La Policía va a desplegar 1.100 agentes y la Guardia Civil otros 400 este fin de semana en Madrid para velar por la seguridad de la Vuelta Ciclista a España, ante las protestas que se están sucediendo por la participación del equipo Israel Premier Tech, mientras continúan los ataques a la población palestina, informa EFE.
La Delegación del Gobierno en Madrid ha informado en un comunicado de ese refuerzo "extraordinario", acordado este miércoles en una reunión de coordinación de seguridad con presencia de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, del Ayuntamiento de Madrid, la DGT, de la Policía Local de quince municipios, de la Federación Española de Ciclismo y de Unipublic, organizadora de la prueba.
En paralelo, en una reunión interna los corredores han acordado que continuarán en la Vuelta. Sin embargo, aseguran que, si hubiera algún escenario en el que su seguridad se viera comprometida, podrían parar la etapa o incluso toda la competición en su totalidad. Han expresado que esta sería la ultima de las medidas posibles pero que, si fuera necesario, están dispuestos a ello.
La CPA (Asociación de Corredores) ha sido quien ha llevado a cabo la votación antes de la 17ª etapa en El Barco de Valdeorra. Representantes de los 23 equipos han estado presentes y han determinado que si se repiten incidentes como los del martes, jornada en la cual manifestantes cortaron la carretera con el tronco de un árbol y arrojaron chinchetas al camino, pararán la competición y no correrán. La organización explica que seguirán hasta el final de la Vuelta puesto que confían en las capacidades de los cuerpos policiales y de seguridad para garantizar que no haya incidentes.
En este sentido, la decisión de ampliar el dispositivo por parte de la Delegación persigue compatibilizar el "legítimo derecho de manifestación" con el desarrollo de la prueba en las dos etapas que el sábado y el domingo transcurrirán por la Comunidad de Madrid, la primera entre Robledo de Chavela y el alto de la Bola del Mundo, y la segunda entre Alalpardo y la plaza de Cibeles.
Para la primera se movilizarán 400 guardias civiles, que se sumarán a los que integran el dispositivo que acompaña la Vuelta, en lo que constituye el mayor despliegue efectuado hasta la fecha en una prueba ciclista en Madrid.
Además, dado que esta penúltima etapa incluye parte del recorrido por las provincias de Ávila y Segovia, se está intercambiando información y actuando de forma coordinada con las comandancias de estas provincias y la Comandancia de Madrid.
El domingo, en la etapa final de la Vuelta, el dispositivo contará con 1.100 policías nacionales, el mayor esfuerzo desde la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid.
A través de la Brigada de Seguridad Ciudadana, se movilizarán policías de la Unidad Especial de Subsuelo, que ya desde el día anterior revisará todo el recorrido, la Unidad Especial de Guías Caninos, la Unidad de Prevención y Reacción; la Brigada Móvil; drones y antidrones, un helicóptero y la colaboración de las comisarías locales de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.
La Delegación ha recordado que el de manifestación es un derecho fundamental que no puede limitarse sin las motivaciones que contempla la ley y que, por tanto, se garantizará el derecho legítimo de manifestación pacífica durante el desarrollo de ambas etapas.
El delegado del Gobierno, Francisco Martín, ha recordado el "liderazgo internacional que España está asumiendo en la condena al genocidio del pueblo palestino" y ha pedido responsabilidad política para "no caldear el ambiente".
Policía y Guardia Civil conforman el despliegue policial de las etapas, salvo en las que se desarrollan en su totalidad en el País Vasco y Cataluña, cuya seguridad está a carga de la Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra, respectivamente.
El operativo fijo de la ochenta edición de la Vuelta Ciclista está integrado por 132 agentes de la Guardia Civil, tanto de la Agrupación de Tráfico, como de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) y del Servicio Aéreo, a los que se suman los más de 70 efectivos de la Policía Nacional adscritos a los antidisturbios, UIP y UPR; Participación Ciudadana, grupos operativos de respuesta y unidad aérea.
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De todos modos, en cada etapa colaboran con estos agentes fijos distintas unidades de los territorios por donde discurre la Vuelta. Colectivos pro Palestina han protagonizado desde el inicio de la prueba varias protestas para pedir que el equipo Israel-Premier Tech deje la competición.
Ayer mismo, la organización se vio obligada a acortar en ocho kilómetros la etapa entre entre Poio y Mos Castro de Herville, en Pontevedra, por la concentración de numerosas personas que impedían el paso de los ciclistas, lo que provocó momentos de tensión, con algunas cargas policiales y varios identificados.
El domingo pasado, las fuerzas de seguridad detuvieron a diez personas, ocho en O Corgo y dos en Monforte, al paso de la Vuelta por la provincia de Lugo.
La Policía va a desplegar 1.100 agentes y la Guardia Civil otros 400 este fin de semana en Madrid para velar por la seguridad de la Vuelta Ciclista a España, ante las protestas que se están sucediendo por la participación del equipo Israel Premier Tech, mientras continúan los ataques a la población palestina, informa EFE.