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El Foro de Davos en Madrid

“No puedes tener ninguna lealtad a un país que te está dejando en la miseria”

En el último trimestre de 2014 se registraron en España 5.428.000 parados según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, en nuestro país, uno de cada tres niños se encuentra en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social y el 52% de los jóvenes menores de 25 años no tiene trabajo. No son datos nuevos, pero al parecer sí invisibles, porque “los políticos sufren una miopía muy grave” a la hora de ver las situaciones de pobreza que provocan.

Este ha sido el mensaje de concienciación lanzado por Monstserrat Domínguez, directora de El Huffington Post, este miércoles en una conferencia celebrada dentro del marco de Foros Davos en España, una iniciativa del Foro Económico Mundial desarrollada Global Shapers en Madrid.

Al acto han acudido como ponentes, además de la directora del medio de Prisa, el periodista Gumersindo Lafuente, el director de cine Santiago Zannou, el impulsor de porcausa.org Gonzalo Fanjul y Elsa Carmona, vecina de Vallecas (Madrid) y protagonista del corto NoJobLand.

Para Carmona, que perdió su empleo en un centro comercial y está pendiente de una orden de desahucio, el poder político no tiene miopía sino “ceguera, porque no se quiere ver esto”: la situación en la que viven “millones de españoles”.

Todos los ponentes están de acuerdo en que la solución a la pobreza vendrá, primero, “cuando la vean, cuando admitan que existe”. Y “para que los que lo pueden solucionar”, es decir, los políticos, “se den cuenta de la situación, hace falta un gran pacto de Estado”, reclama Lafuentepacto de Estado.

Un pacto de Estado que ya reclamaba Unicef en su informe de 2014, en el que, además de analizar la situación de pobreza que amenaza a los niños españoles, advertía de los riesgos que supone no invertir en la infancia: un país sin niños o un país con desigualdades sociales desde el nacimiento.

“No es la sociedad la que te da la espalda, es el Estado”

El problema, para los ponentes en el Foro no solo es que el sistema político no vea la pobreza y no tome medidas, sino que existe “un problema básico de cohesión democrática”, explica Fanjul, porque “¿qué lealtad debe un chaval de 16 años al Estado cuando el Estado le ha dejado caer?”, pregunta.

“No puedes tener ninguna lealtad a un país que te está dejando en la miseria”, responde Daniel Palomeque, de 21 años y también como Elsa Carmona residente de Vallecas. Este joven, que vive con su abuela y procura “no causarles gastos” a sus padres, dice no verse “en la posibilidad de poder elegir un trabajo” y de no poder permitirse ir a la universidad.

A pesar de su situación, cuando Monserrat Domínguez le pregunta por su exclusión social, Palomeque tiene claro que “no es la sociedad la que te da la espalda, es el Estado”.

“La insensibilidad mata a una sociedad”

“Una sociedad empobrecida en la era digital es una bomba de relojería para los partidos políticos”

“Una sociedad empobrecida en la era digital es una bomba de relojería para los partidos políticos”

Santiago Zannou, director de cine y ganador de varios premios Goya, nació en Carabanchel y de los 17 a los 20 fue “casi un delincuente, hasta que la rabia y la superación" le llevaron a convertirse en lo que ahora es, cuenta.

Para Zannou, que conoció de cerca la pobreza y consiguió salir de ella, el problema no radica en la política, sino en la representación política, ya que no hay puestos de poder para las personas que han sufrido algún tipo de exclusión. “Los chicos de los barrios” que han sufrido pobreza y exclusión no tienen “ningún tipo de representación”, por eso “a los políticos les cuesta entendernos, porque no tienen a alguien cerca como nosotros”, reivindica.

“La insensibilidad mata a una sociedad”, advierte Zannou, “y va de un lado hacia el otro, igual que ellos lo son con nosotros, nosotros lo vamos a ser con ellos”. Al cineasta, de padre africano y madre española, le gustaría ver también a “árabes, gitanos y negros” entre las primeras líneas de la política española porque dice que así podrían abrirse “puentes de encuentro entre el poder y los de abajo”.

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