no hay más opción que reformar la ley e intentar hacerlo con el mayor consenso posible. "Nos jugamos mucho", reconocen. En esta línea, el partido difundió este martes un argumentario a sus cargos públicos en el que se insiste en la idea de que el Gobierno está trabajando por una ley inspirada en el principio de la igualdad de oportunidades.

"La reforma educativa del Gobierno se basa en la igualdad de oportunidades, la calidad y la libertad educativa. La prioridad del Gobierno es una educación de calidad para todos que garantice realmente la igualdad de oportunidades", reza el texto.