DIADA 2013

Mas y Rajoy: ¿ha llegado la hora de negociar?

Cataluña

Ibon Uría

¿Cuál es la salida al desafío soberanista planteado en Cataluña? Tras el multitudinario apoyo recibido este miércoles por la Vía Catalana, la cadena humana en favor de la independencia, expertos consultados por infoLibre aportan su visión sobre el escenario abierto y valoran la posición de los diferentes actores políticos. A pesar de las divergencias, todos ellos comparten una idea común: antes o después, Generalitat y Gobierno central tendrán que sentarse a negociar.

"La consulta tiene que celebrarse. El proceso es inevitable y lo contrario, bloquearlo, sería una irresponsabilidad brutal", sostiene Francesc Pallarés, especialista en procesos electorales y catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Pompeu Fabra. Pallarés califica la situación abierta en Cataluña de "seria", y añade: "Artur Mas debería intentar pactar vías para una consulta legal y el PP sabe que cuanto más tarde entre en este tema, será peor, porque generará más crispación".

José Álvarez Junco, catedrático de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, llega a una conclusión similar a la vista de los hechos: "Lo más razonable sería un acuerdo para celebrar la consulta y, a largo plazo, formalizar un sistema federal claro, donde los recursos y las competencias de cada parte se establezcan sin que quepan dudas". "Si el Gobierno central no convoca la consulta, echa más gasolina al fuego", opina por su parte Justo Beramendi, catedrático de Historia Contemporánea. "Rajoy intentará que Mas acepte renunciar y creo que Mas intentará llegar a un acuerdo", añade.

Mas, en la encrucijada

"Cualquier salida va a ser mala para Mas", pronostica Beramendi. El experto sostiene que insistir en la vía independentista provocaría la ruptura de la coalición entre Convergència y Unió y un enfrentamiento del president con buena parte de la burguesía catalana, que no acaba de ver con buenos ojos la aventura de la independencia. "Y además, quedaría como un rehén de ERC", sentencia. Pero la otra opción tampoco se vislumbra demasiado alentadora para los intereses de Mas: "Si adopta la vía de la independencia descafeinada, perderá posiciones: entre ERC, el original, y la copia, la gente elige el original".

"Va a tener que caminar sobre la cuerda floja", advierte Álvarez, que cree que Mas adoptará posiciones "radicales" de cara a la galería, al tiempo que mostrará un talente "negociador" en sus conversaciones con Rajoy. "Debería intentar pactar de alguna forma la consulta, y hay vías que tienen cabida dentro de la Constitución: un referéndum consultivo, una cesión de competencias en base al artículo 152 de la Constitución o, incluso, que la ley catalana de consultas no fuera recurrida", aporta por su parte Pallarés, que indica que tanto la mayoría del arco parlamentario catalán como la "gran mayoría" de la sociedad catalana están a favor de una consulta legal.

El bloqueo del PP

Frente a las pretensiones soberanistas, el PP y el Gobierno se han mostrado hasta ahora inflexibles: "El PP ha hecho bandera del tema España", explica Pallarés. Sin embargo, el experto cree que si la opinión pública en España no expresa un pleno rechazo a la consulta, algo que no cree que suceda, "el PP no debería tener demasiados problemas en rehacer su discurso" antes de abrir la puerta: "Creo que su posición dura es una maniobra tacticista ante un proceso inevitablemente negociador en el que quiere que se parta de situaciones distantes", dice.

Con esta idea coincide también Álvarez: "Rajoy tendrá una postura firma de cara a su electorado y una más realista y más flexible a la hora de dialogar". Es decir, que al igual que en el caso de Artur Mas, los discursos en público y en privado no tendrían por qué concordar. Beramendi cree que el presidente del Gobierno tratará, además, de jugar otra carta en sus conversaciones con Cataluña: la de una nueva ley de financiación de las Comunidades Autónomas que reduzca el esfuerzo de solidaridad para con las regiones necesitadas. ¿Aceptará Mas el trueque? "No es probable que la jugada le salga a Rajoy, porque las cosas están muy crispadas".

El desafío de Esquerra

A la espera de que se confirmen los hipotéticos puentes entre Gobierno central y Cataluña, ERC presiona a Mas para fijar cuanto antes la fecha y el texto de la consulta. "Son ideológicamente independentistas, es su gran apuesta", sostiene Pallarés. Pero hay quien va más allá a la hora de enumerar los argumentos por los que Esquerra quiere cerrar lo más pronto posible los términos de la consulta. "En primer lugar, presiona porque le ha ido bien hasta ahora, y desde que Mas cometió la torpeza de convocar elecciones para ganarle la partida, va a salir beneficiada de cualquier modo", razona Beramendi. En segundo lugar, prosigue, la estrategia de ERC pasa por aprovechar el punto álgido de apoyo con el que cuenta. "ERC teme que las cosas puedan enfriarse", añade.

De este modo, el experto cree que la causa por la soberanía catalana cuenta con el apoyo continuado en el tiempo de, aproximadamente el 30% del electorado. "Es el independentismo estable", define. Ahora, se ha sumado un nuevo grupo movido por cuestiones como "la crisis, la torpeza y el inmovilismo del Gobierno central...": es el independentismo coyuntural que, a diferencia del primero, "no es seguro que vaya a mantenerse en el tiempo". "Si se rebaja la dureza de los recortes, si la punta del independentismo se rebaja, si tiende hacia su suelo, ERC pierde. Y por eso presiona".

Las dos almas del PSC

En este panorama de tensión, las fueras políticas que han quedado en el medio de las posiciones más enfrentadas han perdido fuelle. Es el caso del PSC. "Los socialistas siempre han sido un partido puente, y ahora que los puentes entre Cataluña y España son tirantes, se ven amenazados", defiende Pallarés. A este problema se une, apunta Beramendi, la tardanza del partido en definir su posición sobre el futuro de Cataluña: "La baza del federalismo es ya tardía, aunque si la juega de forma inteligente, aún podría tener algo que decir". Todo dependerá, concluye Pallarés, de si la situación evoluciona hacia el independentismo o si se llega a un acuerdo: en ese último caso, sostiene, el PSC podría recobrar fuerzas.

Sea como sea, los socialistas catalanes arrastran también el lastre de la debilidad dela marca PSOE a nivel nacional y soportan evidentes divisiones internas, sostienen las fuentes consultadas. "El PSC siempre tuvo dos almas", apunta Beramendi. "A los socialistas catalanes –completa Álvarez– les pasa lo que a la izquierda en general: no es una izquierda centralista, sino una izquierda aliada de nacionalismo periféricos que ya no sabe a qué sujeto debe responder: ¿Es a España o a Cataluña? Y en esa división pierden terreno".

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Una partida de póquer

Finalmente, y consultados sobre el desenlace de la cuestión, los expertos coinciden que se producirá una negociación para la consulta e introducen matices sobre ese diagnóstico. Beramendi cree que Mas no convocará en ningún caso una consulta ilegal, y que lo adecuado sería que el Gobierno central la permitiera y plantease una campaña "adecuada", que "valorase con cifras los pros y los contras de la independencia", al estilo de lo hecho por David Cameron que "fue mucho más inteligente que Rajoy", dice. Por su parte, Álvarez apuesta por la llegada de un acuerdo para la consulta y tras negociaciones entre Rajoy y Mas, y por un encaje de Cataluña en España mediante un sistema federal formalizado, claro y basado en un acuerdo de lealtad.

Por último, Pallarés cree que la consulta se celebrará igualmente, y que dependerá de las tensiones que se acumulen hasta el momento en el que reciba luz verde que la pelota caiga del lago de una Cataluña integrada en España o de la apuesta por la soberanía y la independencia. En cualquier caso, explica, lo mejor sería "esperar a que la situación madure", alejar la consulta de los picos de tensión y aguardar hasta que los puentes entre Rajoy y Mas puedan hacerse más sólidos.

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