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Balance de dos meses de Gobierno

Sánchez evita vincular un rechazo a los presupuestos con el adelanto electoral

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.

Fernando Varela

“Vamos a jugar el partido”. El presidente del Gobierno recurrió a esta metáfora deportiva para evitar aclarar si tiene intención de aplicarse a sí mismo la exigencia que planteó a Mariano Rajoy, vinculando el eventual fracaso en la aprobación de los presupuestos para 2019 a un adelanto electoral.

“Si yo fuera a una negociación con ánimo de que no va a salir, sería como un jugador que sale a perder”. La propuesta del gobierno sigue siendo “sanear las cuentas públicas y construir el Estado de bienestar”, explicó Sánchez, en la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros antes de las vacaciones. Por eso lo que va a hace es volver a intentar, el próximo mes de septiembre, que el Congreso saque adelante su propuesta de senda de estabilidad, de la que depende que el año que viene se puedan gastar 6.000 millones adicionales.

“Espero contar con el respaldo de los partidos que tiene gobiernos autonómicos y locales”, avanzo en referencia a Podemos, PDECAT, ERC y Compromís, cuya abstención hace dos semanas echó por tierra los planes del Ejecutivo. “Lo que nos importa es que la votaciones en el Congresos sean útiles, no que sean fáciles o difíciles. Ya sabíamos que iba a ser difícil, pero difícil no es imposible; la debilidad que más nos preocupa el la del Estado de bienestar”.

Una senda que Sánchez rebautizó como de “doble estabilidad: económica y social”. “Vamos a volver a ofrecerla en septiembre”, explicó, “porque es una causa justa”. “No por empecinamiento”, sino porque “necesitamos mejoras en sanidad, educación, dependencia, servicios sociales, políticas activas de empleo, violencia de género, ciencia y transición ecológica”.

Es lo que ocupa al Gobierno, reiteró ante las preguntas de los periodistas convocados en la Moncloa a la primera rueda de prensa que Sánchez ofrece en España desde que planteó la moción de censura, siendo todavía el líder de la oposición.

Y si logra convencer a otros partidos para que apruebe la senda de estabilidad, ¿cómo va a sortear el veto del Senado, donde el PP, que se opone a su modificación, tiene mayoría absoluta? El presidente no lo dijo, pero sí admitió que está en contra de que el la Cámara alta pueda imponer su criterio al Congreso.imponer “Me parece impropio que del Senado tenga la capacidad de vetar una estabilidad aprobada ro el Congreso“, una capacidad de la que dispone, recordó, gracias a una modificiación de la ley aprobada por el PP.

Sánchez no excluyó al partido de Casado de la búsqueda de acuerdos en esta materia, pero sí reconoció que los motivos de su oposición a la propuesta del Gobierno son ideológicos, lo que hace más difícil llegar a acuerdos. “Quiere un Estado del bienestar más pequeño, mas raquítico; a la cola de los países con un Estado del bienestar más débil”.

Preocupado por la actitud del PP

El presidente confesó estar preocupado por la actitud del nuevo presidente del PP. “Me preocupan algunas declaraciones extremistas de estas semanas; nos bueno que los partidos conservadores compitan en radicalidad”, señaló en referencia tanto al PP como a Ciudadanos. En su opinión, no tiene sentido plantear proyectos políticos “a base de confrontar territorios o personas. No son proyectos que necesite España, que lo que necesita es unidad y cohesión social y territorial”.

A Casado, explicó, lo que le ha pedido es que sea “coherente” con lo que su partido hizo cuando gobernaba. En concreto, en cuanto al acercamiento de los presos de ETA cuando la situación política lo aconsejaba, en la época de Aznar, y en relación con el endurecimiento del Código Penal para tipificar como delito la convocatoria de referéndums ilegales, algo que Rajoy no llegó a impulsar cuando era presidente.

La rueda de prensa del COnsejo de Ministros de este viernes, la última antes de las vacaciones, es desde la época de José Luis Rodríguez Zapatero el lugar en el que tradicionalmente el presidente hace balance del curso político que termina, al que en esta ocasión se ha visto condicionado por la circunstancia extraordinaria de que el Gobierno apenas lleva dos meses al frente del país.

Aún así, Sánchez ha querido hacer balance y, pese a la brevedad del tiempo transcurrido, no ha dudado en calificar lo ocurrido gracias a la moción de censura como “un cambio de época”. En su opinión, gracias a la moción no sólo la democracia española “se reivindicó a sí misma” al obligar a Rajoy y al PP a asumir responsabilidades tras la sentencia de la Gürtel sino que aquella iniciativa también ha permitido la formación de una Gobierno en el que en el que “los ciudadanos se reconocen” y que está siendo capaz de “sacar a España de la parálisis y del letargo” en los que, a su juicio, estaba sumida por culpa de la inacción del Partido Popular.

No adelantar elecciones

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El presidente enfatizó que el Gobierno cuenta con una hoja de ruta —la “agenda del cambio”, la llamó— “hasta el final de la legislatura”. Su intención no es adelantar las elecciones, reafirmó en respuesta a los periodistas, y mucho menos por que ahora las encuestas le resulten favorables. “Este Gobierno no gobierna a golpe de encuesta. Voy a atender los intereses generales y no los partidarios”. Eso sí, después de meses con encuestas en contra, que incluso llegaron a situar al PSOE en tercer lugar en intención de voto, Sánchez no pudo resistirse y añadió: “No deja de ser llamativo que quienes ahora están abajo pongan en cuestión las encuestas que antes reivindicaban. Somos más humildes, las miramos con distancia. Son una foto fija, aunque reconozco que nos animan a continuar en ele¡ camino emprendido”.

Sánchez restó importancia a que no haya podido cumplir su compromiso de exhumar los resto de Francisco Franco del Valle de los Caídos antes del mes de agosto, pero reiteró su promesa. “Digo lo que dicho hasta ahara: lo vamos a hacer muy pronto. Si hemos esperando 40 años, esperar unos días… Lo importante es que se haga con todas las garantías, pero la decisión política”, insistió, “está tomada: hacer cumplir un mandato del Congreso de los Diputados” que exige la salida de los restos del dictador de la basílica construida por la Dictadura. ¿Tiene ya una fórmula jurídica para cumplir esta promesa? El presidente no quiso confirmarlo, pero sí aseguró que, si al final utilizan la via del decreto ley, no cree que vayan a tener ninguna dificultad para que se convalidado por el Congreso.

Una de las áreas de actuación del Gobierno que más reivindicó Sánchez durante la exposición de u balance de estos dos meses fue la que tiene que ver con las migraciones, precisamente una de las que más ha sido utilizada por el PP para criticar al Ejecutivo. Este viernes el Consejo de Ministros tomó la decisión de volver a poner en marcha un mando único operativo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en esta materia, siguiendo el modelo que Zapatero impulsó en 2006 durante la crisis de los cayucos en canarias. Un amando único “operativo” y no “político”, subtayó varias veces el presidente, que centralizará la coordinación y seguimiento de todas las operaciones vinculadas con la emigración ilegal y la utilización eficaz de los recursos, tanto para impedir la salida en países de origen como para evitar la “llegada inadvertida” de embarcaciones, siempre siguiendo lo dispuesto por la legislación nacional como la internacional en materia de salvamento y “protegiendo la vida y la dignidad de los migrantes”.

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