¿Afecta a la clase media la reforma del IRPF que proponen los grandes partidos?

"Clase media" es uno de los términos de moda entre los candidatos para las próximas elecciones. Los principales líderes políticos la mencionan en sus discursos y propuestas, y todos ellos aseguran que sus medidas beneficiarán a este grupo, en el que se autoubica la mayor parte de la sociedad española. Fundamentalmente, el debate sobre cómo se verá afectada la clase media ha girado en torno a las diferentes reformas del IRPF que plantean los principales partidos, si bien los expertos defienden que no existe un baremo fijo para definir qué es y qué no es clase media y afirman que depende de factores que van más allá de los ingresos, como el tamaño del hogar.

Estas continuas apelaciones a la clase media han sido habituales durante la campaña electoral. En el único debate a cuatro que se ha celebrado, el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, criticó al presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, por el "regalo fiscal" que supuso la amnistía fiscal a los defraudadores, que a juicio de Sánchez "ha provocado que tengamos que pagar los españoles de clase media y trabajadora dos veces su incumplimiento". En ese mismo debate, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, denunció por su parte que las propuestas fiscales de Podemos suponen "machacar a impuestos a la clase media".

Pero no sólo Rivera y Sánchez se refieren habitualmente a la clase media. También lo hacen Rajoy y el candidato de Unidos Podemos, Pablo Iglesias: el segundo afirmó este miércoles que "extremistas y radicales son los que han expulsado a tres millones de ciudadanos de la clase media", mientras que el primero asegura que sus bajadas de impuestos afectan "a todos los españoles" y en más de una ocasión ha asegurado que "la clase media ha soportado grandes esfuerzos".

Pero, ¿qué es la clase media? ¿Es mensurable? Los expertos consultados por infoLibre afirman que es muy complicado ofrecer una definición exacta del término, aunque sí señalan que existen métodos para calificar a los ciudadanos en clases conforme a su renta y su patrimonio. Todos coinciden, en cualquier caso, en apuntar que el concepto de clase es extremadamente amplio y depende de muchas más variables que los ingresos anuales y las propiedades que tenga el sujeto.

Entre estas variables, Jorge Galindo, investigador en el departamento de Sociología de la Universidad de Ginebra, menciona el "capital relacional" del individuo –es decir, los contactos que puedan permitirle, por ejemplo, remontar un bache– o su nivel cultural –que le pueden impulsar dentro de la escala social–. En cualquier caso, y descontados estos apuntes, el experto se atreve a ofrecer una definición de clase media. "Podríamos decir que a la clase media pertenecen tanto los asalariados con unos ingresos suficientes como para cubrir algo más que sus necesidades básicas y gastar en ocio, incluso ahorrar algo cada mes, como los profesionales liberales" que se encuentran en similares condiciones económicas.

El tamaño del hogar, clave

Galindo hace sus cuentas a través de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2015 realizada por el INE. Este barómetro ofrece datos de la renta anual media por unidad de consumo, un término estadístico con el que el INE trata de tener en cuenta que un mismo ingreso puede resultar más grande o más pequeño en función del tamaño del hogar. "No es lo mismo ingresar 40.000 euros al año viviendo sólo que teniendo una familia de cuatro personas", ejemplifica en este sentido el experto.

La Encuesta de Condiciones de vida establece una división en diez tramos que abarcan cada uno al diez por ciento de la población en función de sus ingresos anuales por unidad de consumo. Para calcular la renta por unidad de consumo de cada hogar y comprobar en qué tramo de los diez se inserta hay que dividir "los ingresos totales del hogar entre el número de unidades de consumo", y hay que conceder "un peso de 1 al primer adulto, un peso de 0,5 a los demás adultos y un peso de 0,3 a los menores de 14 años".

Galindo estima que pueden definirse como de clase media aquellos hogares que se encuentren en el quinto, el sexto o el séptimo tramo de los diez en los que se divide la clasificación, es decir, la franja que va del 41% más pobre hasta el 30% más rico, que pueden vivir sin dificultades para llegar a fin de mes, pero sin lujos. El quinto tramo tiene un límite inferior de 11.410 euros por unidad de consumo, el del sexto es 13.351 euros por unidad de consumo, y el del séptimo se colocaría en 15.517 euros por unidad de consumo. A partir de los 18.825 euros anuales por unidad de consumo comenzaría, para el sociólogo, lo que sería la clase media-alta y la alta, y por debajo se encontrarían las clases medias-bajas y las bajas.

En cualquier caso, basándose en estas cifras es posible analizar los programas de los partidos para conocer si las reformas que proponen los principales partidos en relación al IRPF, el principal impuesto que grava la renta, afectan a la clase media. No obstante, como refleja la explicación de Galindo, poder clasificar un hogar en un nivel de clase no sólo dependerá del nivel de ingresos del mismo, sino también de su tamaño.

Por su parte, José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Geshta), explica que los hogares más habituales a la hora de declarar son los formados por una pareja y dos hijos.

Las propuestas de los partidos

Así, Unidos Podemos plantea aumentar el número de tramos y elevar los tipos a las rentas brutas superiores a los de 60.000 euros –que, según Mollinedo, no suponen ni siquiera el 4% del total de declarantes–, que actualmente tributan al 45%. Poniendo como ejemplo un matrimonio con dos hijos que tributa conjuntamente y obviando las deducciones a las que pudieran acogerse, si sus ingresos acumulados llegan a 60.000 euros, les quedarían unos ingresos anuales netos de 33.000 euros. Su renta anual por unidad de consumo sería de 15.714 euros, por lo que entraría dentro de lo que Galindo encuadra dentro de la clase media. No obstante, si esa misma pareja tuviera un único hijo, la cosa cambiaría, ya que su renta anual por unidad de consumo ascendería a 18.333 euros, lo que le haría entrar por los pelos en el umbral de clase media-alta.

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La propuesta de Ciudadanos, por su parte, pasa por reducir dos puntos los tipos en todos los tramos de IRPF que existen actualmente, aunque nunca antes de 2018 dada la situación económica de España, por lo que obviamente su propuesta afectaría tanto a las clases medias como a las bajas y las altas, si bien en términos absolutos los más beneficiados serían, lógicamente, quienes más ingresos tuvieran a lo largo del año. El PP, por su parte, también plantea una rebaja del IRPF en todos los tramos.

El PSOE es el más inconcreto de los cuatro grandes partidos en cuanto a su reforma del IRPF, ya que plantea modificar este impuesto manteniendo la tarifa que pagan "las rentas medias y bajas" e incrementando "la de las rentas del capital". Aplicando el baremo basado en la renta por unidad de consumo al mismo ejemplo de una pareja con dos hijos que hace una declaración conjunta de IRPF –y sin contar las eventuales deducciones–, los socialistas plantean en su programa que este hogar no se vería afectado por una eventual reforma del IRPF si ingresase anualmente en torno a 38.200 euros netos o menos.

Por el contrario, Luis Molina Temboury, miembro de Economistas Frente a la Crisis, asegura que el mejor indicador para conocer si un individuo es de clase media o no es su patrimonio y no tanto sus ingresos. El economista asegura que utilizar el patrimonio para medir el puesto en la escala social es más preciso que usar la renta porque el primero no es tan volátil. Tomando como referencia los datos a este respecto hechos públicos por el banco Credit Suisse –Molina Temboury denuncia que no hay registros oficiales sobre patrimonio–, el experto afirma que el porcentaje de personas que, a su criterio, podría clasificarse como clase media no sobrepasaría el 25% o 30% de la población.