¿Quién piensa en los niños?

En realidad he puesto este titular para ver si, creyendo que esta columna va sobre ESE TEMA que estos días parece ser que ha tenido cierto recorrido, rasco algún click para infoLibre. Pero en realidad no hablo de esos niños en los que estás pensando. Los niños somos nosotros.

Nosotros (en realidad hablo por mí, pero creo que por más) somos esa gente que aspiramos a votar a una opción de izquierdas que no sea el PSOE con las mayores posibilidades posibles de ganar o, al menos, de influir. Vistas las agridulces mieles de estar en un gobierno (a día de hoy no tengo claro que haya sido la mejor opción para Unidas Podemos, pero sin pisar esa moqueta jamás se hubiera podido armar el liderazgo de Yolanda Díaz, la aparición más ilusionante a este lado de la socialdemocracia en lustros), parece que ya no hay vuelta atrás y que el único camino es tratar de repetir un gobierno de coalición. En ese escenario, ya nadie duda que solo existe la posibilidad de una papeleta. Plantearse otro es suicidarse.

Solo queremos que dejen de tirarse pullas, de hacerse gestitos, de subir el tono o llevarlo a lo subterráneo: no queremos ni canciones con Bizarrap ni gente poniéndose un Casio

Dicho esto, viviendo los procesos autodestructivos tan variados desde 2014 para acá, les pediría a todos los implicados que dejaran de contarnos mierdas. A todos. Nos da absolutamente igual quién lo hace bien o mal, de quién es la culpa si es que la hay, quién es el malo. Eso ya pasó, de verdad, no queremos saber nada de esas dinámicas. Solo queremos que dejen de tirarse pullas, de hacerse gestitos, de subir el tono o llevarlo a lo subterráneo: no queremos ni canciones con Bizarrap ni gente poniéndose un Casio. Queremos que se lleven bien. Que salga una papeleta. Que lo haga en tiempo y forma, sin desgaste, con fuerza. ¿Visteis lo que hicisteis en las elecciones andaluzas? Pues todo lo contrario.

Soy de Madrid y, cuando todo fue bien, cuando ese espacio conquistó la alcaldía, fue con una marca nueva y sin nombres de partidos, con una candidata que nos parecía la leche, aunque luego en fin. Como aquello fue un milagro, derrotando a la candidata más fuerte que ha presentado el PP en Madrid en muchos ciclos electorales (hoy parecemos incapaces de derrotar al peor de todos ellos), no pienso bajarme de la burra de que otro milagro es posible siguiendo la misma fórmula. Pero si lo que son capaces de arreglar es otra cosa, pues de acuerdo. Ninguna pega. Siempre y cuando lo que salga sea fuerte, unido y con tiempo.

Lo que será intolerable es que eso no ocurra. Que todo sea una batalla cutre como esta que ustedes están pensando. Nos da igual que sea una sola o dos de 22. Lo que tenemos claro es que si cuando más os necesitamos dais vuestra peor versión, no vamos a estar pa tipos como vosotros.

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