El portavoz de
ERC en el Congreso,
Gabriel Rufián, ha reconocido este jueves que su formación
ha mantenido nuevos contactos con el PSOE después del encuentro que él mismo mantuvo con su homóloga socialista, Adriana Lastra, la semana pasada, a la vez que ha reiterado que
su formación no bloqueará la investidura de Pedro Sánchez, pero tampoco le dará un "cheque en blanco".
Así lo ha explicado Rufián en declaraciones en el Congreso, donde ha subrayado que
es "bueno" que el PSOE y ERC hablen y "sano" que se sepa. "Las conversaciones siguen dentro de la normalidad; que dos portavoces hablen es bueno", ha comentado.
Según ha explicado, en esas conversaciones se habla "sobre todo" del "bloqueo o no bloqueo" a la designación de Sánchez. Y, en este sentido, ha remarcado que
su intención no es "bloquear nada" y "equilibrar" esa posición con la de no dar "un cheque en blanco" a Sánchez. Además, ha indicado que intentarán coordinar su voto en la investidura con el de
EH Bildu, en virtud del acuerdo de colaboración que tienen ambos partidos.
Sin líneas rojas
Para Rufián, la pregunta ahora "no es tanto qué hará ERC con el PSOE, sino que hará el PSOE con ERC o con Cataluña". Ellos, por su parte, no van a poner "líneas rojas",
"condiciones" ni "sogas al cuello" porque son "muy negativas".
"Hay que hablar, negociar y dialogar de manera discreta y determinada, sin trampas, y eso es lo que estamos intentando", ha confesado. Preguntado si siguen demandando la celebración de un referéndum, Rufián ha recalcado que lo que reclaman es que no les pidan que se nieguen a si mismos.
Así, ha defendido que lo conveniente es "establecer puntos de diálogo y negociación" para que "cada uno defienda sus ideales" y que, además de contactos bilaterales, se establezcan otros
"multilaterales" siguiendo el ejemplo de las reuniones celebradas en el Palacio de Pedralbes entre miembros de los Gobiernos central y catalán.
Rufián ha admitido que a ERC no le ha gustado lo que ha ocurrido en el Ayuntamiento de Barcelona donde
Ada Colau ha sido reelegida con los votos del PSC y parte de la Plataforma de Manuel Valls, pero ha señalado que nunca pusieron como condición para negociar que el alcalde fuera
Ernest Maragall.
"No nos gusta la alianza con el PSC y Valls, pero era lógico. Hay que bajar un poco el tono, volver a la mesa de diálogo y atarnos a ella para negociar siendo conscientes de que la realidad no ayudará", ha reconocido.
Rufián dice que hay que bajar el tono. Rufián, el de las 155 monedas, dice que hay que bajar el tono. ¿Conocerá Rufián la frase "predicar con el ejemplo"?
Además de hacer ministro a Iglesias, es de este sujeto y sus correligionarios Mosén Junqueras, Maragall y parecidas hierbas de quienes tiene que fiarse el PSOE para que salga adelante su Gobierno. Aunque se resistan a decirlo abiertamente, los muchos (mayoría) que en estas páginas sostienen que un Gobierno de izquierdas es posible con los resultados de abril, están diciendo implícitamente que hay que confiar en este individuo al que ahora, a buenas horas, por lo visto le ha dado por hablar bajito y ser prudente.
Estamos apañados.
Responder
Denunciar comentario
0
1