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Tres startups verdes con las que Banco Santander apuesta por un futuro más sostenible

Tres startups verdes con las que Banco Santander apuesta por un futuro más sostenible

La historia de estas startups se ha cruzado en Santander X Environmental Challenge, el desafío internacional lanzado por Banco Santander para premiar las mejores soluciones sostenibles, concienciar a la sociedad de la importancia de reducir la huella ambiental y fomentar la financiación y las inversiones verdes.

Las tres compañías han sido seleccionadas entre las más de 850 startup de todas las nacionalidades presentadas a este reto y destacan por el carácter innovador de sus propuestas, la viabilidad, el potencial de impacto y la escalabilidad. Pero, además, según explica la entidad, “están en línea con el objetivo del Santander de acelerar la transición hacia una economía baja en carbono y apoyar su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París frente al cambio climático”. Junto al respaldo económico (20.000 euros para el desarrollo de cada proyecto), el banco ofrece visibilidad, asesoramiento y formación. Para ello, ofrece la oportunidad de presentar sus soluciones al Fintech Station, el equipo de innovación abierta del Santander, y el apoyo y mentoría de los expertos de la red global de Oxentia Foundation.

Xilinat es una empresa lanzada por el mexicano Javier Larragoiti. Su actividad consiste en obtener xilitol, o azúcar de abedul, un endulzante natural mucho más saludable que el azúcar, y generado a partir de procesos 100% sostenibles. La idea surgió después de que a su padre le diagnosticaran diabetes y tuviera que reducir el consumo de azúcar. Como ingeniero bioquímico e investigador, descubrió una alternativa completamente sostenible: comprar residuos agrícolas y transformarlos en xilitol a través de un proceso biotecnológico que evita la emisión de gases por combustión.

Esta iniciativa destaca también por su alto componente social. El xilitol se crea a partir de desechos del maíz, ayudando a la economía de los agricultores. La adquisición de residuos supone un ingreso extra para campesinos que viven en condiciones desfavorables. “Ahora mismo hay trece familias de campesinos que han podido hacer mejoras en sus viviendas, comprar útiles escolares e, incluso, electrodomésticos”, comenta el ingeniero mexicano.

Actualmente, Xilinat invierte la dotación del premio Santander X Environmental Challenge en escalar su proceso de producción, y está aprovechando las mentorías para idear estrategias de negocio que les permitan ampliar su mercado.

La compañía galesa Plastecowood es proyecto de Henning von Spreckelsen, CEO de la startup, y Paul Segal, Director Comercial. Esta iniciativa reprocesa residuos plásticos para producir tablas de madera plástica reciclada, duradera y ecológica. Un producto al que denominan Smartawood y que puede sustituir a la madera real, el metal, el hormigón o el plástico virgen en variedad de aplicaciones. El material es 100% reciclable y con una vida útil de alrededor de 30 años.

El proyecto nació de la necesidad creciente de dar una salida útil a los residuos, en este caso, envases de plástico mixto, que de otra manera irían al vertedero, a incineradoras e, incluso, al mar. Se trata de una operación de economía circular que facilita a clientes comerciales, gestores de residuos y autoridades locales minimizar su huella de carbono, mejorar sus credenciales ambientales y reducir las obligaciones fiscales de residuos al entregarlos a Plastecowood para su tratamiento y reciclaje. “Por cada tonelada de Smartawood que vendemos, ahorramos 700 kg de carbono al vertedero o la incineradora. Dicho de otro modo, salvamos casi tres árboles y reciclamos más de 25.000 envases de plástico que de otro modo arruinarían el paisaje”, aseguran los emprendedores.

Este producto ya se utiliza en lugares emblemáticos como los humedales de Raihnam Marshes (Reino Unido), donde la Royal Society for The Protection of Birds (RSPB) tiene una reserva natural. Actualmente las pasarelas por las que se hacen las caminatas están fabricadas a partir de Smartawood.

Breeze Technologies es una startup alemana que permite a las empresas monitorizar, gestionar y optimizar la calidad del aire en interiores, ciudades y entornos industriales. Esta solución surgió de una de las principales problemáticas de la actualidad: la amenaza que representa la contaminación atmosférica para la salud medioambiental. “Los problemas medioambientales y climáticos de nuestro tiempo son realmente un desafío clave que debemos abordar como sociedad si queremos dejar un planeta mejor a las futuras generaciones”, comenta Robert Heinecke, CEO de Breeze Technologies. Según la compañía, “la contaminación del aire afecta a más del 90% de la población mundial”.

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La iniciativa consiste en habilitar datos hiperlocales sobre la calidad del aire a través de sensores dispuestos en áreas metropolitanas que integran una única plataforma central en la nube y que aportan datos macro sobre el estado del aire de una ciudad. Esta información es fundamental para poder determinar qué clase de desafíos tienen por delante para limpiar ese aire. Breeze Technologies ha generado un catálogo con más de 3.500 acciones claras y recomendaciones.

La sostenibilidad forma parte del ADN de Banco Santander, que avanza imparable en su compromiso de combatir los efectos del cambio climático: recientemente se convirtió en miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance, un proyecto promovido por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEPFI). La entidad ya ha logrado la neutralidad en carbono en su propia actividad y su próxima meta es alcanzar las cero emisiones netas en 2050.

En su agenda de banca responsable se detallan los objetivos de descarbonización para los próximos años que facilitarán la transición hacia una economía baja en carbono. Entre las principales medidas desataca dejar de financiar en 2030 a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico y eliminar su exposición a la minería de carbón en todo el mundo para ese mismo año.

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