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Igualdad

Irene Montero y Teresa Rodríguez convierten la disputa de la izquierda andaluza en un agrio debate en clave de género

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la líder de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez.

La pugna política entre la izquierda andaluza ha derivado en un debate en clave de género. La batalla se gestó entre dos líderes políticas: Teresa Rodríguez e Irene Montero. La primera criticó haber sido expulsada del grupo de Adelante Andalucía en plena baja de maternidad. La segunda, preguntada por ello, recordó que "es muy triste" pero "la política no para" pese a los permisos. A partir de sendas declaraciones las reacciones no han dejado de emerger dentro de la esfera política.

Sororidad, feminismo, igualdad son sólo algunos de los términos que colapsaron las redes sociales este viernes. La ministra de Igualdad "defendiendo en Radio Nacional que se me expulse del Grupo Parlamentario mientras estoy de permiso de maternidad porque a ella la derecha también la ha atacado mientras lo estaba", expresaba la andaluza en su perfil de Twitter. "La política no para, ha dicho. Esto tampoco me lo esperaba". La entrevista a la que alude la diputada tuvo lugar la mañana del viernes. En ella, la ministra decía: "Yo he tenido dos embarazos muy seguidos y siempre asumiendo responsabilidades políticas. La política no para mientras estamos de permiso. Piensen en lo que yo viví en los dos permisos de maternidad". Preguntada sobre si habría sido conveniente aplazar la expulsión a su regreso a la actividad política, Montero reconoció que aunque "es muy triste", lo cierto es que ninguna de las dos partes ha visto "posibilidad de desescalar el conflicto mientras Teresa [Rodríguez] estaba asumiendo su permiso de maternidad".

En redes sociales, la líder andaluza señaló a la "sororidad" como "línea roja" y "consenso incuestionable" entre las feministas. Y fue un paso más allá al afirmar que el argumento de la ministra bien podría ser utilizado por un empresario: "La fábrica no para por tu permiso de maternidad. A la calle. Hace daño, y no sólo a mí".

Irene Montero se defendió recordando que Teresa Rodríguez no ha sido despedida. "Sigues siendo diputada y cobras todo tu salario de política aunque te hayas ido del partido que te llevó a las instituciones. Que te compares con una trabajadora precaria despedida es bochornoso". Montero insistió en que su "adversario es el machismo" e instó a combatirlo de manera conjunta.

Sin embargo, Teresa Rodríguez replicó: "No me he comparado con una precaria, he dicho que el argumento es el mismo. Cobro mi salario de profesora, el resto lo dono. Todo el mundo sabe que no estoy en política por el dinero porque yo sí tengo un curro al que volver y la política no me cambió de barrio".

El debate, aunque inevitablemente viciado por la contienda política, contiene un matiz de género importante: ¿deben los representantes políticos dar ejemplo en cuanto a igualdad y derechos laborales?, ¿qué papel juega el derecho a la conciliación en este asunto?, ¿se trata de un debate artificial? Aunque los argumentos difieren, lo cierto es que numerosas voces se han pronunciado a lo largo del día.

Adelante Andalucía llegó a recuperar un tuit de Irene Montero criticando el despido de una mujer embarazada por parte de Glovo. "Las mujeres necesitan sentirse seguras durante el embarazo excepto si te llamas Teresa Rodríguez y no comulgas con la doctrina de Moncloa. En ese caso la Ministra de Igualdad te manda para casa aunque estés criando a tu hija", sentencia la formación.

En la misma línea, la diputada por Más Madrid Tania Sánchez lamentaba que "una vez más se impone el patriarcado" con el objetivo de "desacreditar la posición política de Teresa Rodríguez". Para Sánchez, la expulsión supone una "falta de respeto al permiso de maternidad". También la exdiputada de Más Madrid Clara Serra señalaba el jueves que "la cultura política que ha acabado reinando supone el abandono de todas esas exigencias de hacer de la política un espacio más democrático, más plural y, por supuesto, menos patriarcal". Y un día antes Gloria Elizo, actual parlamentaria por Unidas Podemos y vicepresidenta tercera en el Congreso, recordaba que Teresa Rodríguez "se encuentra de baja por maternidad. Si hablamos de cuidados, de empatías y de otra forma de hacer política a lo mejor no son las formas", sugería.

Ángela Aguilera, una de las expulsadas del grupo, dice en conversación con infoLibre no entender la respuesta de Irene Montero. "Tras años de lucha feminista por los derechos de las mujeres, yo no puedo más que presuponer sensibilidad a la ministra de Igualdad respecto a los cuidados", pero lo cierto es que resulta "inaceptable que asuma como normal que la política esté por encima de los derechos para conciliar y criar a nuestros hijos". Para Aguilera, las primeras declaraciones fueron "desafortunadas" y las siguientes "una huida hacia adelante". Irene Montero hace, a su juicio, un "flaco favor a las ansias de cambio y a la necesidad de poner la vida en el centro".

Las palabras de la ministra la "retratan": "Es doloroso que alguien con esa responsabilidad sea tan poco sensible" y que sea precisamente "la compañera Irene Montero, que ha sido madre, quien trate de esa forma a Teresa Rodríguez para sostener una agresión brutal". Aguilera recuerda que "están en juego los derechos" de Teresa Rodríguez "como madre y como diputada". La política, sentencia, "se tiene que supeditar a otra forma de entender la vida".

Difiere Elena Cortés, responsable de Igualdad del Partido Comunista de Andalucía (PCA). Al otro lado del teléfono, tacha la polémica de "falso debate" y recuerda que su permiso "no tiene nada que ver con la situación que ella misma ha generado siendo una tránsfuga". Teresa Rodríguez "tiene una baja por nacimiento a la que tiene derecho porque forma parte de una conquista de la lucha obrera y del movimiento feminista", pero el transfuguismo, sostiene, ha de tener "consecuencias en democracia". "Necesitamos cuidar la política desde la izquierda transformadora y la democracia tiene que responder ante esas situaciones". Para Cortés, se trata de "un intento de confundir una situación política muy grave a través de planteamientos demagogos". "Desde la demagogia no se pueden defender los derechos de las mujeres", zanja.

También Cortés cree "intolerable que se equipare" la situación de la andaluza con la coyuntura de las "mujeres trabajadoras que han sufrido despidos por estar embarazadas o querer ser madres". Eso, añade, "no es en absoluto el caso que nos ocupa". "Es un falso debate que está parapetado sobre situaciones durísimas, me parece absolutamente indecente. Ella sigue cobrando como diputada, sus derechos están ahí pero no puede pretender que la democracia mire para otro lado".

La derecha también se pronuncia

Las críticas al comentario de la ministra también se han sucedido desde las filas de la derecha. Inés Arrimadas aseguró que "así funcionan en Podemos: defienden abiertamente que se pueda echar a una mujer durante su permiso de maternidad y luego van dando lecciones de feminismo". Igualmente, Toni Cantó se lamentó en redes sociales: "La ministra de Igualdad pidiendo a las mujeres que trabajen durante su permiso maternal. Así se concilia".

Y la diputada vasca del PP Beatriz Fanjul arremetió contra Irene Montero aludiendo a un "feminismo de puñales" en redes sociales. A esta última Teresa Rodríguez le respondió desestimando su apoyo: "No me apoye señora Fanjul para tirarle a Podemos y a Irene Montero. Su partido (PP) hizo las reformas laborales que nos hicieron más precarias, los recortes que nos cargaron de más tareas de cuidados y amenazaron nuestro derecho al aborto. Mejor no me apoye".

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La conciliación como debate central

El debate en torno a la conciliación ha sido central en el seno de la formación morada. La propia Irene Montero, en su etapa como portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, explicó hace dos años que durante su baja de maternidad se inclinó por participar en algunas tareas del partido porque las labores de cuidado "no son exclusivas". Durante aquel permiso, la ahora ministra aseguró haber estado "atenta a lo que podía" y añadió que aunque su prioridad era "cuidar" a sus hijos, no estaba "enferma", por lo que se encontraba capacitada para realizar otros trabajos. Pablo Iglesias, por su parte disfrutó de una baja de paternidad de una duración de tres meses, después de que la madre le concediera parte de su permiso. Entonces ambos hablaban de "dar ejemplo" respecto a la carrera por la corresponsabilidad.

Actualmente, ni el Senado ni el Congreso de los Diputados permiten hacer uso de permisos de paternidad o maternidad, dado que los senadores y diputados no están sujetos al Régimen General, sino al Especial, de la Seguridad Social.

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