La Eurocámara apoya el uso de datos biométricos para identificar a migrantes irregulares y refugiados
La comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo dio este lunes el visto bueno a una reforma que permite el uso de datos biométricos en la identificación de migrantes irregulares y refugiados que llegan a la Unión Europea, según informa Europa Press.
Se trata de la revisión de la base de datos Eurodac, que contiene las impresiones dactilares de todos los migrantes irregulares y de los solicitantes de asilo que han sido registrados en los Estados miembros de la UE y los países asociados.
La reforma, aprobada por 30 votos a favor y 15 en contra, incluye la identificación a través de datos biométricos (dactiloscopia e imágenes faciales), así como información adicional, como por ejemplo nombre, apellido, nacionalidad, fecha o lugar de nacimiento.
El ponente del informe aprobado este lunes ha sido el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé, quien ha celebrado que este paso facilitará la labor de las autoridades, "en particular en lo que respecta a los inmigrantes ilegales que utilizan medios engañosos para evitar la identificación y frustrar así su posible documentación".
Buxadé ha explicado que el registro actual está "anticuado" y su reforma permitirá ampliar los datos de las personas que llegan a la Unión Europea y el intercambio de información entre los países comunitarios.
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Se trata de una iniciativa en debate desde hace dos años y que ha sido impulsada durante los últimos meses. Ahora, Buxadé debe iniciar la negociación a tres bandas con la Comisión y el Consejo para su aprobación definitiva, que espera que tenga lugar en el primer semestre de 2023.
A su juicio, se trata de cambios importantes para el control de los movimientos secundarios dentro de la Unión Europea, ya que facilitará el acceso a la información entre los Estados miembros mediante Frontex y la agencia de asilo.
Además, la actual base de datos solo recoge información sobre mayores de 16 años, mientras que la reforma permitirá hacerlo a partir de los 6 años. Para el eurodiputado de Vox este cambio es muy importante para evitar que los niños caigan en manos de mafias de tráfico de personas.
