La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido este viernes a los barceloneses que no vayan a bares y restaurantes y que durante dos semanas eviten hacer vida social: "Aquellos que lo puedan evitar, que lo eviten".
En declaraciones a RAC1, recogidas por Europa Press, ha asegurado que si no se hace de forma voluntaria, las administraciones deben intervenir: "Hago un llamamiento a la máxima coordinación entre administraciones públicas", y ha añadido que no pueden actuar unilateralmente.
La primera edil ha explicado que no tiene ningún síntoma, que se encuentra muy bien, y que está trabajando desde casa: "Me quedan nueve días aislada".
"Solo quien ha tenido contacto con la persona que ha dado positivo se debe quedar en casa. Que todo el mundo sepa que por haberme visto o saludado no se tiene que quedar en casa", ha apuntado.
Ha desmentido algunas críticas de que solo se realiza la prueba del Covid-19 a los políticos: "Esto no es verdad. A mí no me han hecho la prueba porque no tengo ningún síntoma".
Ha insistido en que la sociedad debe pensar en colectivo porque es "la mejor respuesta" para proteger a las personas más vulnerables, y la llamado a hacer el máximo esfuerzo en una situación de emergencia excepcional.
Asimismo, ha recalcado que el sistema de salud está haciendo un "trabajo extraordinario", y ha asegurado que se están tomando medidas económicas para los sectores más perjudicados.
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Inmaculada Colau, en su papel, se ha tomado unos días a cuenta del coronavirus y ha conseguido nuevamente situarse en el centro del escenario, como de costumbre, primero yo, segundo yo, tercero yo, y cuarto los demás. Ya veremos que pasa cuando supere su cuarentena voluntaria y reaparezca en los medios de comunicación, me temo que aprovechando el tiempo, se haya hecho unos retoques faciales, ella es así.
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El día 8 de marzo Colao lanzó a la población de Barcelona a toda una jornada de algarabía callejera cerrando el carrer Arago que a lo largo de muchos kilómetros estaba plagada de actos y actividades lúdico-ciudadanas sin tener en cuenta los peligros de contagio. Por la tarde las manifestaciones del 8M cerraron el desvarío. Colau tiene el privilegio de haber convertido el 8M-20 en el día de la "orgía vírica" en Barcelona. Hoy pide responsabilidad y a quien hay que pedírsela cuando acabe esto es a ella para que dimita por las consecuencias de su negligencia.
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