El 12 de julio de 2025, tras la manifestación ultra en Torre Pacheco (Murcia), las redes sociales ardieron de insultos, bulos y llamamientos a la violencia contra la población migrante. Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ese día se alcanzó un pico de 33.000 mensajes de odio en 24 horas, la mayoría dirigidos contra personas del norte de África.
Sin embargo, la cartera de Elma Saiz señala que apenas un 22% de esas publicaciones fueron retiradas por las plataformas, que dejaron circular libremente expresiones con términos como "machete", "delincuente" o "paliza", que marcaron el tono de la campaña digital de la ultraderecha.
La escena se repite más allá de Torre Pacheco. El informe anual del Observatorio Español contra el Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) de 2024, publicado este martes, denuncia que, de los 2.870 mensajes notificados a Facebook, X, Instagram, TikTok y YouTube, solo un 35% fueron eliminados. Un porcentaje bastante inferior en las primeras 24 horas, cuando los contenidos más virales se propagan con fuerza, ya que las plataformas apenas borraron un 4% del contenido.
Una problemática que llevó a la ministra Saiz a convocar de forma urgente en julio a los representantes de las diferentes redes sociales para exigir una respuesta más ágil en la retirada de contenidos que incitan al odio.
El encuentro se ha vuelto a repetir este lunes con ejecutivos de Meta (Facebook e Instagram), YouTube y TikTok; no ha podido acudir nadie de X. En ella han pactado celebrar encuentros trimestrales de ahora en adelante para homogeneizar la definición de discurso de odio y acelerar la retirada de contenidos.
“Frenar los bulos y la desinformación debe ser una tarea colectiva para que no se repitan imágenes como las de Torre Pacheco o el ataque al centro de menores de Monforte de Lemos”, ha declarado la ministra, que también ha anunciado la celebración de una cumbre internacional en España contra el odio en redes sociales en 2026.
Objetivo: deshumanizar
Esta violencia en redes sociales no es ya un fenómeno puntual. Se ha convertido en un problema estructural, alimentado por bulos y desinformación y que ataca a unas comunidades determinadas. El informe refleja que en 2024 las principales víctimas fueron las personas originarias del norte de África (35%), seguidas de africanas y afrodescendientes (24%), inmigrantes en general (21%) y ciudadanos musulmanes (20%). Además, subraya que el tipo de mensaje de odio más repetido busca deshumanizar y degradar gravemente (37%), mientras que casi un tercio incita directamente a la violencia contra estos colectivos.
Las crisis migratorias también se han detectado como uno de los principales detonantes. El informe detalla que la llegada de embarcaciones a Canarias y el traslado de migrantes a la península encendieron las redes en febrero y junio de 2024, con mensajes que trivializaban la muerte ("cemento y al fondo del mar") y presentaban la inmigración como una amenaza existencial.
El OBERAXE subraya además la capacidad del odio digital para mutar en sus formas de expresión. Aunque el 53% de los mensajes registrados en 2024 eran agresivos y explícitos, un 36% se difundieron en clave de discriminación "no agresiva" y un 11% recurrieron a la ironía o el sarcasmo.
No obstante, la capacidad de dimensionar con precisión la magnitud del odio en redes ha llegado con la puesta en marcha del sistema FARO, la herramienta de inteligencia artificial cedida por LaLiga al Ministerio en octubre de 2024. Frente al recuento manual de años anteriores, FARO ha permitido analizar en tiempo real millones de publicaciones y detectar patrones de discurso racista, xenófobo, islamófobo, antisemita o antigitano desde enero de 2025.
Torre Pacheco, un punto de inflexión
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El estallido de Torre Pacheco también ha supuesto un salto cuantitativo en el registro del discurso de odio. Según los informes extraordinarios del OBERAXE, solo en julio de 2025 se detectaron más de 190.000 mensajes hostiles, una cifra superior a todo el trimestre anterior (abril-junio). Entre el 6 y el 22 de ese mes, coincidiendo con los incidentes, el sistema FARO contabilizó 138.000 publicaciones de odio, de las que más del 90% se dirigieron contra personas del norte de África.
El repunte vino acompañado de bulos, imágenes manipuladas y llamamientos a la violencia en plataformas como Telegram, lo que amplificó la sensación de alarma y polarización. “España no es un país de cacería de migrantes. Es un país que abraza la diversidad y pone en el centro los derechos humanos”, advirtió entonces la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, al presentar el informe extraordinario en julio.
Lejos de ser un episodio aislado, el caso de Torre Pacheco confirmó la escalada del odio digital. Entre enero y agosto de 2025, OBERAXE ha identificado más de 600.000 mensajes de odio reportables. Además, el tono se ha endurecido. Si en 2024 el 53% de los mensajes eran explícitamente agresivos, en el primer semestre de 2025 esa proporción se disparó hasta el 70%.
El 12 de julio de 2025, tras la manifestación ultra en Torre Pacheco (Murcia), las redes sociales ardieron de insultos, bulos y llamamientos a la violencia contra la población migrante. Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ese día se alcanzó un pico de 33.000 mensajes de odio en 24 horas, la mayoría dirigidos contra personas del norte de África.